lunes, 11 de septiembre de 2017

La privatización de la salud es perjudicial para la salud.

Por: Fernán Medrano

Las vacas del expresidente y ahora senador de la República, Álvaro Uribe Vélez, gozan de mejor salud que muchos colombianos.

De la misma manera como el cigarrillo, el consumo de sustancias prohibidas y el exceso de alcohol son perjudiciales para la salud, la privatización de la salud le hace mucho daño a las personas.
La salud no puede ni debe convertirse en un negocio, porque degenera en un infamia perversa y lucrativa.
El empresario de la salud no lo ve cómo un derecho fundamental de las personas, sino como un negocio, que debe estar sujeto a la ley mercantil de la oferta y la demanda. Nadie quiere que su negocio se vaya a pique. Y los comerciantes de la salud preferirían mil veces que la gente muera en las puertas de de sus de clínicas que quebrar.
Por esto y por muchas razones más, el derecho a la salud debe volver a ser lo que era, esto es, un derecho, eso a lo que tengo derecho de disfrutar sin distingo de sexo, color de piel, orientación sexual, porque solo importa mi condición de ser humano. Y el estado está obligado a garantizar el cumplimiento de ese derecho.
Se han conocido casos de clínicas que no atienden a las personas, a pesar de haber sido interpuesta una acción de tutela que las obliga a prestar la atención a un paciente determinado.
Cuando uno siente algún dolor o molestar, lo piensa mil veces ir a una clínica para recibir atención, porque no todos los médicos brindan calor humano, no todas las enfermeras o auxiliares de enfermerías son amables. Y por lo general, la recepcionista es una persona con un ánimo de mil demonios, de actitud distante, que emplea palabras secas y cortantes, cuya mirada fría proyecta desprecio y altivez, como si estuviera frente a un bicho jamás conocido.
No me gusta pensar que los médicos y todo el personal de paramédicos se han acostumbrado a que la gente se les muera en los brazos o, peor aún, en las camillas.
Me niego a creer esta triste y dolorosa realidad, pero así parece que son las cosas. El Ministerio de Salud de Colombia parece que sirviera para tres cosas: para nada, para nada y para nada.
Lo mismo parece que ocurre con la Súper Intendencia de Salud de Colombia. Por favor, dense una vueltica por las clínicas y hospitales de este país. Vayan a ver cómo se muere la gente en este país en las salas de espera y en urgencias.
Es una atención infrahumana que hace templar de indignación hasta al más insensible del mundo. Tomen medidas correctivas al respecto. Hagan algo. La gente no se cura tomando solo Acetaminofén ni Ibuprofeno.
Es bien sabido por todos que estos medicamentos no sirven para curar nada, que solo llenan los bolsillos de las empresas farmacéuticas y que tienen un elevado porcentaje en la incidencia de los paros cardíacos.
Duele ver cómo se mueren los familiares de uno por falta de atención médica. Eso produce mucho impotencia.
Yo no espero a que el gobierno nacional intervenga, yo le exijo que actúe y que acabe de una vez por todas con el negocio macabro de la salud, cuyos gerentes de clínicas realizan la danza del buitre.
Los pacientes tenemos que hacer valer nuestros derechos. Tenemos que activar nuestro valor civil y denunciar por todos los medios digitales posibles como las redes sociales, porque los derechos no se mendigan.
@fernanmedranob

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