Política

En Colombia se sigue construyendo el camino de la solidaridad con la Revolución Bolivariana
Por: Hernán Durango.
A todos los compañeros y compañeras de la  solidaridad internacionalista se les  convoca de manera extraordinaria a una reunión en la Bogotá en la Sede de la Embajada de Venezuela, carrera 11 No. 87-51 el dia viernes 5 de agosto de 2016 a partir de las 4:00 de la tarde para  seguir construyendo el camino de la solidaridad.
El Movimiento Nacional Coordinadora de Grupos de Solidaridad con Venezuela felicita a todos quienes participaron  en la conmemoración del natalicio del Comandante Hugo Chávez, por lo tanto solicita  a las organizaciones sindicales, estudiantiles, políticas, campesinas e indígenas, procesos y colectivos sociales de Bogotá para que  nombren sus delegados/as para participar en la Coordinadora enviando los nombres al siguiente correo: solidaridadvenezuela.colombia@gmail.com


La estupidez institucional

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
Noam Chomsky
ICH/Philosophy Now

Discurso de Noam Chomsky, galardonado con el premio por su contribución a la lucha contra la estupidez de la revista Philosophy Now. El premio se entregó el martes 27 de enero de 2015.

Naturalmente estoy muy contento de que se me haya conferido este honor y de poder aceptar este premio, también en nombre de mi colega Edward Herman, coautor de Los guardianes de la libertad [Manufacturing Consent], quien ha realizado mucho trabajo extraordinario sobre este tópico crucial. Por cierto, no somos los primeros en haberlo tratado.


Predeciblemente uno de estos fue George Orwell. Escribió un ensayo no demasiado conocido, la introducción a su famoso libro La granja de los animales. No es conocido porque no fue publicado, fue hallado decenios más tarde entre sus papeles no publicados, pero ahora está disponible. En ese ensayo señala que La granja de los animales es obviamente una sátira sobre el enemigo totalitario; pero insta a la gente en Inglaterra libre a no albergar demasiadas pretensiones de superioridad moral, porque como dice, en Inglaterra, ideas impopulares pueden ser suprimidas sin utilizar la fuerza. A continuación menciona ejemplos de lo que quiere decir, y solo unas pocas líneas de explicación, pero pienso que van al grano.


Un motivo, dice, es que la prensa es de propiedad de hombres ricos sumamente interesados en que ciertas ideas no sean expresadas. Su segundo punto es interesante, que no planteamos, pero debiéramos haberlo hecho: una buena educación. Si uno va a las mejores escuelas le inculcan que hay ciertas cosas que no se dicen. Eso, afirma Orwell, es un enganche poderoso que va mucho más allá de la influencia de los medios de comunicación.


La estupidez se presenta de muchas maneras. Quisiera decir unas pocas palabras sobre una forma en particular que pienso podría ser la más inquietante de todas. Podríamos llamarla ‘estupidez institucional’. Es una especie de estupidez que es enteramente racional dentro del marco en el cual opera: pero el mismo marco varía entre lo grotesco y la enajenación virtual.


En lugar de tratar de explicarla, podría ser más útil mencionar un par de ejemplos para ilustrar lo que quiero decir. Hace treinta años, a principios de los años 80 –los primeros años de Reagan– escribí un artículo llamado ‘La racionalidad del suicidio colectivo’. Trataba de la estrategia nuclear, y se preocupaba de cómo gente perfectamente inteligente planeaba un camino de suicidio colectivo de maneras que eran razonables dentro de su marco de análisis geoestratégico. En ese momento no sabía hasta qué punto la situación era peligrosa. Desde entonces hemos aprendido mucho. Por ejemplo, una edición reciente de The Bulletin of Atomic Scientists presenta un estudio de alarmas falsas de los sistemas de detección automática que EE.UU. y otros utilizan para detectar ataques entrantes de misiles y otras amenazas que podrían ser percibidas como un ataque nuclear. El estudio cubría de 1977 a 1983, y estima que durante ese período hubo un mínimo de unas 50 semejantes falsas alarmas, y un máximo de unas 255. Fueron alarmas abortadas por intervención humana, impidiendo desastres dentro de unos pocos minutos.


Es plausible asumir que nada sustancial ha cambiado desde entonces. Pero en realidad la situación es mucho peor – lo que tampoco comprendí cuando escribí el libro.


En 1983, aproximadamente cuando lo estaba escribiendo, hubo una grave amenaza de guerra. Se debió en parte a lo que George Kennan, el eminente diplomático, calificó en aquel entonces de “infalibles características de la marcha hacia la guerra – eso, y nada más.” Fue iniciada por programas emprendidos por la administración de Reagan en cuanto éste llegó al poder. Estaban interesados en sondear las defensas rusas, por lo tanto simularon ataques aéreos y navales contra Rusia.


Fueron días de gran tensión. Misiles Pershing estadounidenses habían sido instalados en Europa Occidental, con un tiempo de vuelo de entre cinco y diez minutos hasta Moscú. Reagan también anunció su programa Star Wars [Guerra de las galaxias] interpretado por ambos lados como un arma de primer ataque. En 1983, la Operación Able Archer incluyó una práctica que “hizo que las fuerzas de la OTAN realizaran un lanzamiento hecho y derecho simulado de armas nucleares”. El KGB, hemos llegado a saber de reciente material de archivo, concluyó que fuerzas armadas estadounidenses habían sido colocadas en estado de alerta, e incluso podrían haber iniciado el conteo regresivo hacia la guerra.


