Desde un comienzo los ánimos
estuvieron caldeados ante el inconformismo de un gran número de asambleístas
por la actuación de los nuevos directivos de la Junta de Acción
Comunal. Existe descontento por la
forma en que se ha actualizado el libro de afiliados, donde muchos de los
residentes en el sector quedaron fuera del mismo. Se dice faltó ilustración
para haber actualizado datos, que dieran la posibilidad a quienes quisieron
asistir, de poder hacerlo.
Los habitantes de Nueva Villamayor temen
perder la Personería Jurídica por la demora en la aprobación de los Estatutos de la organización. Así mismo el inconformismo
es grande por no consultarse a la Asamblea General el subir las tarifas a los
servicios que presta La Junta de Acción Comunal a la Comunidad.
La ciudadanía de Nueva
Villamayor espera se oficialicen las tarifas para el alquiler del Salón
comunal, así como la reglamentación para el uso del mismo. Igualmente no entienden como
arguyendo es una orientación del Instituto para la Participación y Acción
Comunal IDPAC, entidad creada para incentivar la participación ciudadana en
torno a la solución de las problemáticas que les afecta, se haya impedido
continuar la labor de los comités que la ciudadanía postuló a ser parte integral
de la Junta de Acción Comunal. Se considera baladí el argumento que con ello se
busca evitar las disputas entre los miembros de la nueva Junta y la anterior.
El IDPAC debe dar respuesta
a esta situación en la que se le impide a las comunidades trabajar por las
mismas por el argumento esbozado por el actual Presidente de la Junta, a quien
desde ya algunos habitantes del barrio califican de dictador. Además de no contar con el quórum
correspondiente la Asamblea informativa terminó abruptamente por retiro de los
asistentes, ante la imposibilidad de exponer la comunidad sus puntos de vista,
al no concedérsele el uso de la palabra.
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