jueves, 14 de noviembre de 2013

Colombia en busca de mecanismos contra la extinción de especies



Expertos estudian salidas técnicas y de gestión contra la extinción de flora en Colombia. Sudáfrica, Brasil, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y el Convenio de Diversidad Biológica (CDB), asesoran el proceso.

Bogotá, 14 de noviembre de 2013. Durante la primera jornada del Foro-Taller sobre evaluación de riesgo de extinción, realizada en el Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional, especialistas de varios países reclamaron recursos suficientes para desarrollar una estrategia de país que permita evaluar por completo el estado de la flora nacional. La solicitud nace de la preocupación por el rápido avance de la pérdida sin retorno de muchas especies vegetales, es decir de la extinción.

Al presentar la experiencia del análisis de riesgo de extinción para Colombia, Néstor García, investigador de la Universidad Javeriana, dijo que desde los años 90 el país comenzó a trabajar en esta temática, consolidando información en siete Libros Rojos de plantas (2001-2007), donde se muestra el grado de amenaza de 1.893 especies, según las categorías establecidas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). “Esta cifra muestra que solamente se ha evaluado el 8 % de la flora nacional, porcentaje que no representa la situación real. Es con esta cifra es que se toman las decisiones para estudios de impacto ambiental, evaluaciones de compensación por daños a la biodiversidad y medidas de conservación, por lo que urge definir una política de país, integrar financiación y consolidar sistemas de información que permitan hacer un estudio completo”.

De las 1.893 especies de plantas estudiadas, el 37 % (693) están categorizadas bajo algún grado de amenaza de extinción. De estas, 505 son especies endémicas o exclusivas de Colombia.

Un llamado general

Durante el evento, Rodrigo Bernal, investigador asociado al Instituto de Ciencias Naturales, informó que en 2014 se publicará el Catálogo de Plantas de Colombia, en el que han trabajado desde 2001 más de 171 botánicos de 19 países. Este trabajo ha sido apoyado en un 91 % con recursos internacionales. Durante los últimos años, en conjunto con la investigadora Marcela Celis, han desarrollado su labor de manera voluntaria dada la falta de interés frente la iniciativa botánica actual más importante del país.

“Sabemos que la extinción es global, y en el caso de Colombia tenemos serias y muy dramáticas razones para saber que se debe hacer un esfuerzo descomunal y urgente, con mucha gente participando para evitar que se siga perdiendo el patrimonio nacional vegetal”, expresó Alberto Gómez Mejía, presidente de la Red de Jardines Botánicos de Colombia.

En el mismo sentido, Brigitte Baptiste, directora del Instituto Humboldt expresó: “se nos está acabando el tiempo. Es hora de renovar el pacto colectivo para definir prioridades, promover la consecución de nuevos recursos y enfocar las inversiones en los temas más estratégicos. Debemos identificar de manera más exacta los factores involucrados en los procesos de transformación y extinción para enviar un mensaje a esos actores, sentarlos a la mesa y construir una tarea de conservación que tenga responsables”.

Para la directiva, llegó el momento de trabajar de cerca con las empresas, y los gremios en particular, porque si la ciencia da las señales adecuadas seguramente ellos estarán dispuestos a ir más allá en su responsabilidad social.

“Necesitamos abrir un espacio de conversación hacia el público, los movimientos sociales y las ONG buscando que haya un sistema de monitoreo de la biodiversidad, en el que el sector educativo, por ejemplo, se sienta vinculado con la tarea de trabajar por el seguimiento de las poblaciones de plantas amenazadas. La tarea que tenemos es indispensable en un país que cuenta con 35.000 especies de plantas, de las cuales han sido documentadas 27.000”, dijo Baptiste.Modelos para considerar

Domitila Raimondo, manager del Programa de Especies Amenazadas del Instituto Nacional de Biodiversidad de Sudáfrica (SANBI), explicó cómo ese país logró definir el estado de conservación de todas sus plantas de manera eficiente y sistemática en solo cinco años. De la misma manera, Gustavo Martinelli, coordinador del Centro Nacional para la Conservación de Flora de Brasil (CNCFlora), dijo que su país tomó el ejemplo sudafricano y actualmente adelanta un proceso que le ha permitido categorizar 4.500 especies de plantas de las 45.000 con que cuenta, en solo dos años.

Terminada la primera jornada del martes 12, en el Instituto de Ciencias Naturales, los expertos internacionales y un grupo de botánicos colombianos quienes han participado en la elaboración de los Libros Rojos, que trabajan con especies amenazadas y que hacen uso de la metodología de la UICN, se concentran en el Claustro San Agustín, sede del instituto Humboldt en Villa de Leyva.

Allí, hasta el viernes 15, elaborarán un documento técnico y de gestión para impulsar el análisis de riesgo de la flora colombiana y una propuesta de Colombia frente al cumplimiento de la meta 12 de las Metas de Aichi, y la meta 2 de la Estrategia Nacional para la Plantas, documento marco para Colombia en temas de conservación de la flora nacional.

“El reto es establecer las estrategias, el Plan de Acción y la consecución de recursos. No se trata en este caso de continuar un seriado de los Libros Rojos, sino de adoptar una conciencia colectiva de compromiso nacional, que se refleje en nuevas posturas de carácter político, social, científico y cultural frente al reto de la conservación biológica en Colombia”, expresó Germán Amat, director del Instituto de Ciencias Naturales.

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