viernes, 30 de septiembre de 2016

UN FUERTE ABRAZO A TODAS Y TODOS

Por:MARCO ANTONIO MURILLO N.

En algunas ocasiones he guardado silencio, en otras he sido muy prudente con los comentarios y en la gran mayoría de ocasiones he llamado no solo a informarse sobre el acuerdo de paz sino a estudiarlo, a ir más allá de la simple información o una lectura a “vuelo de pájaro de la cantidad de páginas” y estudiar el acuerdo, recuperando la memoria histórica del país, analizando desde la cotidianidad los diversos puntos del acuerdo, confrontando desde lo político, lo económico y lo ideológico los planteamientos de CONTEXTO SOCIAL realizado en el acuerdo; considerando fundamental que este estudio, análisis y debate del acuerdo solo es el inicio para profundizar en sus líneas y en los compromisos que se van a generar después de la firma y después del SI o del NO.

Igualmente por respeto a la familia, a mi compañera, a mis hijos, a los estudiantes con quienes comparto la construcción de conocimiento y el intercambio de saberes… a esa familia extensa de amigos y conocidos que enriquecen mi entorno… los he invitado discernir sin prevenciones, sin apasionamientos, sin señalamientos ni estigmatizaciones, sin desprecio las tesis planteadas por quienes promueven el SI  y a su vez las tesis de quienes promueven el NO… desde luego con el interés de lograr mayores argumentos, una toma de decisiones significativa con grandes aprendizajes y sin polarizaciones, ni manipulaciones y no hacerle el juego a la fundamentación cotidiana en cada uno de nosotros de una doble moral, porque si queremos aportar de verdad a acabar con el conflicto es fundamental construir nuevas formas de dialogar, de compartir y de incidir socialmente.
En ese sentido con el permiso de ustedes quiero hacer unas breves reflexiones:  

En primera instancia, no voy a redundar en la cantidad de explicaciones que ya se han dado con respecto al número de víctimas que ha dejado esta guerra, la cual no inicia con el nacimiento de la guerrilla sino con el sentido de lo que algunos han denominado y siguen cayendo en el error de considerar LA INVASIÓN DE LOS PUEBLOS LATINOAMERICANOS COMO UNA “CONQUISTA”; acaso ¿A quién le gusta que lo conquisten con violaciones, saqueos, expropiaciones y aniquilación? Y aunque a esto no se le presta la mayor atención muchas de nuestras raíces culturales de sometimiento, de justificación, de agresión, de violencia, de indignación están ancladas en ese momento histórico.
Aunque es muy importante reconocer el número de víctimas, las formas utilizadas, reconocer los sitios en donde se perpetuaron estos acontecimientos; reconocer la gran inversión humana, material y económica que se hace en la guerra; me parece fundamental recuperar un artículo publicado por el espectador en Enero de 2015 que menciono: Un día de conflicto interno vale 60 mil millones de pesos: Voceros de paz”; solamente para llamar la atención a quienes desde la falta de información e ignorancia se pelean entre el SI y el NO, por lo que se les va a entregar a los guerrilleros; que ya algunos especialistas en economía hacen sus planteamientos que de este presupuesto no solo se puede hacer la inversión definida en el acuerdo sino que además quedaría un saldo a favor para la construcción de escuelas y universidades públicas, hospitales y centros de atención en salud para la población colombiana, carreteras y grandes posibilidades de empleo en el campo y la ciudad. Habría entonces que pensar ¿Cuándo no se podría construir a partir de una apropiación personal, comunitaria, colectiva de una CULTURA DE PAZ Y NOVIOLENCIA?

En segunda instancia, en relación directa con la problemática de la tierra es importante considerar además de lo planteado en el acuerdo, que si bien se viene definiendo la devolución de tierras y la entrega de tierras a campesinos “pobres”, como se va a establecer este punto como una POLITICA PUBLICA en tierras que trascienda de la tierra, el uso de los ríos, de los mares y de los recursos naturales.

Hay que trascender el tema de devolución y se consolide con temas de cooperativismo campesino en grandes áreas de producción, calidad de la tierra, la incentivación a cultivos, la prioridad para la producción de alimentos para la población colombiana y para los productos que posicionen al país como exportador en calidad y beneficio social limitando y condicionando el uso, mantenimiento por grandes terratenientes y por multinacionales que vienen arrasando el territorio nacional con los recursos naturales como en caso de COCA-COLA que destruye la reserva natural, pago de malos salarios y destruye paulatinamente la vida de sus consumidores; como es el caso de quienes promueven la siembra y venta de cultivos TRANSGENICOS, es decir alterados genéticamente como en el caso de papa, el maíz, el plátano, la yuca y frutas que lo único que hacen es rendir las ganancias de la empresas de especialmente los envasan en pequeños paquetes que luego son consumidos especialmente por niñas, niños y jóvenes en lo que denominan “refrigerio”; como el caso del cultivo de plantas medicinales única propiedad de las grandes empresas farmacéuticas que devuelven el producto encapsulado a precios inalcanzables por las grandes mayorías de la población colombiana o simplemente cuestionar la explotación y robo de los recursos naturales que como el caso de ECOPETROL, EMGESA, PRICESMART, DOLE, FOTÓN, UNILEVER, HOLCIM, BAYER, WHIRLPOOL, YARA COLOMBIA, MAKRO, CEMEX LATAM HOLDING o sus aliados entre otros, que no solo es importante reconocer lo relacionado con los recursos naturales o el tema salarial sino que además es importante analizar su responsabilidad en el conflicto con la financiación y auspicio de diferentes expresiones de guerra.

