domingo, 8 de junio de 2014

El despelote de las encuestas y el imaginario de la Constituyente Social

Miguel Ángel Herrera Zgaib
Profesor Asociado, ex director de Ciencia Política y Unijus, Unal



“Estamos dispuestos a una paz negociada. En Colombia, las Farc siguen cometiendo actos terroristas. Exigir unas condiciones para que las Farc den señas de querer una negociación...Sí no hay un conflicto armado, es el accionar de un grupo armado que hace terrorismo”. O.I. Zuluaga entrevista con RCN, 06/06/14.

“La posibilidad de una paz duradera está a la vista de los votantes dan a Juan Manuel Santos, el actual presidente, un segundo mandato…” The Economist.

Esta semana han confluido 4 encuestas sobre las percepciones de los votantes en materia de la elección presidencial colombiana. La última encuesta conocida, la de Napoleón Franco /Ipsos, establece para Zuluaga 49 por ciento, y 41 por ciento para Santos, al tiempo que registra que hay un 12 que aún no sabe por quién votará, con una merma en la abstención comparada con lo que fueron los resultados de la primera vuelta.

En el otro extremo aparecen los resultados de la encuesta de Publimétrica, Cifras y conceptos de César Caballero. Aquí, a contrario del anterior encuestador, Santos gana con 43 por ciento, mientras que Zuluaga llega al 38.5, el voto en blanco está por el 11.7, y hay 6.3 que no sabe/no responde. Si tal fuera el resultado la diferencia al final del 15 de junio, las cifras alcanzarían a unos 630.000 votos.

Novedades relativas en la ronda de encuestas

Adicionalmente, la firma de Caballero establece que un 46 por ciento de los posibles votantes no se reconocen de ningún partido, y en esta franja poblacional, el 40 por ciento votaría por Santos, y el 30 por Zuluaga, y hay un 19 por el voto en blanco, y un 13 NS/NR.

Hay, además otras dos, Datexco y Gallup. La primera señala a Santos triunfando con el 41.9, mientras el segundo obtiene el 37.7. A su turno, Gallup marca que Zuluaga conseguiría el 48.5 de los votos, y el aspirante a reelegirse 47,7, esto es una diferencia de 0.8, entre uno y otro.

En materia de voto en blanco, Datexco mide la existencia de 13.8 por ciento de voto en blanco. Gallup, particularmente, establece que lo que más le preocupa a los votantes potenciales es el desempleo, lo cual pone en contraste la buena marcha de la economía, en términos de crecimiento económico; y el segundo punto que reclaman es una mejora sustancial en la salud, que marca el 12.7.

El debate televisado en Caracol

Ayer tuvo el público televidente la oportunidad de ver a los dos candidatos, cara a cara, debatiendo sus diferencias, y contrastando los argumentos de uno y otro. No queda claro quién ganó este encuentro. No hay duda que la teleaudiencia fue ganadora en la medida en que pudo sopesar el conocimiento, la claridad de principios, y la capacidad de responder a los comentarios adversos del contrincante.

Para los periodistas de Caracol, con Darío Arismendi a la cabeza, dieron como ganador a Santos, en la medida en que pudo controvertir lo que Zuluaga exhibía como datos en contra del gobierno actual y sus realizaciones. Los dos, ministros de hacienda en gobiernos diferentes, intentaron mostrar las fallas en la gestión económica de cada quien. Santos señaló que el mejor Minhacienda de América Latina, según lo autoproclama, dejó una deuda de 19 billones.

Zuluaga ripostó, recordándole que Santos había sido parte de ese mismo gobierno. Pero, a la vez, señaló que los índices de desigualdad no habían caído sino crecido, y los procesos de crecimiento económico eran inferiores proporcionalmente a los obtenidos en los gobiernos de Uribe.

¿Qué nos falta?

Queda todavía la oportunidad de escuchar a los candidatos en otros programas televisivos, donde, no hay duda, tendrán que ser más claros, uno, en relación a si hay o no conflicto armado, o guerra, en Colombia. A lo cual, Zuluaga hasta ahora, un poco a regañadientes, ha dicho que en Colombia no hay guerra, sino acción terrorista de parte de las Farc.

Santos, igualmente, tendrá que precisar, en efecto, si a la economía le va a bien, y, en limpio, a quiénes ha beneficiado ese crecimiento; particularmente, qué pasa con el desempleo y la condición ruinosa del campesinado pobre y medio, que le hizo un paro nacional en el año 2013.

A la luz de las encuestas, Bogotá se convierte en punto focal para resolver el ganador de la próxima elección y la enconada disputa para persuadir a los abstencionistas y el voto en blanco les quita el sueño a las dos campañas.

La penúltima hora de la centro izquierda

Al tiempo se sigue a la espera de si la izquierda, un bloque de Centro-izquierda, establecerá por anticipado condiciones programáticas a la campaña de Santos, en particular, la cuestión social que toca dos asuntos nodales: empleo y salud.

A lo cual la demanda de igualdad social, de abolición de los privilegios se convierte en carga de profundidad para hundir el barco del partido de la guerra. Por lo pronto, la izquierda que se manifiesta en el PDA, la UP, Marcha Patriótica, Alianza Verde, Progresistas.

Sus liderazgos no han sido capaces de estructurar esa propuesta que le de contenido cierto y claro a la fórmula del Frente Amplio, que cambiaría el Acuerdo de Unidad Nacional con que Santos gobernó sin sobresaltos. Tal será la carta de triunfo de la propuesta de Santos jugada por una paz frágil, pero, paz al fin.

Un imaginario diferente: la Constituyente Social

Se trata de dotar a la paz de amarras firmes en la reforma tanto social como política; y de dotar desde ya de una forma de refrendo realmente democrática. Todo lo cual se compendia en otro tipo de imaginario que no es más ya, ni la seguridad, ni la prosperidad, sino la Constituyente Social.

Este imaginario muestra y prueba a la izquierda colombiana compartiendo con la centro derecha una verdadera reforma, con el papel activo de los grupos y clases subalternas; y no un ejercicio a la cola, o chupando rueda al candidato de la centro derecha.

Lo que supone, claro está, reconocerle también sin vergüenza estatus político a la izquierda insurrecta por medio siglo, en defensa y resistencia con los de abajo ubicados en el campo, y en los bordes “inmiserados” de las grandes ciudades.

Sólo queda algo más de una semana para que se movilicen los abstencionistas de casi siempre, y el voto en blanco que todavía es superior al 10 por ciento, cuando menos en dos encuestas, Datexco y Cifras y Conceptos.

La ciudadanía, la sociedad civil de arriba y de abajo está interpelada de modo directo, como no ocurría desde la campaña de 1945, cuando irrumpió una tercera fuerza malograda por el magnicidio de Jorge E. Gaitán. ¿Será que la tercería de la izquierda es capaz de recuperar y potenciar sus banderas articulando libertad e igualdad social? Ya lo veremos.

Tomado de Caja de Herramientas Edición N° 00402 – Semana del 6 al 12 de Junio – 2

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