viernes, 31 de agosto de 2012

Enrique Santos Molano defiende peatonalización de la Carrera Séptima


Agosto 31 de 2012 En su columna del periódico El Tiempo, Enrique Santos Molano, resaltó los beneficios que ha tenido la peatonalización de la Carrera Séptima en su primer tramo y aseguró que los problemas de los que acusan a la medida no son de hoy.

Aseguró en su columna titulada qué hacer con la 7ª, que el problema de aseo en esta vía viene desde mucho antes de peatonalizarla y calificó como un gran acierto la decisión del Alcalde Mayor de Bogotá, Gustavo Petro, de crear un operador público de aseo para la ciudad.

Así mismo sugirió que se cree un comité con representantes de todos los sectores que le presente al Alcalde un modelo de cómo se hará la transformación de esta emblemática vía de Bogotá.

A continuación el artículo de opinión publicado hoy en este diario.

El Tiempo (Enrique Santos Molano): QUÉ HACER CON LA 7ª

 La semana pasada se efectuó por la carrera 7a. una pequeña manifestación de un grupo de personas, comerciantes o residentes del sector, o que tienen en él sus lugares de trabajo, para protestar, no se supo bien si contra la actual peatonalización del tramo entre la avenida 19 y la calle 24, o contra la ampliación del trayecto peatonal hasta la plaza de Bolívar.

Los argumentos esgrimidos por los protestantes dejan la sensación de que muchos de ellos estaban allí de patos, inducidos para crear la sensación de un descontento general con la peatonalización. De hacerle creer a la ciudadanía que el proyecto resultó un fracaso; pero no recibieron el apoyo masivo que esperaban. Como pude apreciarlo, la actitud de los ciudadanos fue de indiferencia ante la ridícula protesta, e incluso de franco respaldo a la peatonalización y de esperanza de ver próximamente, en plazo máximo de dos años, el tren ligero, tranvía o Tram, circular en doble sentido desde Las Cruces hasta la calle 170 y viceversa.

Las objeciones de los manifestantes a la peatonalización pueden sintetizarse en que "ha generado baja en las ventas del comercio, inseguridad, mendicidad y desaseo, además de la invasión de vendedores ambulantes y comercios ilícitos".

Comencemos por la última. Yo recorro la carrera 7a., entre la calle 34 y la calle 13, por lo menos dos veces al día. En el sector peatonalizado, de la 24 a la 19, se ven escasos vendedores ambulantes. Por el contrario, en el tramo no peatonalizado, de la 19 a la plaza de Bolívar, las aceras de ambos lados de la vía están plagadas de vendedores ambulantes, y cubiertas de mercancía de todo género, de modo que se hace muy difícil movilizarse por ellas. Es obvio que el fenómeno de los vendedores ambulantes no está generado por la peatonalización.

Es cierto que en la zona peatonalizada hay mendicidad y desaseo, pero los había igual, y aun peor, antes de la medida. Entiendo que el problema del desaseo actual que se ve por todas partes en el centro histórico, y casi todo el Distrito Capital, es temporal. Quedará resuelto tan pronto se solucione el problema con la Uaesp. Me parece un gran acierto del alcalde Petro que el Distrito recupere el manejo del aseo. Así le ponemos fin a la codicia de los empresarios privados, que actúan en razón del lucro, y sin el menor afán de servirle a la ciudad. Si el manejo de las basuras es tan rentable (de no serlo, no se lo pelearían los privados), resulta lógico que la ciudad asuma el servicio de aseo, y que las ganancias que este produce vayan a las arcas del Distrito, no al bolsillo de unos pocos empresarios. De paso se podría mejorar sustancialmente el salario de los abnegados "escobitas", sin cuyos servicios la salud de los bogotanos estaría seriamente amenazada. En cuanto a la mendicidad, ese  problema no hemos podido resolverlo en 200 años que llevamos de vida independiente, y del que no tengo la menor idea de cómo piense arreglarlo el alcalde Petro. En todo caso, la peatonalización tampoco es la culpable del desaseo, ni de la mendicidad. Más bien, buena parte de los causantes del desaseo son los propios comerciantes de la 7a. La cara horrible de la emblemática avenida es el reflejo de la apatía, la desidia, la incultura de quienes tienen sobre ella sus comercios, sus oficinas o sus viviendas. No le aportan nada al embellecimiento de la 7a. No mantienen limpias las fachadas de las casas o de los edificios, que presentan a lo largo del centro histórico un aspecto repugnante, que opaca el lucimiento de la arquitectura. No hay el menor asomo de coquetería en los balcones ni en las ventanas. Ni una flor, ni un detalle agradable. Sólo se ven anuncios feísimos, insulsos, vidrios rotos, puertas desvencijadas. Mal gusto por doquier. El civismo no es la característica de quienes hoy quieren descargar en la peatonalización sus propios defectos.

¿Cómo culpar de la inseguridad a la peatonalización? Por la 7a. era peligroso caminar después de la 7 de la noche, y después de las 9, ni se diga, antes de entrar en vigencia la medida peatonal. Hoy también hay riesgo, aunque ha disminuido. Así es que no tiene caso culpar de males que vienen de muy atrás a una disposición tan benéfica, acertada y de alto civismo, como la de convertir en un agradable paseo peatonal el trayecto de la carrera 7a. correspondiente al centro histórico, en las calles que en la Colonia se conocieron como calles reales (plaza de Bolívar a la avenida Jiménez) y Camellón largo de Las Nieves (calles 15 a 24), rebautizadas en la República como calles del Comercio, las primeras, y avenida de la República, la segunda, y finalmente con la  nomenclatura general de carrera 7a.

¿Qué hacer con la 7a.?  La respuesta a esa pregunta no puede darla un columnista en una simple columna. Sólo se me ocurre sugerir, como lo he hecho varias veces, la conformación de un comité o comisión, integrado por  (no me atrevo a decir 'expertos', porque los expertos me inspiran profunda desconfianza), pero sí por académicos de la Historia, representantes de las Sociedades de arquitectura e ingeniería, urbanistas y paisajistas urbanos, y desde luego por representantes del Concejo, del Presidente de la República, por las directoras del IDU, del Hábitat, el director de Planeación del Distrito, el Museo Nacional, la Biblioteca Nacional, por la prensa, etc. Comité que en tres meses deberá poner a consideración del Alcalde un modelo de cómo se hará la transformación (no la desfiguración) de la carrera 7aª en toda su latitud.

No se puede improvisar con el destino de la carrera 7a. Hay que actuar de prisa, mas no a la ligera. Se trata de crear, con base en lo que existe, una de las más hermosas avenidas urbanas para el siglo XXI. La carrera 7a. que de verdad sea el emblema de la capital de Colombia.

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