El mundo todavía no ha llegado enteramente al borde del abismo nuclear; pero durante 1983, había, sin darse cuenta, llegado inquietantemente cerca – ciertamente más cerca que en ningún momento desde la Crisis de los Misiles en Cuba de 1962. La dirigencia rusa creyó que EE.UU. estaba preparando un primer golpe, y podría haber lanzado un ataque preventivo. En realidad estoy citando de un reciente análisis de inteligencia estadounidense de alto nivel, que concluye que la amenaza de guerra fue real. El análisis señala que el antecedente histórico era el recuerdo perdurable de los rusos de la Operación Barba-roja, el nombre de código para el ataque de Hitler de 1941 contra la Unión Soviética, que fue el peor desastre en la historia rusa, y que llegó a muy cerca de destruir el país. El análisis estadounidense dice que fue exactamente la comparación hecha por los rusos.


Ya es suficientemente malo, pero empeora aún más. Hace cerca de un año nos enteramos que justo en medio de esos eventos que amenazaban el mundo, el sistema de aviso precio ruso –similar al de Occidente, pero mucho más ineficiente­– detectó un ataque entrante de misiles de EE.UU. y envió una alerta de nivel máximo. El protocolo para las fuerzas armadas soviéticas era responder con un ataque nuclear. Pero la orden tenía que pasar por un ser humano. El oficial de guardia, un hombre llamado Stanislav Petrov, decidió desobedecer las órdenes y no informar a sus superiores de la advertencia. Recibió una reprimenda oficial. Pero gracias a su incumplimiento del deber, estamos vivos actualmente.


Sabemos de una inmensa cantidad de falsas alarmas del lado estadounidense. Los sistemas soviéticos eran mucho peores. Ahora los sistemas nucleares están siendo modernizados.


El Boletín de Científicos Atómicos tiene un famoso Reloj del Apocalipsis, y recientemente lo adelantó dos minutos. Explican que el reloj “marca tres minutos antes de medianoche porque los dirigentes internacionales no cumplen con su deber más importante, asegurar y preservar la salud y la vitalidad de la civilización humana”.


Individualmente, esos dirigentes internacionales no son ciertamente estúpidos. Sin embargo, en su capacidad institucional su estupidez es letal en sus implicaciones. Sopesando la evidencia desde el primer –y hasta ahora único– ataque atómico, es un milagro que hayamos escapado.


La destrucción nuclear es una de las dos mayores amenazas para la supervivencia, y es muy real. La segunda, por supuesto, es la catástrofe ecológica.


Existe un conocido grupo de servicios profesionales en PricewaterhouseCoopers que acaba de publicar su estudio anual de las prioridades de los directores ejecutivos. Arriba en la lista está la sobre regulación. El informe dice que el cambio climático no llegó a los máximos diecinueve. De nuevo, indudablemente los directores ejecutivos no son individuos estúpidos. Presumiblemente dirigen sus negocios de modo inteligente. Pero la estupidez institucional es colosal, literalmente pone en peligro la especie humana.


La estupidez individual tiene remedio, pero la estupidez institucional es mucho más resistente al cambio. En esta etapa de la sociedad humana, pone verdaderamente en peligro nuestra supervivencia. Por eso pienso que la estupidez institucional debiera ser nuestra principal preocupación.


Gracias.


Preguntas del público


¿Cómo podemos triunfar sobre la propaganda en los medios y mejorar los medios de comunicación? ¿Mediante la educación?


Es un debate antiguo. En EE.UU. se ha discutido durante más de un siglo dentro del marco de la Primera Enmienda de la Constitución de EE.UU., que prohíbe que la acción del gobierno impida una publicación. Nótese que no protege la libertad de expresión, ni bloquea el castigo por la expresión.


En realidad no hubo muchos casos que tuvieran que ver con la Primera Enmienda hasta el Siglo XX. La prensa estadounidense fue muy libre anteriormente, y hubo una amplia variedad de todo tipo de medios de comunicación: periódicos, revistas, panfletos. Los Padres Fundadores creían en la libertad de información, y hubo muchos esfuerzos por estimular la variedad más amplia posible de medios independientes. La libertad de expresión, sin embargo, no estaba fuertemente protegida.


