jueves, 31 de diciembre de 2020

La actuación policial como eje de la nueva Policia que pide la ciudadania.


Por: Fitzgeral Moore


Reflexión y aporte ciudadano, presentado durante el programa “Al día con Rafael Uribe Uribe” del día martes 29 de diciembre de 2020, con el tema: “Seguridad en la localidad”, a través del Facebook live @AlcaldiaLocalRafaelUribeUribe; con la presencia del alcalde local (e) Alejandro Rivera y el teniente coronel Gimi Ernesto Palacio, comandante Estación de Policía E-18

Teniendo en cuenta los motivos de la reunión, comencemos por presentar un ejemplo real de la situación, para luego disertar sobre lo que tenemos y podríamos tener en la aspiración ciudadana, por un servicio de policía profesional y comprometido ética y moralmente, con el decreto constitucional de proteger la vida y bienes de tod@s los habitantes, hacer cumplir la ley y garantizar el orden, la convivencia y el estado de derecho, en la sociedad colombiana.

Bien (según denuncia ciudadana) en el barrio Marco Fidel Suárez, el 24 de diciembre (entre las 6pm y las 2am del 25) montaron "bar", "licorera" y "expendio de pólvora" en plena vía pública, en la calle 45F sur, vía principal del barrio, arriba del parque principal y CAI San Jorge SIN NINGÚN CONTROL a pesar de estar "a plena vista" (incluida la de los policías que pasaban, en sus rondas)

Eso nos obliga a preguntarnos, más allá de la queja:

¿Qué paso con la Ley seca?

¿Qué paso con el supuesto "toque de queda"?

Estas personas estaban celebrando que uno de ellos acababa de salir de la cárcel pero ¿debían hacerlo en plena esquina, exponiendo, sin ninguna seguridad, la pólvora para la venta "libre" y los licores "a la venta" (para llevar y consumo inmediato en plena vía pública) con música a alto volumen y con sillas alrededor para que los "comensales" consumieran licor libremente a pesar de las prohibiciones (por Código de Policía, Medidas de contención de la Pandemia y las medidas excepcionales por el segundo pico epidemiológico en las festividades de fin de año 2020, en Bogotá)?

Así sucedió, hasta las 2am, "a la vista" de los policiales que saludaban a "los conocid@s" cuando pasaban en sus rondas (a pesar de las quejas de l@s vecin@s que llamaron al 123, al 195 y al Cai San Jorge) y las riñas y aglomeración evidenciada por las fotografías y videos que la comunidad logro hacer, a pesar de la intimidación (tanto por policiales e "infractores" violadores(as) de la ley) a que fueron sometidos por exigir el cumplimiento de la norma, con el argumento policial de "estamos en nochebuena" “no molesten, ni armen "zafarrancho" aquí”, “déjenlos que ya casi acaban"...

Y así sucedió en varios lugares, NO sólo de este barrio, sino en casi toda la localidad.

Resultado, hasta las 6: 20 am, del 25, se pudo escuchar la quema continua de pólvora en las calles (incluso los noticieros referenciaron a un joven quemado con pólvora en nuestra localidad)

¿dónde queda la autoridad policial para hacer cumplir la ley?

¿Esa "diferenciación" entre "conocidos" (aunque infractores) y comunidad "quejetas" (aunque tenga la razón) no pone en evidencia corrupción y genera condiciones de inseguridad para la comunidad del sector, "silenciada" por las amenazas de los "infractores" y sus "compadres" de uniforme policial?

GRAVE fue lo que paso el 24 de diciembre en este sector del barrio Marco Fidel Suárez y en casi toda la localidad, con las consecuencias lamentables de seguir aumentando la "falta de credibilidad" de la comunidad en la Policía, la sensación de que los corruptos y los delincuentes son "los que mandan", que "estamos desamparados" ante la delincuencia y que el "señor billete" lo compra todo (máxime en estos barrios con alta presencia de "bandas criminales" bien organizadas y con poca actuación policial (no sólo presencial) haciendo cumplir la ley y protegiendo a l@s ciudadan@s de bien (no sólo al delincuente para que no lo linchen, cuando lo atrapan o para "amenazar" a la comunidad cuando denuncia o se queja de estos comportamientos --a todas luces "ilegales"--)

Entonces ¿cómo recuperar la confianza de la comunidad en la institución policial con este comportamiento de sus policiales?

