Son 71 jóvenes de la práctica de apropiación territorial denominada Gestores Comunitarios. Ellos y ellas han llevado comida y elementos de subsistencia a 20 familias desplazadas integradas por alrededor de 80 personas. Empezaron labor para restituir, de aquí al 31 de diciembre, algún derecho –salud, educación u otro- a esta comunidad que vive en ´cambuches´, a través de la mediación ante los entes estatales respectivos.
Bogotá, agosto 19 de 2015.
Los 71 jóvenes que en la mañana del miércoles 19 de agosto llegaron al barrio Montebello de la localidad de San Cristóbal, a reunirse con cerca de 80 personas venidas de Curvaradó, Buenaventura y otros municipios del pacífico colombiano, hasta hace poco pasaban sus días en la calle, ´parchando´, y en alto riesgo de entrar en conflicto con la ley.
Son jóvenes entre 18 y 28 años que ingresaron voluntariamente al programa Jóvenes en Paz, que desarrolla el Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y la Juventud (Idiprón), mediante el cual reingresan al estudio académico en primaria o bachillerato o en formación técnica laboral en el Sena y a la vez realizan prácticas en temas diversos al servicio de Bogotá y sus habitantes. Todo, en seis días de cada semana, durante un año por lo menos, a cambio de un dinero que garantiza su permanencia y que se entrega según asistencia diaria.
Estos y estas 71 jóvenes se vincularon a la práctica llamada Gestores Comunitarios con la cual aprenden a recorrer sus barrios con el propósito de identificar problemas, vulnerabilidades y potencialidades y a realizar acciones organizadas que favorezcan a sus comunidades.
Hace dos semanas 36 jóvenes que trabajan en la zona bajo la coordinación del profesor Gabriel Gómez, del Idiprón, hablaron con la comunidad desplazada de municipios del Valle del Cauca y de Chocó, y poco después les llevaron comida y ropa recolectada con otras personas solidarias.
Entre estos y estas jóvenes hay varios que viven en el sector de San Cristóbal y fueron quienes ubicaron a las familias desplazadas; luego se les unieron otros y otras que habitan en Egipto, Ciudad Bolívar, Bosa, Rafael Uribe, Santafé, Candelaria; y el 19 de agosto se les sumaron 35 jóvenes más que trabajan en otras zonas de la ciudad liderados por Diana Viancha, del Idiprón.
Este miércoles 19, compartieron una aguadepanela comunitaria, más ropa y más comida, y empezaron a concretar una forma de trabajo y acompañamiento, tras identificar a tres líderes de la comunidad del Pacífico.
De aquí en adelante los y las 71 Jóvenes en Paz seguirán investigando, discutiendo, estableciendo cómo llegar a entidades distritales y nacionales para ayudar a esta comunidad desplazada por paramilitares y guerrilleros.
Estos y estas jóvenes se convertirán en agentes solidarios y mediadores para que el Estado asuma el restablecimiento de los derechos a estas personas de todas las edades, que viven en ´cambuches´ de plástico y sobre la tierra.
La meta: que el 31 de diciembre los mismos 71 jóvenes que se sentían totalmente excluidos de la sociedad hasta hace pocos meses, hayan logrado, como parte de su práctica en el programa Jóvenes en Paz, vincular a estas 20 familias desplazadas a servicios de salud, educación o algún otro.
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