jueves, 16 de febrero de 2012

Dos micos adiestrados para robar intentan recuperarse en el Centro de Recepción de Fauna de la Secretaría de Ambiente

“Aplausos” y “manco”, dos historias delictivas con desenlaces diferentes 


Según expertos del Centro de Recepción de Fauna de la Secretaría Distrital de Ambiente (SDA), cuando uno de los cuidadores se acerca a alguno de los primates, estos los empiezan a “chalequear”. Uno responde al nombre de “Aplausos”, y el otro, por no tener su mano derecha, le apondan el "Manco".

 Los animales silvestres siguen siendo víctimas de los traficantes de fauna. Ya no sólo se ven aves sin alas y picos, tigrillos sin garras y tortugas pintadas, sino también mamíferos adiestrados para robar. 

Ese es el caso de “Aplausos” y el “Manco”, dos micos que fueron incautados por las autoridades ambientales y policivas desde hace varios años que aprendieron a robar a cualquier ser humano que se les acerque; actualmente intentan rehabilitarse en el Centro de Recepción de Fauna de la Secretaría de Ambiente. 

Estos dos primates son el vivo ejemplo del daño que le hacen los traficantes de fauna a los animales al sacarlos de sus ecosistemas naturales, y más cuando intentan domesticarlos. “Aplausos” lleva más de 11 años intentado rehabilitarse y a “Manco” le fue amputada la mano derecha y uno de los dedos de su pie izquierdo, posiblemente cuando intentaba practicar algún hurto.

“Aplausos” ya es todo un veterano. El 13 de enero de 2004 llegó al Centro de Fauna de la SDA, cuando era un joven mono maicero que se la pasaba aplaudiendo. Según los registros, el mico le fue decomisado a un circo callejero cuando un ciudadano hizo la denuncia a la Policía Ambiental y Ecológica.

El mono se hizo amigo del “Chompiras”, otro mico que tenía comportamientos delictivos. De él aprendió a “chalequear”, algo que poco a poco ha ido desapareciendo de su comportamiento desde que su colega murió de vejez y debido al proceso de rehabilitación.

“Aplausos” fue aislado de los demás primates por largos periodos, evitando al máximo su contacto con los seres humanos. Su retiro ya ha dado frutos. Hace 6 meses fue puesto a prueba, y ya no roba a los cuidadores y logró integrarse con otras hembras del grupo.
Para los expertos esto es prueba de que “Aplausos” es apto para ser liberado en una reserva natural. Luego de un examen genético se logró identificar que este “ex-ladrón” proviene de los llanos orientales, por lo cual la SDA se encuentra haciendo gestiones para liberarlo en cercanías a Yopal, Casanare.

Manco, sin un dedo y sin opciones de volver a su hogar

La otra cara de la moneda la vive “Manco”. En junio de 2010, este mono maicero, con las conductas delictivas similares a las que tenía “Aplausos” ingresó al hogar de paso de la SDA. 

Lo curioso, o más bien escalofriante, es que este mico llegó sin su mano derecha y sin el dedo índice de su pie izquierdo. “Manco” fue decomisado en una vivienda en el sur de Bogotá, en donde compartía con dos loras y dos mirlas también en muy mal estado.

Al llegar al Centro de Fauna, el “Manco” demostró sus habilidades delictivas al esculcar y tomar cosas de los bolsillos de los cuidadores; la agresividad era parte de su comportamiento diario.

Los expertos aseguran que lo más seguro es que su captor le enseñó estas destrezas, y alguien, que lo cogió infraganti, le amputó su mano y dedo como castigo.

“Manco” es un macho alfa, pero sus probabilidades de ser reintegrado al medio natural son pocas, por más que pierda sus comportamientos de ladrón. Debido a la pérdida de su mano y dedo, este mono estaría en desventaja con otros machos y lo podrían matar. 

Lo más probable es que su desenlace sea en un zoológico, si es que logra dejar la agresividad a un lado y ver a los seres humanos como presas de un hurto callejero.

“Mucha gente no entiende el daño que le causan a los animales al sacarlos de su hábitat natural. Al adiestrarlos dificultan que puedan volver a ser liberados, ya que otros animales detectarían estos comportamientos y los podrían matar. “Aplausos” y el primate amputado son las dos caras de la moneda, dos casos que representan un final apropiado y las nefastas consecuencias de la mano del hombre”, dijo Carmen Rocío González, subdirectora de flora y fauna de la SDA.


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