Once habitantes de calle optaron por iniciar un proceso de resocialización, encontrando refugio y apoyo en los servicios de autocuidado de Liberia y el hogar de paso día-noche Bakatá.

 

• Cada abordaje nocturno se convierte en una oportunidad para brindar dignidad y una segunda posibilidad a quienes más lo necesitan. 

• Todas las noches, de lunes a domingo, el equipo de la Tropa Nocturna de Rescate recorre las calles de las zonas más vulnerables de Bogotá.

• Como resultado de la jornada, llevada a cabo este jueves por la noche, once habitantes de calle optaron por iniciar un proceso de resocialización, encontrando refugio y apoyo en los servicios de autocuidado de Liberia y el hogar de paso día-noche Bakatá.

Por los callejones oscuros y llenos de zozobra del barrio San Bernardo de Bogotá, en donde las personas habitan y caminan sin rumbo y el aire pesado carga consigo historias de desamparo, un equipo de héroes emprende su marcha. Son los integrantes de la Tropa Nocturna de Rescate de la Secretaría de Integración Social, unos valientes hombres y mujeres que se dedican a llevar luz a los rincones más oscuros de esa zona céntrica de la capital.

Todas las noches, la misión se enfoca en los habitantes de calle, aquellos que viven al margen de la sociedad, olvidados por muchos, pero no por este equipo de valientes troperos. No importa si llueve o hace frío y menos si las sombras del miedo deambulan por ahí. Óscar, Fabián, Jhonathan, Deisy y Carlos siempre están dispuestos para acercarse a aquellos que, en la penumbra de la noche, buscan refugio.

 

  

 

El reloj se acerca a marcar las once de la noche, luego de un cuidadoso trabajo de aproximación, la labor de estos hombres da frutos: once ciudadanos habitantes de calle aceptan la mano que se les ofrece y son trasladados a los servicios de autocuidado de Liberia y al hogar de paso Bakatá, donde comenzarán un proceso de resocialización. Entre ellos, aparece una voz gruesa, entrecortada y pausada que dice: “Les agradezco con todo el corazón porque hay gente muy necesitada, gente que se está muriendo en la calle, y ustedes han ayudado mucho”. Esas fueron las palabras de Eduardo Enrique Lara, un habitante de calle que fue trasladado a Liberia.

Pero la labor no termina con el traslado. Edison Caballero Vargas, otra luz de esperanza para esta población, aparece con una sonrisa al ver que ingresan seis habitantes de calle que deciden hacer un cambio en sus vidas en un lugar que, no solo les ofrece un techo y comida, les ofrece dignidad y una segunda oportunidad.

Oscar Revelo, promotor de la Subdirección para la Adultez y uno de los protagonistas de la noche, deja un mensaje claro y conmovedor a aquellos que han aceptado la ayuda: “Uno recibe hasta donde uno quiere recibir... la invitación es a que se queden y puedan iniciar un proceso de resocialización”.

 

  

 

Después de caminar por aquellos callejones y parques, como el Parque Santander, en donde, gracias al abordaje, habitantes de calle deciden ir para recibir los servicios del hogar de paso Bakatá, el recorrido nocturno deja una moraleja: más que una simple rutina y misión de la Secretaría de Integración Social, es un acto de amor y compromiso por los más vulnerables de Bogotá.

Cada noche, se habilitan cupos para aquellos que desean dar un paso hacia una vida mejor. “El abordaje es delicado, respetuoso, cada ciudadano habitante de calle es tratado con el nombre y la dignidad que merece”, explicó Óscar.

La Tropa Nocturna de Rescate no descansa. De lunes a domingo, las 24 horas del día, están en la vanguardia de la lucha por un futuro más justo y humano para esta población. Llevan a cabo su labor, convencidos de que cada vida que rescatan es un triunfo, una luz en la oscuridad.

 

 

En medio de esta labor, el secretario de Integración Social, Roberto Angulo, hizo presencia en el recorrido, tomando atenta nota de cada detalle. Al concluir la jornada, expresó: “Hemos entendido paso a paso la cadena de este servicio que queremos fortalecer, en el marco del Plan de Desarrollo, no solamente pensando en la capacidad de los servicios para el habitante de calle, sino fortalecer la cadena hacia atrás en los temas de prevención. Queremos estar muy afinados para que cuando llegue el nuevo Plan de Desarrollo podamos desplegar unas atenciones muchas más robustas y estrategias que nos permitan contener el crecimiento de este fenómeno, a esto le hemos llamado reducir formas extremas de exclusión”.

 

 

Es en estas palabras es donde se encuentra la esencia de la labor realizada cada noche por la Tropa Nocturna de Rescate y todos los involucrados. Porque, al final del día, lo que importa no son los números, sino las vidas que se salvan, las segundas oportunidades que se ofrecen a través de las intervenciones y oferta de la Secretaría de Integración Social.