Con la fe en Dios tengan la certeza que, el alcalde mayor, el secretario de gobierno, cada uno de los alcaldes locales y cada uno de los funcionarios y contratistas del distrito, le estamos apostando a una Bogotá humana, a una ciudad que de frente al nuevo siglo, por sobre todo, tenga como centro de todas las cosas, el desarrollo del ser humano. Obviamente tocamos muchos callos, tocamos muchas puertas que deben ser abiertas y que en algún momento se le habían cerrado a la ciudad de Bogotá, pero nosotros estamos esperando un completo compromiso del Consejo de la ciudad, que debe hacer llave con la administración distrital. Debe dar los recursos, para que lo que hemos planteado en el Plan de Desarrollo que ellos aprobaron, se materialicen cada uno de los puntos. No puede ser posible que tengamos discusiones alrededor del presupuesto cuando ellos saben cuáles son las metas de un plan de desarrollo calificado como el mejor que tenemos en este momento en Colombia.
La apuesta es conjunta con el
sector nacional, para que entienda que tiene unas responsabilidades con la
ciudad en términos de inversiones, dentro de esas, el metro de la ciudad y el
establecimiento de un sistema integrado de transporte para una ciudad de diez
millones de habitantes como lo es Bogotá. Una reorientación de la organización
y la intervención de vivienda de acuerdo a lo que necesitan los ciudadanos de
la ciudad, porque es cierto que Bogotá es la mayor receptora de ciudadanos de
todo el país. Nosotros tenemos cerca del 25% de población de toda la nación,
entonces en termino de eso debe ser la inversión de la nación.
Es importante atender el sistema
de víctimas en Bogotá. No es una responsabilidad estricta del distrito o del
Alcalde Mayor, sino que es una responsabilidad más del gobierno inclusive, que
ha permitido el desplazamiento y una cantidad de problemas de violencia a nivel
de la nación.
Un tema importante y fundamental,
como lo establecía el Plan de Gobierno en su momento el doctor Gustavo Petro y
el cual acompañó la mayoría de la ciudadanía y es un viraje importante en la intervención
y la inversión que tenemos que hacer en los niños, jóvenes y el adulto mayor. Si
los tenemos como una estrategia de un Plan de Desarrollo que mira al ciudadano y
al ser humano como el centro del desarrollo, tendremos la ciudad que todos
merecemos.
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