Redacción
- 14 septiembre 2015
"Yo era como una niña rechazada. Iba de hogar de cuidado en hogar de cuidado. Fue una niñez muy dura.
"Pero cuando llegué al orfanato vi crueldad más allá de lo que podía imaginar.
"Yo era parte de un grupo de niñas y arribamos en la mañana.
"Nos desnudaron para revisarnos. Ahí estaba esa monja con una gran olla que contenía una cosa blanca y una brocha. Nos pintó de pies a cabeza con una suerte de loción, en caso que tuviésemos piojos o algo así.
No hay comentarios:
Publicar un comentario