domingo, 26 de febrero de 2017

De la madre tierra al plato

Por Luz Neila Gutiérrez Cortina


Nuestros, abuelos y padres trabajaron de esta forma cuidando siempre la pacha mama o madre tierra, sin contaminarla con agro químicos si estas personas que la violentan supieran el dolor que ella siente, es como si el hijo golpeara a su propia madre, que le dio la vida, alimentan durante un año con su pecho mientras nuestra segunda, madre la pachamama lo hace los años que duramos aquí en este paraíso.


El manejo integral de la granja autosuficiente Altamira, ubicada en el municipio de San Francisco de Sales, Departamento de Cundinamarca, todo su proceso se hace con principios verdes y orgánicos significa el aprovechamiento al máximo de los recursos naturales sin violentar la naturaleza. Permite que nuestra granja produzca todo lo que la familia y la sociedad necesitan para ser feliz y prosperar dentro de unos ecosistemas naturales que nutren y mantienen la riqueza de los recursos naturales. Además, genera abundancia para participar en el mercado con nuestros excedentes y que a su vez promovamos empleo productivo en cadenas de transformación y procesamiento de nuestros productos que traerán beneficios para nuestras comunidades y generará mayor riqueza, haciendo que en red podamos acercarnos a un verdadero supermercado integral con un ciclo de producción durante las 52 semanas del año.

Teniendo tierra no podemos seguir supliendo nuestra canasta familiar con alimentos que llegan desde abastos, la mayoría contaminados y en muchas oportunidades regados con agua de río Bogota. No hay mayor satisfacción que consumir en nuestra casa lo que hemos podido producir en la propia granja, alimentos eco saludables, nutritivos y llenos de nuestro cuidado y relación con la tierra. Al contrario, que salgan cargados los camiones de frutas, hortalizas y carnes de los campos paran las ciudades y el mundo con sello verde, son metas que nos debemos fijar a corto plazo y que a través de este proyecto podemos hacerlas realidad.

Sentirnos orgullosos de esta patria grande que produce todo lo que sembremos para recoger con calidad y en abundancia enfrentarnos a los grandes retos que nos exige los Tratados de Libre Comercio (TLC) y las incertidumbres de un ambiente cada vez más tóxico y contaminado bajo los efectos de un cambio climático acelerado por el hombre.



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