lunes, 31 de agosto de 2015

Jóvenes en Paz recuperan terreno e instalan parque en barrio La Paz


·        Durante dos meses, 25 jóvenes vinculados a la práctica de apropiación territorial de Gestión Ambiental del programa Jóvenes en Paz del Idiprón, desarrollaron el proyecto al sur de Bogotá.

Bogotá, agosto 28 de 2015.

La preinauguración del parque "Amigos de la Paz" se llevó a cabo el 26 de agosto en un terreno del barrio La Paz, sector La Torre, localidad Rafael Uribe Uribe, que hacía parte de una zona de manejo y protección  ambiental de la quebrada la Hoya, hoy canalizada por debajo del sector.

Natalia  Castro, docente de la práctica de Gestión Ambiental del programa  Jóvenes en Paz, explica cómo se desarrolló el proyecto. "Todo fue autogestionado. El parque fue donado, las llantas de alrededor de la cancha las trajimos con los jóvenes del barrio Molinos y de algunas partes cerca al Portal de Usme, y las pinturas las pusimos entre todos, hicimos vaca, lo mismo que para los regalos y refrigerios que dimos aquí en la preinauguración, cada uno trajo lo que pudo".

Los jóvenes llegaron al barrio con un interés ambiental. "Vinimos sobretodo a concientizar a la gente para recuperar el sitio, entonces don Alexander nos comentó del parque que le iban a regalar y que no tenía quién le colaborara; nos le ofrecimos, que pa'las que sea, y ahí iniciamos el proyecto. Ha sido una bonita labor ",  dice Juan Carlos Arévalo, jóven vinculado a Jóvenes en Paz.

Este terreno, que los habitantes del lugar habían convertido en basurero, empezó a ser rescatado por algunas personas de la zona y luego por los jóvenes del Idiprón. "Nos decidimos a recuperar este pedazo para los niños y para nosotros, esto era un botadero de basura, un mierdero, perdón la palabra", afirma Miguel Cardona, quien vive a media cuadra del parque.

Un vecino del sector, Alexander Martínez, consiguió que un Conjunto residencial del norte de Bogotá le donara un parque que quitaron allá. A Conjuntos ubicados entre las calles 100 y 170, va con frecuencia a comprar libros usados.

"Cuando llegué aquí hace cinco años no había nada, empecé con una pala y una escoba, barriendo, con un vecino, Miguel..luego el coordinador de deportes, don Pablo, nos ayudó con los arcos...los jóvenes del Idiprón nos han colaborado mucho. La mejor herencia que uno le puede dejar a un niño es la felicidad", relata Alexander.

A la preinauguración acudió poca gente, pero igual los jóvenes se sienten apoyados por la comunidad.

"Una compañera de la UPI (Unidad de Protección Integral) de Perdomo, que vive aquí, nos informó del lote..uno se siente satisfecho porque yo también tengo hijos y acá no había parque ni nada..faltan todavía muchas cosas", destaca Alexandra Trujillo Gutiérrez, jóven de 23 años vinculada a Jóvenes en Paz.

El proyecto en el que quieren concentrarse ahora es en la construcción y dotación de la biblioteca comunitaria para el sector.

Estos jóvenes, de 18 a 28 años, hasta hace pocos meses 'parchaban' en las calles de sus barrios la mayor parte de los días, en alto riesgo de conflicto con la ley.

Tras vincularse voluntariamente al programa Jóvenes en Paz, luego de que el Idiprón los invitara, ahora pasan seis días a la semana estudiando primaria o bachillerato en la Escuela Pedagógica Integral de la entidad, o técnica laboral  en el Sena, y desarrollando proyectos al servicio de sus barrios y de la ciudad en una de las seis prácticas de apropiación territorial del programa. A cambio, reciben un dinero como garantía de permanencia, por cada día que asistan y cumplan.

"Yo estoy terminando bachillerato...antes era ama de casa...me cambió la vida porque antes era muy drogadicta y esto me ayudó a coger conciencia y a pensar...la relación con mi hijo también ha cambiado", concluye Alexandra Trujillo,  de 23 años, vinculada a Jóvenes en Paz.

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