jueves, 23 de julio de 2015

XXVI LLAMA POR LA PAZ AHORA MÁS QUE NUNCA NECESITAMOS UNIR ESFUERZOS PARA CONCRETAR LA PAZ


Bogotá, 23 de julio de 2015. Luego de meses difíciles en los que el país pareció perder la esperanza y el entusiasmo que habían logrado despertar los diálogos entre el Gobierno y las FARC, hoy asistimos a renovados aires de desescalamiento del conflicto armado; nuevos y buenos aires que exigen una participación decidida y permanente de la sociedad civil en la construcción de la paz de Colombia.

La intensificación de las confrontaciones, los ataques a la infraestructura vial y petrolera, los daños ambientales y las vidas perdidas entre abril y julio empañaron los avances de este proceso y, por ende, generaron una disminución en la favorabilidad de la opinión pública sobre el mismo. Sin embargo, es bueno recordar que ésta es la primera vez en 25 años -y quizás la última- que se ha estado tan cerca de ponerle fin al conflicto armado interno y que se ha dedicado -como sociedad- a construir una paz sostenible y duradera.

Por ello es necesario seguir impulsando escenarios de expresión ciudadana espontánea y genuina por la paz. Es urgente seguir sumando apoyos para los diálogos de La Habana y la concreción del proceso con el ELN. En tal sentido, es fundamental mantener encendida la llama de la paz, para que en Colombia no se sigan apagando vidas, para que el país no siga desfilando ciego hacia el abismo de la muerte y la destrucción.

Es así como, hoy jueves 23 de julio, la llama por la paz se encenderá una vez más en varios sectores de Bogotá, para seguir construyendo una ruta que lleve la esperanza de la paz a todos los rincones de la ciudad (ver programación).

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