Las comunicaciones modernas generan un poder aún no bien
comprendido por miles de personas. Ello ha dado paso a la desinformación que ha
determinado la caída de gobiernos populares como sucedió en Bolivia con Evo
Morales, de Dilma Rousseff en Brasil y el
enjuciamiento de Lula da Silva, Igualmente los de Cristina Christner en
Argentina y Rafael Correa en Ecuador, por no hablar del reciente derrocamiento
del Presidente del Perú Pedro Castillo.
La pregunta del millón es… Y quien genera la desinformación,
porqué y para qué. La respuesta podría ser la siguiente. En los países subdesarrollados
ha sido tradicional que detenten el poder los poderosos imperios económicos
nacionales y extranjeros generando con ello lo que podríamos denominar una “dictadura
económica”. Esta dictadura es la que maneja los hilos del poder tras
bambalinas. Es el poder en la sombra, el poder oculto que no deja ver sus afiladas
garras.
Opera de la siguiente manera: Con su dinero respaldan
candidaturas políticas de lo que hoy día se ha dado en llamar “títeres políticos”.
Estos los hay de todos los tamaños y variedades de colores. No solo cuentan con
el beneplácito de los grupos económicos, sino que los poderosos medios de
comunicación que a su vez son de propiedad de los grupos económicos quedan al
servicio de estos títeres políticos.
Con ello el pueblo es seducido y conducido para que esté de
acuerdo con los propósitos e intereses de los grupos económicos.
Los pulpos económicos ponen al pueblo a pensar como le
conviene a sus intereses, pero a través de un juego hábil de palabras o
malabarismo idiomático, hacen creer al pueblo que es en defensa de sus
intereses.
Con ello logran obtener unas mayorías de representantes en
el Congreso de la República y la Cámara de Representantes, lo que hace fácil
que las leyes que les interesa sacar adelante cuenten con el respaldo
mayoritario de estos congresistas traicioneros de la patria.
Es obvio que en la presentación de tales proyectos se hace
creer que benefician al pueblo, cuando realmente no lo es. Baste recordar uno
de las primeras medidas de Uribe en su primer periodo presidencial de suspender
las horas extras de los trabajadores, con el cuento de favorecer el crecimiento
del empleo en Colombia. Dicho empleo no se fomentó, y la gente no protestó
contra ello. Lo real fue que el día del trabajador se alargó hasta las diez de
la noche.
El que pulule desinformación es realmente preocupante y
desgastante pero a los interesados en la conservación del poder les proporciona
múltiples ventajas, entre ellas la obtención o conservación del poder.
No está de más recordar que poderosos medios de información
como El Tiempo, ADN, El Espectador, Caracol Televisión, RCN Televisión, la
poderosa cadena radial Blu Radio, RCN radio y sus decenas de emisoras, NTN24,
la revista semana y otras decenas de revistas son propiedad de los grupos
económicos. También sus canales virtuales.
Ello nos lleva a varias conclusiones. Por un lado tener
claro que los grupos económicos le dicen a la masa popular o ciudadano del común,
como debe pensar. Por otro lado entender como día a día se viene dando una
campaña desinformadora hablando pésimamente de la labor de gobierno del actual
Presidente de la República.
Se miente, se desinforma, se tergiversa o se omite
información sobre los buenos resultados de esta administración. Con ello se
busca generar zozobra en la población que genera paros y en últimas el
derrocamiento de un gobierno elegido democráticamente, como ha sucedido en
otros países centro y suramericanos.
Por estos días se está organizando y llamando a los incautos
a participar de un paro.
Al respecto comentaremos algunos punto con respecto a esta
situación, que tal vez orienten un poco
sobre la que se busca con este tipo de informaciones llamando a paro.
Quienes están detrás de estas estrategias realmente son los
poderosos grupos económicos, verdaderos afectados de las reformas estructurales
que el país requiere para lograr equidad y el obtener recursos para adelantar
las políticas públicas que permitan un verdadero cambio a favor del pueblo.
Estar uno en contra de estas necesarias reformas, es hacer
las veces de idiota útil, al colocarse en defensa de los grandes monopolios que
quieren evitar el pago de los impuestos que en justicia deben pagar.
Los poderosos grupos económicos que han detentado el poder,
por medio de títeres políticos a su servicio, a la vez son los dueños de los
poderosos y hegemónicos medios de comunicación del país.
En estos medios se paga bien a los periodistas serviles que
defienden su salario mintiendo al país y generar indisposición contra el
gobierno que trabaja por hacer las reformas que la equidad requiere.
Estas actividades que buscan alterar el orden público y desdibujar
la imagen de un gobierno que promueve el cambio que de fin a ese período de corrupción
que ha vivido el país los últimos 50 años; en el fondo, es promovido por los poderoso
grupos económicos a través de sus títeres políticos y sus medios de
comunicación, políticos y periodistas serviles.
Ponernos del lado de los grupos económicos y sus intereses
va en contravía de nuestros intereses como ciudadanos del común.
Con este tipo de actividades como el paro, lo único que se
busca es generar indisposición contra el presidente y su gobierno para ir
creando la atmósfera necesaria para a futuro generar un golpe de estado, como
ha sucedido en otros países americanos y lo que anhela estas oligarquías contra
el Presidente Petro.