Decisiones sobre la libertad de expresión comenzaron a tomarse cerca de la Primera Guerra Mundial, pero no por los tribunales. Recién en los años 60 EE.UU. estableció un alto nivel de protección de la libertad de expresión. Mientras tanto en el período entre las guerras hubo amplia discusión dentro del marco de lo que ha sido llamado libertad ‘negativa’ y ‘positiva’, según Isaiah Berlin, de lo que la Primera Enmienda implica sobre la libertad de expresión y de la prensa. Existía un punto de vista llamado ‘libertarismo corporativo’, que afirmaba que la Primera Enmienda debiera incumbir la libertad negativa: es decir que el gobierno no puede interferir con el derecho de los propietarios de los medios de comunicación de hacer lo que les dé la gana. El otro punto de vista era socialdemócrata, y apareció con el Nuevo Trato después de la Depresión y el primer período post Segunda Guerra Mundial. Ese punto de vista sostenía que también debiera haber libertad positiva: en otras palabras, que la gente debiera tener derecho a la información como base para una sociedad democrática. Esa batalla fue librada en los años 40, y ganó el libertarismo corporativo. EE.UU. es poco usual al respecto. No existe nada como la BBC en EE.UU. La mayoría de los países tienen algún tipo de medios nacionales que son tan libres como la sociedad. EE.UU. aporrea esa posibilidad hasta marginarla. Los medios fueron básicamente entregados al poder privado para que ejerza sus posibilidades a su gusto. Es una interpretación de la libertad de expresión en términos de libertad negativa: el Estado no puede intervenir para afectar lo que los propietarios privados decidan hacer. Hay unas pocas restricciones, pero no muchas. Las consecuencias se aproximan bastante a un control de ideas como el descrito por Orwell, y Edward Herman y yo lo discutimos en detalle.


¿Cómo se supera algo semejante? Una manera es la educación; pero otra es volver al concepto de la libertad positiva, que significa reconocer que en una sociedad democrática valoramos el derecho de los ciudadanos a tener acceso a una amplia gama de opiniones y creencias. Es significaría, en EE.UU., volver a lo que fue en efecto la concepción original de los fundadores de la República, y ahí debería estar, no tanta regulación gubernamental de lo que se dice, sino más bien apoyo gubernamental para una amplia variedad de opiniones, busca e interpretación de noticias – que pueden ser estimulados de muchas maneras.


Gobierno significa público: en una sociedad democrática, el gobierno no debiera ser algún Leviatán tomando decisiones. Existen importantes proyectos populares que tratan de desarrollar medios de comunicación más democráticos. Es una gran batalla por el enorme poder del capital concentrado que por supuesto trata de impedirlo por todos los medios posibles. Pero es una batalla que ha tenido lugar durante mucho tiempo, y hay temas fundamentales en juego, incluyendo los temas de libertades negativas y positivas.


¿Alberga algunos pensamientos sobre el impacto de algoritmos de búsqueda y burbujas de búsqueda sobre los intentos del individuo de encontrar información en sus intentos de subvertir los Grandes Medios?


Como todos vosotros, utilizo permanentemente motores de búsqueda. Para gente suficientemente privilegiada internet es muy útil; pero su utilidad llega aproximadamente a la medida en que alguien goza de privilegios. ‘Privilegiado’ significa en este contexto educación, recursos, capacidad de entorno informático para saber lo que se busca.


Es como una biblioteca. Supongamos que se decide ‘quiero ser biólogo’, y así se suscribe a la Biblioteca de Biología Harvard. Todo está contenido, de modo que en principio es posible llegar a ser biólogo; pero por supuesto es inútil si no se sabe qué buscar, y no se sabe cómo interpretar lo que se ve, etc. Es lo mismo en el caso de Internet. Contiene una inmensa cantidad de material –en parte valioso y en parte no– pero requiere entendimiento, interpretación y conocimiento del entorno informático para saber lo que se busca. Eso es bastante, aparte del hecho de que el sistema de Google, por ejemplo, no es un sistema neutral. Refleja intereses de anunciadores en la determinación de lo que es prominente y lo que no lo es, y hay que saber cómo abrirse paso a través de ese laberinto. De modo que volvemos a la educación y a la organización que capacita para proceder.


Debiera subrayar que como individuo, se está bastante limitado en lo que se puede llegar a comprender, qué ideas se puede desarrollar, incluso cómo pensar. Si alguien está aislado, eso limita considerablemente su capacidad de tener y valorar ideas, sea para llegar a ser un científico creativo o un ciudadano activo. Es un motivo por el cual el movimiento sindical siempre ha estado en la vanguardia contra la supresión de información, con programas de educación para trabajadores, por ejemplo, que otrora fueron extremadamente influyentes en el Reino Unido y EE.UU. La decadencia de lo que los sociólogos llaman ‘asociaciones secundarias’, en las que la gente se junta para buscar e investigar, es uno de los procesos de atomización que llevan a que la gente se aísle y enfrente esa masa de información por sí sola. Por lo tanto, la red es un instrumento útil, pero como en el caso de todos los instrumentos, hay que estar en condiciones de utilizarlos, y eso no es tan simple. Requiere un significativo desarrollo social.


¿Cómo sería posible hacer que las instituciones sean menos estúpidas?


Bueno, depende de cuál es la institución. Mencioné dos: una es el gobierno que controla una capacidad nuclear; la otra es el sector privado, que es bastante controlado mediante concentraciones de capital bastante estrechas. Requieren diferentes enfoques. Respecto a la situación del gobierno, requiere el desarrollo de una sociedad democrática que funcione, en la cual una ciudadanía informada tendría un papel central en la determinación de la política. El público no está a favor de enfrentar la muerte y la destrucción de armas nucleares, y en este caso sabemos en principio cómo eliminar la amenaza. Si el público estuviera involucrado en el desarrollo de la política de seguridad, pienso que se superaría esa estupidez institucional.