¿Cómo recuperar el binomio "Comunidad - Policía" cuando los policías amenazan y se hacen los sordos o de la "vista ciega" ante la flagrancia de los delitos y contravenciones evidenciadas por la comunidad que acude a la Policía?

Eso, sin hablar de las "coimas" a los policías para que dejen trabajar al vendedor ambulante, o al comercio formal (con supuestos aportes para "pintar" o "arreglar" la estación) o el "asalto en masa" a los asaderos, restaurantes y comidas rápidas por parte de l@s policías (sin tener la "delicadeza" de pagar esos enormes consumos --incluso poniéndose bravos por insinuarles el posible pago por el enorme consumo-- ¿acaso es obligación "darles de comer"?) y ¿qué decir de las patrullas convertidas en vehículos particulares para "llevar a la moza", ir al gimnasio, hacer el trasteo o "pasear" por el sector?

Y ¿qué pensar de la agresividad del policial, contra la ciudadanía que se queja y exige el "buen servicio", el cumplimiento de la ley, que den ejemplo o, porque "no le cae bien al policía"? (recordemos que el caso de Javier Ordoñez, que generó la tragedia del 9 y 10 de septiembre, no es el único en Colombia y tiende a repetirse cada vez más)

¿La terrible costumbre de "patear" al habitante de calle, al consumidor de "alucinógenos" y al que "no paga la coima", no evidencia la degradación del servicio de policía?

Y ¿qué tal la costumbre de algunos policías (amigos de los denunciados) de "poner en evidencia" al denunciante, acercándose con toda la parafernalia, a su residencia para "felicitarlo" por su denuncia, "señalando" con ello, el lugar, a los delincuentes o sus cómplices, para luego ser "cogido a piedra" o a balazos (como han denunciado algunos habitantes)?

¿Cómo lograr respeto y admiración de la ciudadanía, cuando quienes están encargados de hacer respetar la ley, el Estado de derecho, la convivencia y la seguridad ciudadana, asumen comportamientos tan contradictorios?

Si, son muchos comportamientos que deben reformarse por parte de la institución encargada de "cuidar la vida y bienes de la ciudadanía y el cumplimiento de la ley, la convivencia y el orden público".

Nosotr@s como comunidad y organizaciones sociales (incluidas JAC) estamos dispuestos a colaborar como lo hicimos con los Frentes de Seguridad, para contribuir con la Policía en el buen servicio, pero debe partir de una "voluntad política" del alto mando para esa transformación; sino, seguiremos viendo a algunos (para no decir muchos) policías "gordos" tratando de correr tras un ladrón o a agentes que ven a la ciudadanía como los "quejetas" y obviamente a los policías corruptos que ven el sector donde les toco prestar "su servicio", como su "coto de caza" para conseguir "recursos extras" como complemento al salario que le paga la ciudadanía a través del gobierno.

¿Dónde están los verdaderos policías, que son leales a su juramento y a los principios éticos y morales de su institución?

Sé que existen, pero con la reiteración de estos malos comportamientos, cada vez más, nos sentimos como comunidad, "sol@s" ante la criminalidad, abandonad@s ante la impunidad de la corrupción y los delincuentes y en una "ley de la selva" donde cada quien hace lo que quiera mientras tenga el dinero para "corromper" al funcionario o al Estado.

Mucho debemos cambiar para recuperar la credibilidad ciudadana en la Policía y en los funcionarios del Estado. Pero debemos empezar ya (incluida la adopción de la tecnología 5G y la actuación "en tiempo real" como modelo de servicio, contrario al actual de "sólo ante denuncia legal") antes que los delincuentes y corruptos nos cojan tanta ventaja que haga "imposible" detenerlos, disminuirlos y, sobre todo, evitar el enorme daño que le hacen a la sociedad...

¡Todavía es posible!


Fitzgerald Moore
Historiador
Universidad Nacional de Colombia
Líder comunal y comunitario de RUU

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