El siguiente es el comunicado que para navidad emitieron las FARC-EP al finalizar una etapa más de negociaciones entre representantes del gobierno colombiano y los insurgentes.
Desde la trinchera guerrillera, desde la movilización campesina y popular, desde el taller y la fábrica, desde el campus universitario, el colegio, la clandestinidad urbana, desde la Mesa de Diálogos de la Habana, en fin, desde las entrañas de la Colombia indómita de la cual hacemos parte indisoluble, los mandos y combatientes de las FARC-EP, enviamos a los pueblos del mundo nuestro revolucionario y bolivariano saludo de fin de año.
Por imposición de un régimen violento y excluyente nos hemos visto en la ineludible obligación de asumir la lucha armada, para adelantar esta justa guerra de resistencia, por paz con justicia social, democracia real y soberanía, que ya se ha extendido por medio siglo.
Desde luego no hacemos la guerra por la guerra misma. Si el enemigo entiende que es imposible derrotar militarmente a una guerrilla anidada en el corazón del pueblo, reconoce al oponente político y realiza profundas reformas en las caducas estructuras, entonces sí es posible hablar de poner fin al conflicto armado, se abren las posibilidades para llegar a firmar un tratado de paz estable y duradero, y se encuentran así nuevas vías para solucionar los problemas e iniciar entre todos la edificación de la anhelada reconciliación.
La paz con dignidad, es el sentir de las mayorías. Paz y Constituyente es hoy bandera que convoca organizaciones sociales y movimientos políticos y gentes del común, en busca de una alternativa política para Colombia. Un nuevo poder, una nueva Colombia, objetivamente puede desplegar sus alas desde un Frente Amplio, que reúna en ese estratégico objetivo, a todos los procesos y luchas, y sueños de nuevo país.
Al agradecer las muestras de solidaridad que desde los distintos rincones de la tierra nos hacen llegar las organizaciones sociales y populares, ratificamos igualmente que ellas son fuente de inspiración y estímulo, fuerza moral que centuplica nuestro esfuerzo por la victoria de la paz.
Sin embargo, no basta con que sólo nosotros creamos en el fin del conflicto, sino que el enemigo de clase se vea obligado por una gran correlación de fuerzas favorables a la salida política, a aceptar esa nueva realidad. Esto solo se logra con la lucha y la unidad de nuestro pueblo y con una amplia solidaridad internacional. Ejemplos en el mundo sobran para demostrar la certeza de esta afirmación.
La crisis del sistema capitalista es profunda e irreversible, la dispersión del sector popular ha contribuido a prolongar su agonía. Es por ello que al despedir el año 2013 alentamos a los pueblos del mundo a no desfallecer en la lucha común contra el imperio y la injusticia. Las condiciones objetivas para la superación de esa etapa histórica están dadas. Falta que la subjetividad actué creativamente para acelerar los cambios que los oprimidos debemos producir. El socialismo sigue siendo el destino de justicia de la humanidad.
COMISIÓN INTERNACIONAL DE LAS FARC-EP
Montañas de Colombia, diciembre 2013
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