A Jugar en Serio

Los compromisos y afanes del día a día, hacen que en ocasiones conectar a nuestros hijos al TV, a los juegos de consola o a un computador, se convierta en una opción para optimizar el tiempo, y para que los niños “no molesten”. Nos sentimos orgullosos cuando empiezan solitos a utilizar el control del televisor, una habilidad que además de favorecer su motricidad fina y habilidades de pensamiento, hace que disminuyan sus demandas de atención. Y es, cierto, vale la pena aprovechar los recursos de esta era, sin embargo el tiempo excesivo dedicado al cuidado de las nanas tecnológicas, les quita posibilidades de interacción con el entorno y con los demás, lo cual es fundamental para su desarrollo.

Ya nos estamos acostumbrando a ver niños en paseos, parques, fiestas o reuniones familiares, completamente ausentes, inmersos en sus dispositivos y perdiéndose del plan. Todo el mundo parece transparente a su vista y el simple llamado a comer, logra indisponerlos.

Jugar no es lo mismo que pasar el rato...

La felicidad, en buena medida, depende de la capacidad de hacer amigos y de disfrutar de la compañía de otros, y aunque somos seres sociales por naturaleza, la complejidad de las relaciones humanas hace necesario aprender a construir esos lazos de una manera armónica, para ello es necesario tener muchas y diversas experiencias de socialización.

Jugar ayuda a los niños a: compartir con gusto, esperar el turno, respetar reglas y divertirse haciéndolo, a ganar y perder, y a ser tolerantes al fracaso o a las situaciones que no son de su agrado. Con el juego también se desarrollan habilidades motrices gruesas y finas. Y con unos pocos insumos, es posible hacer del juego una maravillosa oportunidad creativa. Por ejemplo, imaginar que unos cuantos cojines son las sillas de un avión o de un carro para ir de viaje con maletas y todo, o inventar que una mesa es una casa, que una cobija es un camping o que un grupo de muñecos son un público maravilloso. Qué tal hacer títeres con bolsas de papel, muebles con cajas de cartón, o carritos con tapas y cajas. En Caja de Colores estamos convencidos que jugar no es solo un derecho de los niños sino la forma más significativa y la mejor herramienta para apropiarse del mundo.

¿Qué hacer con los niños en tiempos ocio?

Rescatar juegos tradicionales: golosa, rondas, escondidas, congelados, etc.

Visitar la red de bibliotecas públicas, hay ludotecas y actividades de promoción de la lectura dirigidas niños de todas las edades, (incluso para los bebés que están en el vientre materno).

Jugar con las sombras, o hacer cuentos con luces y sombras, con linternas o con espejos.

Jugar a la casita.

Practicar deportes.

Bailar y cantar.

Moldear con plastilina.

Recrear historias con títeres.

Hacer juegos con papá y mamá.

Recoger los juguetes después de jugar, les enseña el hábito del orden.

Caja de Colores en los medios: Clemencia Martínez, directora de Caja de Colores, hizo parte del panel del programa de Caracol Radio En Famillia en el que se abordó este tema:
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