Existe una tesis en la teoría de relaciones internacionales de que la preocupación primordial de los estados es la seguridad. Pero eso plantea la pregunta: ¿Seguridad para quién? Si se analiza de cerca, resulta que no se trata de la seguridad de la población, es seguridad para sectores privilegiados dentro de la sociedad – los sectores que controlan el poder del Estado. Existe abrumadora evidencia al respecto. Lamentablemente me falta el tiempo para analizarla. Por lo tanto lo que se puede hacer es llegar a un entendimiento de qué seguridad protege realmente el Estado: no es vuestra seguridad. Puede ser superado construyendo una sociedad democrática que funcione.


Sobre el problema de la concentración del poder privado, también es básicamente un problema de democratización. Una corporación es una tiranía. Es el ejemplo más puro de tiranía que se pueda imaginar: el poder reside en el vértice, se envían órdenes de un nivel superior al inferior, y en el último, se tiene la opción de comprar lo que se produce. La población, los así llamados participantes en la comunidad, no tienen casi ningún papel en la decisión de lo que hace esa entidad. Y a esas entidades se les otorgan extraordinarios poderes y derechos, mucho más allá de los del individuo. Pero ninguna parte de esto está grabado en piedra. Nada se basa en la teoría económica. Esta situación es el resultado de, básicamente, la lucha de clases realizada durante un prolongado período por clases empresariales con una consciencia de clase muy elevada, que ahora han establecido su dominación efectiva sobre la sociedad en diversas formas. Pero no tiene que existir, puede cambiar. De nuevo tiene que ver con la democratización de las instituciones de la vida social, política y económica. Es fácil de decir, difícil de realizar, pero lo considero esencial.


Fuente: http://www.informationclearinghouse.info/article41371.htm





Carta de Colombianas y Colombianos por la Paz al Presidente de la República, comandantes de las FARC-EP, EPL, ELN y todos los/as colombianos






Bogotá, junio 8 de 2014. Julio Pulido (Poder Ciudadano)


En comunicado público dado a conocer en la mañana de hoy, Colombianas y Colombianos por la paz saludan y reconocen los esfuerzos de los/as delegados del gobierno y las FARC- EP al anunciar el día de ayer el reconocimiento de los derechos a todas las víctimas del conflicto armado.

En el comunicado, dirigido al Presidente de la República, los comandantes de las FARC-EP, el ELN, el EPL y la sociedad en general, "Colombianas y Colombianos por la Paz valora que para la discusión del punto 3, ninguna organización de victimas puede ser excluida y deben realizarse todos los esfuerzos para asegurar su participación directa. (...) Si la terminación del conflicto es real se deben asumir con transparencia y con todo su valor los derechos a la verdad, la justicia y la reparación"

Resaltan el significativo paso que han dado el gobierno y las FARC-EP, al acordar la creación de una subcomisión de género y llaman a iniciar el proceso de conversaciones entre el gobierno y la guerrilla del ELN al tiempo que piden a la guerrilla del EPL, "reitere su disposición al diálogo de manera pública y precise los alcances de su manifestación"

Valoran la importancia del cese unilateral al fuego que ha decretado las FARC –EP a partir del 9 de junio hasta el 30 pero exigen la valoración de un cese bilateral del fuego como un gesto humanitario "que evite nuevos daños irreparables a la vida e integridad de afros, indígenas, mestizos, mulatos que habitan en territorios rurales y de los propios combatientes"

Por ultimo Colombianas y Colombianos por la Paz Invitan a "ser parte de una pedagogía y comunicación para la paz que contribuya a respaldar la terminación del conflicto armado y la construcción del proceso hacia la paz".








Bogotá D.C. junio 8 de 2014


Señores:


Presidente de la República


Juan Manuel Santos Calderón






Comandante Timoleón Jiménez


Secretariado de las FARC-EP






Comandante Nicolás Rodríguez Bautista


Comando Central – COCE


Ejército de Liberación Nacional – ELN






Mando Nacional


Ejército Popular de Liberación (EPL)






A todas y todos los colombianos.






Los derechos a la verdad y a la justicia: camino hacia la Paz


Colombianas y Colombianos por la Paz, saluda y reconoce los esfuerzos de los/as delegados del gobierno y las FARC- EP que han llegado a acuerdos que permitan dar fin al conflicto armado colombiano.


El fin del conflicto armado significa una oportunidad única para el país en la construcción de la paz con justicia social y ambiental, y la paz para la región.


El histórico y significativo anuncio en que se reconocen los derechos a todas las víctimas del conflicto armado y los 10 principios con los que se van a discutir los mismos son fundamentales para el propósito de la paz.


Colombianas y Colombianos por la Paz valora que para la discusión del punto 3 sea eficaz, ninguna organización de victimas puede ser excluida y deben realizarse todos los esfuerzos para asegurar su participación directa.


Si la terminación del conflicto es real se deben asumir con transparencia y con todo su valor los derechos a la verdad, la justicia y la reparación.


