Niños y jóvenes de la Localidad Rafael Uribe Uribe con discapacidades cognitivas, comunicativas, auditivas, visuales, motoras y sociales se graduarán el próximo lunes 25 como equitadores de iniciación que por medio de la equinoterapia empezaron a superar sus deficiencias.
Los 55 pequeños y jóvenes ―entre los ocho meses y los 24 años― residentes en esta localidad del sur bogotano, han sido tratados y capacitados por un equipo interdisciplinario altamente especializado de la Fundación Integral para el Desarrollo Humano ―Fipadh― que utiliza estrategias y herramientas específicas de acuerdo a las necesidades de cada individuo, siendo la equinoterapia las más importante de ellas.
Según Francy Ordóñez, representante legal de Fipadh, «la equinoterapia consiste en trasladar la atención del niño desde sí mismo al caballo que al aceptar la interacción con un ser vivo empieza a trabajar en equipo». La especialista explica que a partir de esa relación, el jinete empieza a desarrollar confianza, autonomía, iniciativa y a comunicarse de una mejor manera con otras personas. Para lograrlo, se emplean técnicas como el vulting, un ejercicio que combina ejercicio, gimnasia y danza sobre el caballo.
Los niños y jóvenes que recibirán su diploma como ‘voltinistas’ de iniciación en su segunda fase de su proceso predeportivo, quedan preparados para comenzar, dentro de sus capacidades, una etapa más avanzada como equitadores deportivos. La mayoría de ellos, ayudados por pioneros en la equinoterapia, han logrado caminar, escuchar mejor, agudizar su visión y hablar con fluidez, como en el caso de algunos niños autistas.
Esta terapia de habilitación o rehabilitación física, conductual, social y/o de comunicación en personas en condición de discapacidad, se ha utilizado desde hace más de medio siglo en diversos países de Europa, especialmente, en Suecia, Holanda, Dinamarca, Alemania e Italia. Incluso, desde 1965 la equinoterapia ha sido empleada en Francia para tratar a personas con problemas físicos y psíquicos. Sin embargo, los expertos advierten que se trata de una terapia complementaria que no pretende reemplazar las técnicas, tratamientos, medicamentos o procedimientos que deben recibir los individuos según su condición.
Este programa de equinoterapia ha sido promovido y financiado con recursos públicos por la Localidad Rafael Uribe Uribe ―que comprende más de 120 barrios― es la mejor organizada del Distrito Capital en la atención a la población en condiciones de discapacidad. Según las autoridades distritales, su Consejo Local de Discapacidad es el más eficiente de la ciudad.
La alcaldesa de la localidad, Diana Mabel Montoya Reina, dijo que gracias al impulso dado por su administración a la Fipadh y a la confianza de los padres de familia, las personas beneficiadas han mejorado sus deficiencias y desarrollado habilidades y destrezas en todas las áreas. La mandataria anotó que «los avances son gran notorios que estas personas ahora muestran autonomía porque han ganado aceptación y respeto por parte de la comunidad».
La ceremonia de graduación, que incluye una revista artística y deportiva que muestra de los avances de los niños y jóvenes, se efectuará el lunes 25 de noviembre en la sede de Fipadh, en el Centro Ecuestre de La Candelaria, en Chía, Cundinamarca, a partir de las 9:00 a.m.
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