Bogotá, Marzo 18 de 2016. Los problemas económicos y de drogadicción de la mamá de Evelyn Julieth Parrado no han sido impedimento para que ella quiera cambiar su historia y salir adelanté a pesar de las dificultades. Tiene 18 años y desde niña ha estado vinculada al Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y la Juventud (Idipron).
Se encuentra internada en la Unidad de Protección Integral La 27, donde conoció la música. “Yo entre muy pequeña a los procesos del Idipron, me salí, pero por necesidades económicas volví a internarme porque no estaba estudiando y para mí siempre ha sido muy importante el estudio”, cuenta.
“Mi mamá tiene problemas de drogadicción pero los ha dejado debido a su embarazo y pues está en un proceso de cambio. Ahora salimos cada 15 días o cada 8 días, viernes sábado y domingo”, aseguró.
Después de muchos años en proceso con el Instituto, Evelyn conoció la música inicialmente por medio del coro de la UPI La 27, donde se encuentra internada. A pesar de que en esta unidad las niñas y jóvenes se especializan en el coro, ella y muchas de sus compañeras decidieron acercarse más a la música no solo por medio de su voz sino tocando algún instrumento.
Evelyn empezó a tocar el clarinete. “He sido muy buena, yo me rebusco de algunas formas y de esta manera pude comprar mi instrumento propio, no fue el mejor, pero he podido mejorar las prácticas”, dijo.
Ese amor por su instrumento creció cuando ingresó al colegio Alexander Fleming a terminar sus tres últimos años de bachillerato y continúo su proceso musical en la banda Filarmónica de la institución. “Yo amo mi instrumento y a pesar que en la UPI de la 27 nos especializamos en el coro y los hombres en la banda, queremos quitar esa concepción, nosotras queremos instrumentos y somos muy buenas”, indicó.
Actualmente está cursando 11 grado y su sueño es dedicarse a la música. “Mi proyecto de vida está muy claro, yo amo la música, me gustaría estudiar algo de artes pero específicamente la música”.
Sin importar las dificultades económicas la convicción de cumplir su sueño de estudiar música sigue intacto. “Es lo que yo quiero ser y voy a lograrlo siempre he querido salir adelante”. Sin olvidar nunca las dificultades por las que ha tenido que pasar, ella agradece enormemente ese apoyo que encontró en el Idipron.
“Nos enseñan lo básico como tender una cama, desde muy pequeñas me decían así no, es de esta manera’ entonces yo le agradezco a Idipron por muchas cosas, porque creo que me ha dado oportunidades de estudiar, de conocer, creó que si no hubiera estado aquí no hubiera conocido la música”, resaltó Evelyn.
Marta Vargas, compañera de Evelyn comparte al igual que ella el amor por la música. Llegó desde muy pequeña a los servicios del instituto porque la pareja de su mamá decidió internarla, fue allí donde ella se interesó por la música y hoy su sueño es salir adelante.
“Quiero estudiar música, es una forma de cambiar mi vida. Me gusta el proceso que adelanto porque yo aquí me despejo de lo que vivo en mi casa, es mi medio de salir adelante, me gusta la música instrumental, tocó la trompeta”, manifestó la beneficiaria.
El coro en la UPI La 27
De acuerdo con Luis Eduardo Cruz, uno de los instructores musicales de la unidad, la incisiva del coro lleva más de 8 años y ha contribuido favorablemente en el proceso de las niñas.
“Muy bueno, las mujeres tiene unas características muy especiales para cantar, el hecho de que este sea un internado de niñas las favorece bastante, entonces creo que les fortalece mucho, porque estar en el coro no solo es cantar, es organizarse, escuchar a las otras compañeras, esto requiere mucha disciplina”, sostuvo Luis Eduardo.
“Yo nunca había visto un lugar a parte de mi casa donde me dieran todo, y me parece muy sorprendente”, puntualizó Carla Dames, otra de las niñas beneficiarias de la UPI La 27.
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