Es muy positivo el acuerdo adicional sobre la creación de una comisión de “esclarecimiento del conflicto” que no sustituye el mecanismo para el esclarecimiento de la verdad es importante en el derecho a la verdad y el deber de la memoria


Una Comisión de la Verdad debe ser legitimada por las víctimas y la sociedad, por lo que es importante que tanto el gobierno como la guerrilla de la FARC, el ELN y EPL, valoren una discusión directa con los gestores de iniciativas de Comisiones de Verdad como la de la Ruta Pacífica de Mujeres, la de Comunidades Construyendo Paz, CONPAZ, y del MOVICE, entre otras-


Las posibilidades de camino hacia la paz deben estar de la mano de la verdad y de la justicia. Ninguna Comisión de la Verdad sustituye el papel de la justicia. Como lo han expresado las partes, no se están negociando impunidades, de ahí que conforme al derecho interno e internacional, el derecho a la justicia sustentará la paz duradera, sostenible y sustentable. En este sentido, Colombianas y Colombianos por la Paz seguirá trabajando en iniciativas de verdad y de justicia para que los derechos de las victimas y de la sociedad a la paz sean protegidos


Valoramos muy positivamente la creación de una subcomisión para avanzar en el punto cinco de la agenda pactada en el Acuerdo General, son avances importantes, pues aseguran la celeridad del proceso.


Colombianas y Colombianos por la Paz resalta el significativo paso que han dado el gobierno y las FARC-EP, al acordar la creación de una subcomisión de género "para que los acuerdos alcanzados y un eventual acuerdo final tengan un adecuado enfoque de género".


Para que la solución del conflicto armado sea completa y eficaz se requiere que se inicie el proceso de conversaciones entre el gobierno y la guerrilla del ELN, resolviendo las diferencias existentes.


Del mismo modo, llamamos a que la guerrilla del EPL, reitere su disposición al diálogo de manera pública y precise los alcances de su manifestación


Colombianas y Colombianos por la Paz reconoce la importancia del cese unilateral al fuego que ha decretada las FARC –EP a partir del 9 de junio hasta el 30 del mismo mes y comprende la posición expresada por el ELN.


Sin embargo, como lo vienen expresando las comunidades rurales que padecen el conflicto armado se requieren gestos humanitarios y la valoración de un cese bilateral del fuego que evite nuevos daños irreparables a la vida e integridad de afros, indígenas, mestizos, mulatos que habitan en territorios rurales y de los propios combatientes.


Acordar un cese bilateral al fuego posibilitará gestos humanitarios y el desescalamiento del conflicto. Decisiones en este sentido deben contribuir a lograr desarmar la palabra, la política y encontrar caminos de entendimiento para que la paz sea un sueño realizable.


Invitamos a todos a ser parte de una pedagogía y comunicación para la paz que contribuya a respaldar la terminación del conflicto armado y la construcción del proceso hacia la paz.






Con esperanza de un nuevo porvenir,





Colombianas y Colombianos por la Paz



















La quiebra histórica del MOIR

Fernando Dorado

Activista social









Las coincidencias entre Jorge E. Robledo y Álvaro Uribe…




Jorge Enrique Robledo y Álvaro Uribe Vélez representan en este momento dos vertientes políticas de una misma clase social: la Burguesía Agraria. Es la razón de que el MOIR y el Centro Democrático coincidan en varios temas y aunque en otros difieran, no son antagónicos. Es fundamental entender en esta coyuntura política las causas históricas, las limitaciones ideológicas y los factores que llevaron a que un proyecto partidista del proletariado colombiano hubiera terminado al servicio de la burguesía.




Sólo un análisis de clase, una reconstrucción histórica de los hechos sociales y económicos y del devenir de las concepciones políticas e ideológicas comprometidas, nos permitirá explicar por qué coinciden estos dos personajes en este instante de la vida política del país. Ambos han concurrido en el apoyo a los paros agrarios, se han identificado en las reivindicaciones estrechas y economistas de esas luchas, y hoy se oponen al unísono a la reelección de Santos. Uribe con candidato propio (Zuluaga) y Robledo con el Voto en Blanco, aspirando a ser neutral.




Así el destacado senador del MOIR se defina como de “izquierda” y el otro sea un representante eximio de la extrema-derecha colombiana, ambos personifican en este instante – desde vertientes políticas diferentes – los intereses de la burguesía agraria. Así como Uribe necesita a las FARC para crecer y mantenerse como proyecto político, el MOIR necesita de su rival de clase para sentir que están jugando un papel revolucionario en la sociedad colombiana.




Robledo es hijo de una familia de clase media alta de Ibagué. Uribe es hijo de un campesino rico antioqueño. Por circunstancias de la vida han terminado representando a la misma clase, disputándose su dirección política. El dirigente de izquierda quiere convertirla en punta de lanza contra el imperialismo estadounidense mientras el líder de la derecha se apoya en ella para construir su proyecto nacionalista-comunitario, una especie tropical y sui géneris de nacional-socialismo criollo. El primero sueña mientras el otro construye su proyecto totalitario.







