viernes, 15 de septiembre de 2017

Comunicado a la opinión pública, de Educar Consumidores.


Educar Consumidores como una organización que vela por la salud humana y ambiental, comunica al público que rechaza la iniciativa de la empresa Postobón® con su nuevo producto KUFU lanzado en la Guajira, porque es una estrategia de posicionamiento de un nuevo producto, que no contribuye a la salud nutricional de la niñez, y su lanzamiento se aprovecha de la vulnerabilidad y la tragedia que viven los niños, niñas y en general las familias de la Guajira.

Según el comunicado de prensa emitido por Postobón®, KUFU es una bebida fortificada con vitaminas y minerales, que pretende garantizar la seguridad alimentaria.  Dicha bebida supuestamente fortificada se encuentra disponible en dos presentaciones con las cuales según declaraciones de Miguel Escobar, presidente de Postobón®, en el diario La República, la empresa está “contribuyendo a la construcción de un mejor futuro para los niños y niñas de Colombia afectados por la inseguridad alimentaria. Esta bebida de carácter social ayuda a cambiar y a mejorar sus hábitos alimenticios[1].

Estas afirmaciones atentan contra la verdad y muestran un comportamiento poco ético al anteponer los intereses económicos de la empresa queriendo posicionar un nuevo producto embotellado o envasado que no puede solucionar los problemas de seguridad alimentaria y mucho menos “mejorar” los hábitos alimentarios de la población de la Guajira. Las razones son simples, desde la Organización Mundial de la Salud se ha hecho especial énfasis en que los Estados promuevan la disminución del consumo de bebidas endulzadas por su demostrada relación con la obesidad[2], enfermedad cardíaca, diabetes y algunos tipos de cáncer, esto sin contar con los efectos negativos que tienen sobre la salud los edulcorantes artificiales y los aditivos que contienen estas bebidas.
Es cierto que los pueblos indígenas en la Guajira tienen graves problemas nutricionales, siendo la población infantil la más afectada. Sin embargo, no es con este tipo de productos que se resuelve la problemática, y mucho menos ofreciendo transformaciones en los hábitos alimentarios tradicionales, con base en mentiras frente al poder nutricional de estas bebidas. La historia de estos pueblos indígenas muestra como los procesos de aculturación y de imposición por parte de la sociedad mayoritaria y de consumo, de hábitos  alimentarios ajenos a la cultura, han sido una de las causas de la situación que se vive actualmente.

La publicidad que está haciendo Postobón®, en torno a esta bebida, utilizando la situación de vulnerabilidad por la que están  pasando estos pueblos, no es ética, pretender llegar como mesías, con “productos salvadores”, que van a dar respuesta a unas necesidades, es continuar con los procesos de  negación  de los conocimientos ancestrales de estos pueblos en torno a hábitos alimentarios; es atentar contra la pervivencia y sobrevivencia de estos pueblos.

Estos aparentes salvavidas están llenos de conflictos de interés, son insostenibles económicamente en el tiempo, son insostenibles ecológicamente por los desechos que genera su consumo y son un riesgo potencial para la salud de quienes los consuman.  
Está claro que la población de la Guajira necesita soluciones que le garantice el suministro y consumo de agua potable pública, fuentes de agua sin contaminantes para sus actividades agropecuarias, promoción, protección y apoyo a la lactancia materna, promoción de alimentación saludable con alimentos sin procesar o mínimamente procesados, preparaciones autóctonas de la región y respeto a su identidad cultural. Está claro también que con productos azucarados o edulcorados artificialmente, ningún niño, niña o adulto, encontrará la satisfacción de sus necesidades alimentarias, pues como lo han manifestado la OMS y ahora en Colombia la Sociedad Colombiana de Pediatría y el Comité de Pediatría Social, las bebidas endulzadas no tienen los componentes necesarios para el buen crecimiento y desarrollo humano.
Por lo anterior, Educar Consumidores insta a las autoridades competentes, Ministerios de Salud y Educación, INVIMA, ICBF y la SIC a tomar las medidas urgentes y necesarias para evitar que la salud de los niños y niñas en la Guajira empeore como consecuencia del consumo de un producto potencialmente nocivo. 
De igual manera insta a los pueblos indígenas de la Guajira, a sus  organizaciones y sabedores a pronunciarse y evitar que se les siga vulnerando sus derechos. Pronunciamiento que ojalá sea acompañado por las organizaciones nacionales indígenas como la ONIC.
Bogotá 15 de septiembre de 2017.



[1] Diario La República. 7 de julio de 2017.
[2] OMS, Comisión para acabar la obesidad Infantil. 2016.

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