David Montoya, médico veterinario y coordinador del Proyecto 730 |
David Montoya, médico veterinario y coordinador del Proyecto 730 –vigencia 2024–, es una de las figuras centrales en la ejecución de esta importante estrategia que busca mejorar las condiciones de vida de los animales de compañía en la localidad Rafael Uribe Uribe. En conversación con Notas de Acción, el doctor Montoya enfatizó la importancia de la educación comunitaria como un componente esencial del bienestar animal, destacando lo que aún falta por desarrollar.
Notas de Acción (NDA): Doctor Montoya, muy buenos días. ¿Qué nos puede contar sobre el componente educativo del proyecto y qué queda pendiente por implementar?
David Montoya (DM): Muy buenos días. Dentro del
Proyecto 730 trabajamos varios frentes fundamentales: jornadas de
esterilización, brigadas de salud, atención de urgencias, adopciones y, por
supuesto, el componente educativo, que es precisamente el que está iniciando su
fase de desarrollo.
Este aspecto educativo tiene como objetivo sensibilizar a la
comunidad frente al verdadero significado del bienestar animal. Muchas veces,
aunque tengamos buenas intenciones con nuestros perros y gatos, actuamos desde
el desconocimiento, lo cual puede derivar en prácticas que no contribuyen
realmente a su bienestar. Por eso, buscamos orientar sobre lo que realmente
significa tratar adecuadamente a un animal de compañía.
En esta etapa también abordaremos aspectos legales y éticos relacionados con la protección animal, incluyendo la normatividad vigente. Planeamos llevar esta formación a diversos escenarios: instituciones educativas, salones comunales, encuentros con juntas de acción comunal y espacios comunitarios con personas mayores. Queremos impactar a la mayor cantidad de población posible, promoviendo una tenencia responsable y empática.

DM: Es totalmente cierto. Actualmente, existen razas
catalogadas por la ley como “de manejo especial”, anteriormente conocidas como
“potencialmente peligrosas”. Esta clasificación responde, más que al
temperamento del animal, a sus características físicas: su fuerza, el tamaño de
su mandíbula y el daño que pueden provocar si llegan a morder.
Un perro de raza pequeña, como un pincher, puede ser más
temperamental que un pitbull, pero claramente el impacto de su mordida es mucho
menor. Por eso, el foco no debe estar solo en la raza, sino en la educación y
socialización del animal. Un tutor responsable, que entienda cómo criar a su
mascota y la integre de manera adecuada en su entorno, hace toda la diferencia.
El bienestar animal también significa formar mascotas que
puedan convivir en armonía dentro de la comunidad, sin representar un riesgo o
molestia para otros.
NDA: ¿Aún se reportan casos de peleas entre perros de razas consideradas peligrosas, o esta problemática ha sido superada?
DM: Aunque hemos avanzado bastante en ese tema
gracias a la labor educativa y al fortalecimiento de la normatividad,
lamentablemente todavía se presentan algunos casos. Es una situación que sigue
en proceso de superación. Por eso, la formación en tenencia responsable sigue
siendo una tarea fundamental, tanto para prevenir este tipo de conductas como
para fomentar una cultura de respeto y cuidado hacia los animales.
Súmate al cambio
La educación también salva vidas
#BienestarAnimal #Proyecto730 #BogotáCuidaSusMascotas
No hay comentarios:
Publicar un comentario