La historia







El Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario MOIR es, después del Partido Comunista, la segunda organización partidaria de izquierda más antigua de Colombia y la más estructurada y cohesionada en el momento actual. Es el eje organizativo e ideológico del Polo Democrático Alternativo. Fue fundado en 1968 por Francisco Mosquera y ha hecho aportes importantes al proceso revolucionario colombiano pero – también –, ha cometido graves errores históricos.




“Pacho” Mosquera se esforzó durante dos décadas por demostrar que en Colombia existía una burguesía nacional que tenía contradicciones con el imperialismo. Realizó valoraciones y estudios económicos para demostrar su existencia. Esculcó en los pronunciamientos de los gremios y de diversas figuras políticas representativas para revelar cómo esa burguesía nacional se manifestaba contra la dependencia imperialista. Fue la suya, una labor titánica para conseguir que esa verdad científica fuera aceptada. Sin embargo, él era muy consciente que dicha burguesía era supremamente débil y vacilante.




Para alimentar el debate es necesario usar una larga cita de su folleto “Lecciones de táctica”. Mosquera decía en 1978: “Ayer hablábamos sobre la necesidad de la alianza con la burguesía nacional, y de ésta como posible aliada del proletariado en la revolución nacional y democrática, así no tuviera una manifestación muy clara, su carácter fuera vacilante y representara el ala derecha del frente patriótico. Hoy hacemos hincapié en que el frente no se puede guiar por los postulados programáticos reformistas de la burguesía nacional, así luchemos por conseguir un acuerdo con ella;pero un acuerdo revolucionario. Ayer luchábamos contra el sectarismo de quienes rechazaban todo compromiso, y nos tocó comenzar por probar la existencia misma de una burguesía que tenía contradicciones insalvables con el imperialismo y sus intermediarios. Hoy hay que insistir en que esa burguesía a veces le teme más al pueblo que al imperialismo, en que no podemos ceder ante sus tendencias derechistas, ni fomentar sus vacilaciones, ni permitirle la engañifa de que se pueden curar las actuales dolencias de la sociedad sin extirpar el origen de las mismas. Nos esforzamos por explicarles a nuestros camaradas que si el MOIR se va a la cola de esta tendencia, hipoteca su independencia política y traiciona la revolución. Si nos vamos detrás de la teoría oportunista en boga, ponemos en juego la independencia de clase del Partido y su legítima aspiración a dirigir la revolución. Esta batalla, su desarrollo, no depende únicamente de nosotros. Está en discusión uno de los problemas centrales, el de quién dirige a quién, y el Partido debe hacer un esfuerzo por esclarecérselo a la militancia y a las masas.”1







Pero lo trágico para ese dirigente revolucionario, para su partido y en parte para la Nación colombiana consiste en que, esa burguesía nacional fue exterminada física, económica y políticamente en menos de una década. La alianza criminal entre una burguesía burocrática descompuesta, la gran burguesía en proceso de transnacionalización y las mafias de narcotraficantes que habían permeado a la sociedad colombiana, le dieron un golpe de gracia a esta débil clase que había surgido a principios del siglo XX.




La burguesía nacional, en la que Mosquera fundaba algunas esperanzas, fue liquidada materialmente a finales de los años 80s y principios de los 90s del siglo pasado. La ilusión del fundador del MOIR de que esa clase capitalista cumpliera una función revolucionaria y nacionalista, así fuera “empujada” por el proletariado y los campesinos pobres, se quedó sin soporte real.

La historia está allí y escrita. Los principales líderes políticos de esa burguesía nacional (Rodrigo Lara Bonilla y Luis Carlos Galán) son asesinados por agentes del narcotráfico en los años 80s por encargo de políticos corruptos. Más adelante, esos capitalistas nacionales fueron entregados a la voracidad del mercado global a partir de 1990 y son llevados a la quiebra económica o absorbidos por los grandes grupos y conglomerados financieros (eje económico de la burguesía transnacionalizada). Y, los herederos políticos de esa burguesía nacional (César Gaviria Trujillo y los hijos de Galán Sarmiento), enterraron las ideas políticas elaboradas durante más de 40 años por los Lleras, Echavarría Olózaga y otros teóricos burgueses. Ellos traicionaron a esa fracción de clase y terminaron absorbidos por la burguesía burocrática.




Es una tragedia porque el trabajo de toda una vida se desvaneció casi de un momento para otro. La teoría de la alianza entre los trabajadores y la burguesía nacional para poder realizar la revolución de Nueva Democracia, se quedó sin piso real en la realidad Constatar esa situación y no tener la capacidad para reaccionar ante ella, llevó a Pacho Mosquera a la muerte.




Pero no sólo es el exterminio de la burguesía nacional. Como tenía que ser, el proletariado colombiano fue fuertemente golpeado en su estructura básica, grandes empresas y factorías fueron liquidadas por la apertura económica y los trabajadores del Estado son colocados a la defensiva por los procesos de privatización y liquidación de empresas estatales. La desregulación y liberalización de las normas laborales sirvió de soporte jurídico para la legalización de la tercerización y la precarización de las formas de contratación, proceso que ya venía aplicándose de hecho desde hacía más de una década.




