martes, 11 de septiembre de 2012

Al rescate de los “alados”


Luego de su rehabilitación serán liberadas en alguno de los humedales de Bogotá 


La Secretaría Distrital de Ambiente (SDA) recuperó un nido con 6 lechuzas de campanario, el padre y sus 5 crías, que se encontraban en una pared de un edificio en construcción en Puente Aranda. Las aves se encuentran en el Centro de Fauna de la entidad, donde aprenderán a perchar y cazar.

SDA, septiembre 11/2012.- Por un chillido similar al de las místicas “brujas” de pueblo, 6 lechuzas de campanario que tenían su nido en una pared de un edificio en construcción en la localidad de Puente Aranda, se salvaron de una muerte segura.

Al oír los ruidos, los obreros de la obra, ubicada en la carrera 32 con calle 12, decidieron comunicarse vía telefónica con la Secretaría de Ambiente, ya que intuyeron la presencia de algún animal. Inmediatamente, el pasado 7 de septiembre, la entidad acudió al lugar con su móvil de fauna para evaluar el acontecimiento.

El chillido salía de un hueco en una pared, ubicado aproximadamente a 3 metros de altura. Los expertos de la SDA concluyeron que se trataba de lechuzas, y cuidadosamente empezaron a sacar a las aves de su escondite.

Era un nido conformado por 6 lechuzas de campanario, una adulta de plumaje color café y 5 polluelos con un tipo de peluche blanco como vestido.

Inmediatamente, los “alados” fueron llevados al Centro de Recepción de Fauna Silvestre de la SDA, para que biólogos y zootecnistas valoraran su estado de salud.

Según Yudy Cárdenas, bióloga de la Secretaría de Ambiente, se trata del padre con sus crías, ya que éste es el encargado de cuidar el nido mientras la madre sale a buscar roedores, y de alimentarlos uno por uno.

“Las 6 lechuzas no presentan ninguna fractura ni herida, por lo cual su proceso de rehabilitación será mucho más fácil. Luego de que los polluelos aprendan a perchar (pasar de una rama a otra) y desarrollen su habilidad de caza, las aves serán liberadas cerca a alguno de los humedales bogotanos”.

En los próximos 20 días, los “alados” estarán en la zona de neonatos, donde expertos de la SDA les suministrarán roedores descuartizados para que el padre los alimente. En este tiempo, los polluelos perderán su peluche blanco, que cambiará por las plumas carmelitas características de esta especie (Tyto alba).

Luego pasarán a una de las jaulas de vuelo, un espacio amplio para que perchen de rama en rama. Allí cambiará su dieta, ya que el alimento ahora será una presa viva, para que así aprendan a cazar por sí mismos.

Pasados 8 días pasarán a clases de vuelo, que consiste en diferentes ejercicios que les permitirá fortalecer sus alas. Cuando logren realizar 25 vuelos seguidos podrán ser liberados.

“La lechuza de campanario es una especie que habita en nuestra capital. Anida en techos y edificios cercanos a cuerpos de agua, o donde haya presencia de roedores que les sirven como alimento.  El llamado es para que si algún ciudadano llega a ver alguna se comunique inmediatamente con la SDA para que evalúe la situación, y no atenten contra ellas”, manifestó Susana Muhamad, Secretaria Distrital de Ambiente.

La ciudadanía se puede comunicar al grupo de fauna silvestre de la SDA al 3778854, quienes acudirán inmediatamente al recate de los “alados”.

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