Estudio del PNUD resalta el aumento de la inversión directa, la financiación de posgrados para maestros y la implementación de la Jornada Completa en la capital. Un gran reconocimiento para Bogotá en su meta de ofrecer educación pública, integral y de excelencia.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) presentó los resultados del informe‘Educación de calidad: para una ciudad y un país equitativos’, elaborado en el marco del proyectoMisión Calidad para la Equidad, que busca identificar los rasgos fundamentales de una educación de calidad en Bogotá, y en alguna medida en Colombia, con el fin de lograr el acceso y disfrute de un mayor desarrollo humano.
El estudio, que contó con la cooperación de la Secretaría de Educación del Distrito (SED), se realizó a partir de un modelo participativo de consulta ciudadana que facilita el empoderamiento de todos los actores sociales responsables de la educación.
Para ello, Misión Calidad consultó a 10.355 personas de diferentes grupos y sectores sociales: padres y madres de familia, alumnos, expertos, maestros, sectores académicos y tomadores de decisión, quienes tuvieron la oportunidad de expresar sus percepciones acerca de la calidad de la educación en la ciudad de Bogotá.
Entre los principales resultados, el PNUD resalta que el ‘Currículo para la Excelencia Académica y la Formación Integral 40x40’ ha sido la estrategia pedagógica para avanzar en la calidad de la educación, materializada en la Jornada Completa de Bogotá, la cual busca ofrecer a los estudiantes más tiempos y más aprendizajes en los colegios públicos de la ciudad.
“La Secretaría de Educación de Bogotá, en los últimos 4 años, buscó mejor calidad en el tiempo escolar, con centros de interés estratégica y participativamente seleccionados. Se trata de una apuesta pedagógica de calidad dirigida a complementar la formación del estudiante hacia una educación integral adaptada a su edad”, destaca el informe, además de concluir que esta es una poderosa medida de compensación de las desventajas socioeconómicas y la inequidad.
En el informe, el PNUD también realiza un análisis de los recursos destinados al sector educativo en el país, concluyendo que “en Bogotá, la inversión directa de la SED ha aumentado un 24,1% en los últimos 4 años y constituye alrededor del 36% de la inversión directa del Distrito”, lo que representa una inversión sin precedentes destinada a transformar la calidad de la educación pública.
Así mismo, la investigación destaca los avances en cuanto a la formación de los maestros, los cuales han sido posibles gracias al programa de Formación Docente de la SED, que financia hasta 70% del costo de estudios de posgrado.
Gracias a esta apuesta que considera la formación de maestras y maestros como un pilar de la calidad educativa, entre 2012 y 2014, Bogotá ha apoyado la capacitación de 4.926 docentes en programas con certificado de alta calidad y amplia trayectoria académica.
Los avances de la calidad educativa en la ciudad también pueden reflejarse en los resultados obtenidos en las Pruebas Saber, en las que se observa que en Bogotá, aunque todavía hay diferencia entre el número de colegios oficiales y no oficiales clasificados en nivel alto, superior y muy superior, la brecha se ha ido disminuyendo en los últimos 3 años, a diferencia del nivel nacional, en donde esta brecha se mantiene.
Otros retos de la educación pública de calidad
Según el informe, la deserción escolar y la equidad son los principales desafíos para continuar consolidando los avances de la educación en Bogotá.
“Si bien ha habido un avance para alcanzar la universalización en los últimos 10 años, el sistema expulsa al 21% de los jóvenes en Bogotá y al 27% en el país en el paso del grado noveno al décimo”, afirma el informe, lo que se atribuye a razones como la falta de gusto por el estudio y las dificultades económicas.
Finalmente, el estudio presenta 8 recomendaciones para mejorar la calidad de la educación en Bogotá y Colombia a partir de esfuerzos institucionales, humanos, educativos y de la sociedad en su conjunto.
Se trata de incorporar el conocimiento crítico y fortalecer el reconocimiento del otro; potenciar el desarrollo del estudiante; mejorar el proceso educativo; fortalecer la capacidad institucional; educar para la participación social, política y económica; implementar una evaluación integral; garantizar la inclusión y el respeto de la diversidad, y aprender a manejar los conflictos de forma no violenta para preservar la paz.
De tenerse en cuenta estos consejos, el PNUD espera que en un futuro próximo la educación en Colombia efectivamente forme ciudadanos, universalmente informados, económicamente productivos, políticamente participantes y capaces de interactuar armónicamente en una sociedad multicultural y multi-ideológica.
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