Para acabar de completar, la guerrilla contribuyó con su parte. Con su accionar militarista y anti-político en la etapa de ofensiva militar entre los años 1982 y 1998, convirtieron a los campesinos ricos y escasos capitalistas del campo en su principal objetivo económico y político, lo que contribuyó a que la burguesía agraria se convirtiera en un apéndice ideológico de los grandes latifundistas. Es claro que esa burguesía agraria desde su origen tenía grandes dosis de conservadurismo clerical por ser hija de hacendados esclavistas y terratenientes feudales. Entre ellas se destaca especialmente la burguesía agraria cafetera surgida en el eje antioqueño-caldense y la burguesía cañera del Valle y norte del Cauca.




La historia en el MOIR




Lo que no podía imaginar Mosquera era que al colocar tanto énfasis en la alianza con la burguesía nacional, ese aspecto de su estrategia se fuera a constituir después de su muerte en un factor ideológico y político para que representantes de esa burguesía nacional se posicionaran en la dirección de ese Partido, completando un proceso de desnaturalización de esa organización.




¿Cómo fue ese proceso? Durante la década de los años 90s la representación proletaria dentro del MOIR fue mermada. La mayoría de dirigentes sindicales fueron liquidados de las empresas estatales o de factorías industriales donde tenían trabajo organizativo (USO, TELECOM, Caja Agraria, Ferrocarriles Nacionales, Fabricato, Icollantas y numerosas empresas y sectores productivos) y aunque intentaron mantener sus vínculos de clase, esa labor se dificultó por las luchas intestinas entre organizaciones políticas por la dirección de los sindicatos. Otros dirigentes sindicales se burocratizaron y se fueron desprendiendo del partido en medio de las divisiones posteriores a la muerte de su fundador.




Un poco antes en el tiempo se produce el rompimiento del Pacto Internacional del Café en julio de 1989. Ello generó condiciones para que la inestabilidad se apoderara de la economía cafetera a nivel mundial y nacional. El gerente de la Federación Nacional de Cafeteros de entonces dijo: “El Pacto Cafetero fue un soporte para la economía colombiana durante 30 años. Fue un acuerdo fundamental. Pero a finales de los 80 las condiciones mundiales empezaron a cambiar con la idea de la libertad del mercado y la reducción del Estado. Por eso entran en crisis todos los acuerdos. Se consolidaba así la hegemonía del Consenso de Washington y la Escuela de Chicago”2.




Pero además, la Gran Burguesía en proceso de transnacionalización en Colombia – al calor de la embriaguez neoliberal –, feriaba al mejor postor casi todas las empresas financieras, de servicios, transporte y otras áreas productivas que los cafeteros habían construido en más de 70 años de trabajo. El Banco Cafetero, la Flota Mercante Gran Colombiana, Avianca, y otra serie de empresas de importancia vital para ese gremio fueron privatizadas y casi confiscadas por la gran burguesía. Lo único que no pudieron hacer fue acabar con la misma Federación, aunque lograron que los grandes productores se refugiaran en el control de la exportación para mantener sus enormes ganancias, a expensas de los pequeños y medianos caficultores.




Como es natural, los productores cafeteros sufrieron las consecuencias del rompimiento del pacto cafetero y de las políticas neoliberales aplicadas en Colombia. A mediados de la década de los años 90 la gran mayoría de caficultores colombianos estaban al borde de la quiebra, endeudados con los bancos y con una Federación de Cafeteros cada vez más debilitada por los gobiernos neoliberales en boga, casi inhabilitadas para prestar sus tradicionales servicios de asistencia técnica, transferencia de tecnología y apoyo financiero al agro.




Ese terreno es aprovechado por los dirigentes del MOIR, que como en el caso de Robledo estaban viviendo en la región. Él oficiaba como profesor de arquitectura en la Universidad de Caldas y contribuía en el trabajo con caficultores que realizaba Aurelio Suárez Montoya en el departamento de Risaralda. Organizan primero Unidad Cafetera en compañía de los dirigentes liberales Fabio Trujillo Agudelo y Leonidas Arango Escobar para defender los intereses de los caficultores colombianos, y más adelante conforman el Movimiento de Salvación Agropecuaria con Ángel María Caballero, que agrupó a otros sectores agrarios como arroceros, paneleros, ganaderos y cacaoteros.




Tanto el trabajo con Unidad Cafetera como con el Movimiento de Salvación Agropecuaria le permiten al MOIR revivir de las cenizas. Suárez se convierte en diputado y más adelante, Robledo es elegido senador. Las relaciones se ensanchan a una buena parte del país y la organización se consolida recuperando cuadros formados en largas décadas de trabajo político y lucha social. Fue una labor meritoria y sacrificada que tuvo una serie de deficiencias que marcaron el devenir político que estamos describiendo y que se corresponden con las limitaciones ideológico-políticas que se heredaron del período anterior.




En forma sintética presento esas deficiencias en la formación ideológica-política, en la práctica organizativa y en la lucha social, que deben ser objeto de una exposición más detallada y amplia en un posterior artículo. Son:

Dogmatismo en la formación filosófica que llevó a Francisco Mosquera a no partir de la realidad de la estructura social y económica colombiana y lo condujo a aplicar mecánicamente las teorías “maoístas” sobre la revolución de Nueva Democracia, en especial, el papel de la burguesía nacional en ese proceso.

