viernes, 15 de mayo de 2020

UN CAPITULO ÉTNICO PARA LA GARANTÍA DE LOS DERECHOS DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS, AFRODESCENDIENTES Y ROM DE LA CAPITAL.


El Plan Distrital De Desarrollo es la hoja de ruta con la que navegan las administraciones en su ejercicio de ejecutores de la política pública. A pesar de la esperanza despertada en Bakata, debemos denunciar con profundo dolor que los pueblos y comunidades étnicos vemos como una vez más la esperanza se termina. 

Los derechos constitucionales de nuestros pueblos han sido vulnerados. La construcción de un PDD que debió ser construido en el marco del derecho fundamental a la consulta previa ha sido nuevamente vulnerado por la Administración Distrital.



Nuestros derechos no son enunciados vacíos sino garantías de pervivencia. Notamos con profundo preocupación que nuevamente a través del discurso de la transversalización la garantía objetiva de nuestros derechos se encuentra invisibilizada. No desconocemos los derechos de todas las poblaciones. Más no podemos sino condenar que el aporte profundo que nuestros saberes generan a la sociedad sean acallados. No existen en el Plan Distrital De Desarrollo metas, indicadores y presupuestos que conduzcan a la materialización real y efectiva de nuestros derechos.

En el marco de la actual crisis se evidencia que estamos inmersos en las lógicas de un sistema que no privilegia la vida. Las relaciones humanas deben replantearse por fuera de la estructura que busca monetizar los seres humanos y la naturaleza. El aporte vital que está nueva visión debe irradiar es lo mínimo que esperamos de una administración alternativa que ha liderada por una mujer debe ser reflejo del profundo amor e intención real de cuidado. Si se propone un "Nuevo Pacto Social y Ambiental" no se puede hacer con los viejos esquemas.

Somos habitantes de este territorio. Nuestra música, conocimientos en salud, nuestras prácticas y rituales ayudan a abrir la consciencia a un nuevo despertar que debe superar la visión mecanicista y debe aportar a re direccionar el camino hacia otras formas de relacionarnos entre nosotros y con la madre naturaleza.

No tenemos una lista de mercado llena de acciones. Hemos radicado un Capítulo Étnico para ser incluido en este Plan de Desarrollo que no hace sino enunciar cuáles son las acciones objetivas que deben realizar para superar el Estado Inconstitucional de Cosas declarado por la Corte Constitucional y allanar el camino hacia una vida digna, una Bogotá justa, sustentable y en paz.

Hemos hecho Aportes inconmensurables a la paz de este país. Luchamos y logramos un Capítulo Étnico en el Acuerdo Final, así como concertamos en el marco de la Consulta Previa elementos integrales en los últimos Planes Nacionales de Desarrollo. Nuestra consigna sigue intacta, en Bogotá, Colombia y el Mundo: cuenten con nosotros para la paz, jamás para la guerra.

 

  

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