viernes, 26 de febrero de 2016

Así se recuperan los animales víctimas de tráfico en Bogotá


    Bogotá, febrero 26 de 2016. En el año 2015 el Centro de Fauna Silvestre de la Secretaría de Ambiente de Bogotá, acogió a 2737 animales que no deberían ser mascotas. De ellos, 1.715 llegaron gracias a entregas voluntarias, 852 por incautaciones, 163 debido a rescates y 7 nacieron allí. .
    En diálogo con bogota.gov.co, Yudi Cárdenas, coordinadora del Centro de Fauna Silvestre, explica que “esta es una de las principales misiones de la Secretaría Distrital de Ambiente, rescatar, recibir, rehabilitar y regresar a los animales silvestres a su hábitat natural”.
    La fauna silvestre confiscada en la ciudad viene de muchas partes del país, porque Bogotá es un paso obligado para llevarlos a otras ciudades, dentro y fuera de Colombia. Es por esto que Centro de Fauna Silvestre se apoya en tres oficinas de enlace ubicadas estratégicamente en el Aeropuerto Internacional El Dorado y en los terminales de El Salitre y El Sur.
    “Allí, junto con la Policía Ecológica, funcionarios que son especializados en el tema se encargan de realizar el decomiso de los animales que vienen de los bosques, selva, y sitios en general donde los ciudadanos vacacionan. Estos animales son incautados y posteriormente transportados al Centro de Fauna, para brindarles el cuidado y la protección pertinente”, indicó la coordinadora.
    Ubicado en la localidad de Engativá, el Centro de Fauna Silvestre cuenta con un equipo profesional de veterinarios, zootecnistas y biólogos que se encargan de hacer la valoración y revisión a los animales recuperados, para verificar en qué estado se encuentran.
    “Allí se hidratan y se les da muy buen trato para que, en el mejor de los casos, puedan volver a su hábitat natural. Pero para eso hay que cumplir unos protocolos de manejo, unos requerimientos básicos para iniciar un proceso de cuarentena con el animal”, indicó Cárdenas.
    Esos protocolos a los que se refiere la coordinadora varían de acuerdo a las características: ecología, comportamiento, incluso la influencia o al trato que los humanos le han dado al animal. Dependiendo de esto se pueden tomar determinaciones para liberarlo o por el contrario resolver que el animal permanezca allí por muchos años.
    Usted también puede denunciar
    La Secretaría Distrital de Ambiente cuenta con otros puentes de apoyo para recibir los animales, pero es clave que los ciudadanos entiendan que la fauna silvestre pertenece a lugares que son propiedad del Estado, y que no deben vivir en cautiverio, por lo que sacarlos para otro espacio diferente implica un delito que tiene penas entre 48 y 108 meses de prisión, además de generar multas y sanciones que van entre 1 y 35 mil salarios mínimos mensuales legales vigentes.
    “Si un ciudadano se está dando cuenta de la existencia de tráfico, si por error, cultura o por cualquier situación tiene un animal silvestre en casa o algún vecino lo tiene, puede avisar a la autoridad competente”, explica la coordinadora.
    Estas denuncias se realizan a través de la pagina www.ambientebogota.gov.co o llamando a la oficina principal de la Secretaría de Ambiente, al teléfono 3778854. Allí hay profesionales que reciben la denuncia (puede ser anónima) y la dirección donde se encuentra el animal.
    La Unidad Móvil de Rescate llegará hasta el sitio y procederá a realizar la recuperación. Pero si el ciudadano quiere estar más seguro de dónde y cómo va a quedar el animal, debe dirigirse directamente al Centro de Fauna ubicado en la calle 64 No. 128-10, en donde se hace un acta que certifica el ingreso del individuo a la entidad.
    Allí el Centro de Fauna se encarga de enseñar gradualmente al animal a vivir en espacios similares a su hábitat natural, por ello se busca evitar al máximo el contacto con las personas, para que aprendan a sobrevivir sin ayuda humana.
    Para que un animal sea entregado a una corporación autónoma y realizar su posterior liberación, debe cumplir tres requisitos: comer y conseguir su alimento por sí mismo, tener comportamiento silvestre y demostrar que no depende de los humanos.
    “Cada animalito tiene un protocolo especial de manejo y él mismo nos da la respuesta sobre cómo va actuando ante los estímulos que se le ofrecen en el Centro de Fauna: cómo come, su comportamiento frente a los congéneres de la misma especie, cómo es su actitud de defenderse por sí mismo y no depender de los humanos. Si el animal cumple con esos tres requisitos se empieza el proceso de rehabilitación en el que se aísla de cualquier contacto visual con el humano, utilizando disfraces, refugios aislados, ventanas de observación entre otros”, explica.
    Se le va ofreciendo el alimento de diferentes formas para que el animal entienda que en vida silvestre tiene que defenderse por sí solo y buscar los mecanismos para capturar su presa.
    “Cuando esos indicios dan resultado positivo y el animal está listo para salir a vida silvestre, empezamos a hacer los contactos con las corporaciones autónomas para dirigirlo a su sitio de origen y conducir el proceso a un feliz término, llevando al animal al lugar de donde nunca debió salir”, concluye la coordinadora.

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