Sobrevaloración del poder de la URSS, a la que Mosquera definió como “Social-imperialismo Soviético” siguiendo algunas formulaciones del Partido Comunista Chino PCCH y Albanés PTA, identificando a la Unión Soviética como el principal enemigo de la humanidad. De contera, caracterizó a las FARC como agente del revisionismo soviético y también como el principal enemigo del pueblo colombiano, idea extrapolada por renegados moiristas que la pusieron más adelante al servicio del uribismo.

Práctica del “anarco-sindicalismo” en las organizaciones sindicales, gremiales y sociales, preocupándose en lo fundamental por nuclear cuadros hacia el Partido pero sin construir organización propia de las masas populares. La lucha por el control de las direcciones y la asignación de tareas políticas a las organizaciones amplias de las masas, se constituyó en un problema que llevó al MOIR a grandes confrontaciones con otros sectores políticos.




Estos tres aspectos (entre otros) de la formación ideológica y de la práctica política del MOIR, llevaron a que esta organización se concentrara, por un lado, en la problemática agraria, alimentándose fundamentalmente de militantes cafeteros, pero sin crear una base campesina que sirviera de contrapeso al papel cada vez más preponderante de dirigentes de los campesinos ricos y de la burguesía agraria. Esos elementos más pudientes de los caficultores utilizaron e instrumentalizaron la labor del MOIR en momentos álgidos y de grave crisis económica (acumulación de deudas bancarias, bajas de precios del café, importaciones de arroz y otros productos, encarecimiento de insumos agropecuarios, etc.). Esa situación se presentó en 1996-98, 2003 y 2013-14, pero frente al conjunto de las políticas neoliberales de los diversos gobiernos oligárquicos no acompañaron a esa organización de izquierda.




Fue así como la prueba de fuego le llegó al MOIR en el auge del Paro Nacional Agropecuario de 2013. La dirigencia derechista de la burguesía agraria encabezada por Álvaro Uribe Vélez había apoyado el paro cafetero de febrero-marzo de 2013, pero frente a los avances del movimiento agrario en agosto del mismo año en torno a la consigna de renegociar los TLCs, Uribe le retira el apoyo al movimiento y alerta sobre que “no se debe cerrar la economía”. Era el momento y el instante de romper una alianza de hecho y denunciar al uribismo ante el conjunto de las masas productoras del sector agropecuario.




El MOIR no lo hizo. No lo podía hacer por su “nueva” naturaleza de clase. Así fortaleció a Uribe y a su candidato Zuluaga quien fue el que canalizó el trabajo y la lucha del MOIR. La dirección de Dignidades Agropecuarias cedió a las presiones del gobierno, se tranzó por ratificar los acuerdos del paro cafetero que fueron de tipo inmediatista, economista y gremial, renunciando a la bandera principal que el movimiento agrario había levantado contra los Tratados de Libre Comercio. El MOIR de esa manera consagró su quiebra histórica. El proletariado y sus intereses generales quedaron olvidados en el pasado. Hoy su política es la de la burguesía agraria, que como lo dijo Pacho Mosquera “le teme más al pueblo que al imperialismo”.




En próximo artículo entraremos más en detalle en la formación ideológica y política del MOIR. Esa formación fue el factor fundamental para que – en el contexto particular de Colombia – ese proceso de involución política se hubiera presentado. De igual manera miraremos con más profundidad las causas de su actual postura frente a otras clases, ante el nuevo proletariado en desarrollo, frente a los campesinos e indígenas, a las expresiones políticas de la pequeña-burguesía en vías de proletarización (Petro, Claudia López) y su actitud en la actual coyuntura electoral en donde llama en cabeza de Robledo a votar en blanco.




Es interesante destacar que casi todas las organizaciones “maoístas” de América Latina terminaron del lado de la burguesía. Ejemplo, Bandera Roja en Venezuela. Es el resultado – en lo fundamental – de una concepción política no proletaria, pequeño-burguesa y burguesa, y a la no comprensión científica de nuestra compleja realidad que es particular y única, y que requiere de la construcción de nuevos paradigmas para comprenderla y transformarla.




Nota: La tragedia es todavía más dramática. La otra vertiente de la izquierda – armada –, o sea, las FARC, de origen campesino, también terminó representando a una burguesía agraria en formación (emergente), resultado de la acumulación capitalista en zonas de colonización impactadas por la economía del narcotráfico. Hoy esa incipiente burguesía agraria busca cómo legalizar sus tierras y capitales e integrarse al mercado capitalista. En ese dilema se encuentran los dirigentes farianos, presionados por esa burguesía agraria pero a la vez, por militantes y combatientes que se acostumbraron a vivir de y en la guerra. Ese es su dilema.Edición N° 00402 – Semana del 6 al 12 de Junio – 2014




1 Francisco Mosquera. “Lecciones de táctica y de lucha interna”. http://www.moir.org.co/LECCIONES-DE-TACTICA-Y-DE-LA-LUCHA,1580.html




2 Revista Dinero. Bogotá, julio de 1989. Edición impresa.