martes, 4 de septiembre de 2012

Alcaldes de ciudades capitales le piden a Santos impedir el monopolio extranjero en telecomunicaciones


Septiembre 4 de 2012 Los directivos de la Asociación Colombiana de Ciudades Capitales, pidió la intervención directa del presidente de la República, Juan Manuel Santos, para evitar la concentración de capital extranjero privado en las telecomunicaciones, en desmedro de las empresas estatales.
  
La Asociación considera que en la subasta prevista para nuevas tecnologías no se permita la participación de Comcel-Telmex y pide que se hagan efectivas las medidas regulatorias para detener la concentración de mercado de dicho operador. También demandan garantías de acceso al espectro a las empresas públicas, en beneficio de la competitividad regional y en procura de una inversión pública sostenible en un mercado competido.
  
La carta al presidente Santos, firmada por los alcaldes Anibal Gaviria (Medellín, presidente de la Asociación), Gustavo Petro (Bogotá), Rodrigo Guerrero (Cali), Elsa Noguera (Barranquilla), Freddys Miguel Socarrás (Valledupar), Jorge Rojas Giraldo (Manizales), María Susana Portela (Florencia), Harold Guerrero López (Pasto), Fernando Flórez (Tunja) y Luis Emilio Tovar (Arauca), es la siguiente:

 “Doctor
JUAN MANUEL SANTOS CALDERON
Presidente de la República
Casa de Nariño
Bogotá D.C.
  
Asunto: Los riesgos del monopolio y la inversión pública en el sector de TIC
  
Respetado Señor Presidente,

La prosperidad y el desarrollo económico y social, requieren una plataforma competitiva moderna que sea altamente eficiente y productiva. Usando el símil de las locomotoras, sería como decir que ellas requieren de un ferrocarril de avanzada, que para el caso que queremos presentarle sería el sector de las TIC, Tecnologías de la Información y la Comunicación.
  
Son incuestionables los avances que en los últimos años el país ha logrado en este frente, pero hoy vemos con profunda preocupación los muy altos niveles de concentración que en el mercado de las Telecomunicaciones ha alcanzado el operador Comcel – Telmex, replicando en muy buena medida la posición de dominancia que ha logrado en su país de origen (México), con consecuencias que son bien conocidas pero no de grata recordación. Esta concentración ya ha generado problemas de competencia en el mercado Colombiano de telefonía móvil, que no han podido ser controlados por las autoridades correspondientes desde el 2009.
  
En nuestro país tal dominancia y las fallas del mercado pueden profundizarse muchísimo más, a raíz de la subasta de espectro que adelanta el Ministerio de las TIC para los próximos días. Como bien se sabe, el espectro, recurso finito, es el insumo esencial para la prestación de comunicaciones móviles, así que cualquier ligereza o carencia de equidad competitiva en tal subasta, puede conducir a la exacerbación de un indeseable cuasi-monopolio en telecomunicaciones en cabeza de una empresa extranjera de capital privado. Esta concentración tiene efectos nefastos para nuestro objetivo de desarrollo económico y social que conlleve prosperidad para todos.
  
En primer lugar, el país, en un servicio tan vital como el que más, quedaría a merced de las condiciones impuestas por un solo jugador, con todas las consecuencias que sean imaginables, especialmente para aquellos usuarios de menores ingresos que deberán pagar mayores tarifas y así mismo, las entidades territoriales verían amenazada la consecución de sus metas de competitividad regional que se basan en buena medida en las telecomunicaciones.
  
En segundo término, tanto la Nación como múltiples entidades territoriales, tenemos, de muchos años atrás, ahorro público representado en inversiones en telecomunicaciones, las cuales en el muy eventual escenario descrito perderían su valor, su capacidad de generar ofertas de servicios comparables a las del operador dominante y con ello se pondría en riesgo inminente buena parte del ahorro de los colombianos.
  
La presente subasta se convierte en el escenario crucial para establecer medidas que efectivamente eviten una concentración mayor en el mercado de telecomunicaciones y sus efectos nefastos para la economía y el bienestar social, para lo cual es indispensable una intervención en tres sentidos. Primero que no se permita la participación de Comcel-Telmex en dicha subasta. Segundo, que se hagan efectivas las medidas regulatorias para detener la concentración de mercado de dicho operador. Tercero, debe garantizarse el acceso a espectro a las empresas públicas, en beneficio de la competitividad regional y en procura de una inversión pública sostenible en un mercado competido.

Señor Presidente, no podemos comprometer ni poner en riesgo el desarrollo de mediano y largo plazo, por alcanzar unos indicadores de corto aliento, por  atractivos que ellos puedan parecer.

Confiamos en que con su buen juicio el Gobierno logrará construir el “ferrocarril” de cuarta generación de las TIC, que le permitan a las locomotoras del desarrollo actual y futuro su destino que no es otro que Prosperidad para Todos”. 

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