Aquí en este punto, es fundamental una pregunta a la iglesia, o mejor a las magnas iglesias del país que poseen grandes extensiones de tierra ¿Cuál va a ser su aporte real en la devolución de tierras y en el soporte directo y efectivo al campesinado colombiano? Sin la generación de rivalidades entre las diferentes expresiones de fe, sin engaños, ni manipulación de informaciones o de conocimientos pastorales.

En tercera instancia, es importante hacer un declaración frente a las miles y miles de víctimas que han sido producto de la aplicación de la ley 100 en salud, ¿o será de muerte y padecimiento?; que cuyo caso no sería juzgar únicamente el propósito y dimensión del creador de dicha ley sino de quienes desde diferentes gobiernos la han venido implementando como cómplices de un sistema nefasto que la han hecho cada vez más violenta contra “TODO EL PUEBLO COLOMBIANO”;  deteriorando, atropellando la ética médica y deshumanizando la atención, el cuidado, el tratamiento de situaciones especiales, la medicación, la salubridad y convirtiendo cualquier tipo de procedimiento en un negocio que solo beneficia a las grandes empresas y los grandes traficantes  de la salud – enfermedad en donde incluyen el tráfico de órganos y hasta la  muerte misma.

En cuarta instancia, considerar un fuerte movimiento social que se plantee la construcción de una política pública en educación que no solo se piense en la cobertura y darle cupos a todos; porque no se trata de crear y crear escuelas, colegios y universidades sino que además de posibilitar el espacio en una educación para todas y todos. Se debe incidir en los procedimientos educativos para desarrollar una educación de calidad, al servicio de las necesidades e intereses de la población colombiana y no únicamente al servicio de las grandes multinacionales o del mercado común, o para satisfacer las ganancias de una sociedad de consumo.

Se requiere de una educación primaria, secundaria, técnica, tecnológica, profesional y de especialización y en el aumento de las líneas de investigación social y del desarrollo de la ciencia en la que el país mantenga un rumbo en altos conocimientos o conocimientos especializados, no para superar las pruebas de estado o para superar las pruebas internacionales que en medio de las competencias educativas se convierten en importantes sino en el desarrollo de procesos educativos, investigativos y científicos al servicio de la humanidad. ¿Porque en lo educativo la gran mayoría de la población colombiana tiene que conformarse con las migajas de lo técnico laboral o para ensamblar y reparar y no para crear, para emprender y para dirigir? Un planteamiento interesante realizado por mi compañera es no recurrir a la “paciencia” para aprender y trascender sino incidir desde la “PAZ – CIENCIA” para ser creadores de sociedad y de vida.

Estoy convencido que desde el tema de la salud mental, desde el tema del arte, la creatividad, el desarrollo de la imaginación sin límites, el compartir espacios fraternos, afectivos, amorosos de dignificación del  ser humano se pueden generar programas significativos que permitan debilitar y porque no acabar con expresiones de delincuencia, consumo de substancias psicoactivas, organizaciones delictivas, al margen de la ley y criminales, o el desarrollo de programas con quienes apenas empiezan a infringir y contravertir a la ley; estoy seguro que colectivamente, desde diferentes espacios comunitarios podemos aprovechar un sin número de dinámicas y procedimientos para realizar programas en los que se fortalezcan expresiones de JUSTICIA, DIGNIDAD, RESPETO SOCIAL Y HACER REALIDAD DESDE LA COTIDIANIDAD LA APLICABILIDAD DE LOS DERECHOS HUMANOS.

Aunque existen muchos más temas fundamentales, dejo esta estela de reflexiones en las que considero que con quienes no se puede hacer ninguna tregua ni negociación en el conflicto es con quienes consideran la CORRUPCION  como un  medio para pensar en generar acciones en una sociedad.


HAY QUE PENSAR QUE ESTA ES UNA INMENSA OPORTUNIDAD PARA RECONSTRUIR EL PAIS EN MEDIO DE LA CELEBRACION DE LA FIESTA POR LA VIDA Y LA ESPERANZA Y NO EN MEDIO DEL CONFLICTO, LA MUERTE Y LA AGONÍA SOCIAL.

No hay comentarios: