Maldonado indicó que “hay muchas coincidencias entre la política nacional de vivienda, y la distrital, que nosotros celebramos. Por ejemplo, haber reconocido que dejar la producción de vivienda de interés prioritario solo a condiciones de mercado y solo al sector privado hacía imposible el acceso de los más pobres a la vivienda”.
La Secretaria indicó que por esas razones ahora se está trabajando en mecanismos de licitaciones o concursos con los constructores, que con gestión de suelo, y el incremento de los subsidios que ha logrado hacer el Gobierno Nacional, permitan variar lo que hasta ahora era un subsidio parcial a la demanda, por lo que todo el peso de la construcción de vivienda estaba en el sector privado.
Para Maldonado, la segunda coincidencia es el nuevo porcentaje obligatorio de Vivienda de Interés Prioritario, VIP, “ya que antes había Vivienda de Interés Social o Prioritario, y el constructor, o propietario de suelo, escogía obviamente la del precio más alto. La ley de Vivienda establece un 25% obligatorio de VIP; el Plan de Desarrollo Bogotá Humana establece un 20% en el primer año, y un 30% en el segundo. La única diferencia es que Bogotá va a aplicarlo no solo en desarrollo sino en consolidación, porque nuestra ciudad crece prioritariamente en densificación”.
“Para la construcción de VIP, el Distrito postuló una serie de lotes, varios de ellos en el denominado centro ampliado, y algunos en suelo de expansión o de desarrollo, entre ellos el de Campo Verde. El lunes, Findeter respondió a la postulación e hizo observaciones a los lotes. Vamos a sustituir eventualmente algún lote porque hemos venido encontrando lotes públicos”, señaló Maldonado.
El segundo tema que queremos resaltar es el esfuerzo que está haciendo el Distrito en postular unos lotes localizados en zonas muy centrales y muy bien localizadas de la ciudad, en concordancia con la política del Plan de Desarrollo Bogotá Humana, de evitar la exclusión social y mejorar las condiciones de localización de la vivienda.
Sobre el tema de Campo Verde, Diego Bravo, Gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá sostuvo que “debido a una decisión del Consejo de Estado, de suspender la obra del interceptor Tunjuelo-Canoa, no seguimos adelante con la idea de construir vivienda en Campo Verde, pues al no poder conectar el canal Cundinamarca al interceptor se corre el riesgo de inundación. Si esta obra se hace, con adecuación hidráulica al río, el riesgo se reduce de manera muy importante”.
Según Bravo, “nosotros, lo que estamos proponiéndole al Gobierno Nacional, es que dadas las nuevas condiciones de la sentencia del Consejo de Estado, no nos dan la posibilidad de mitigar en condiciones optimas el riesgo de inundación en Campo Verde. No podemos arriesgar a la población a vivir lo que ya han vivido otros hogares en Bogota recientemente. Debemos proteger las condiciones de vida de las personas”.
Así entonces, explicó, “se ha pedido al Gobierno Nacional que conceda un espacio de tiempo para que esa posibilidad de mitigación se establezca de manera definitiva o para ubicar otros lotes, lo que implica gestión del suelo ya que la tierra en Bogotá, en su mayoría, es de propiedad privada”.
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