Por: Fitzgeral Moore
Reflexión
y aporte ciudadano, presentado durante el programa “Al día con Rafael Uribe Uribe” del día martes 29 de diciembre de
2020, con el tema: “Seguridad en la
localidad”, a través del Facebook live @AlcaldiaLocalRafaelUribeUribe; con
la presencia del alcalde local (e) Alejandro Rivera y el teniente coronel Gimi
Ernesto Palacio, comandante Estación de Policía E-18
Teniendo
en cuenta los motivos de la reunión, comencemos por presentar un ejemplo real
de la situación, para luego disertar sobre lo que tenemos y podríamos tener en
la aspiración ciudadana, por un servicio de policía profesional y comprometido
ética y moralmente, con el decreto constitucional de proteger la vida y bienes
de tod@s los habitantes, hacer cumplir la ley y garantizar el orden, la
convivencia y el estado de derecho, en la sociedad colombiana.
Bien
(según denuncia ciudadana) en el barrio Marco Fidel Suárez, el 24 de diciembre
(entre las 6pm y las 2am del 25) montaron "bar", "licorera"
y "expendio de pólvora" en plena vía pública, en la calle 45F sur,
vía principal del barrio, arriba del parque principal y CAI San Jorge SIN
NINGÚN CONTROL a pesar de estar "a plena vista" (incluida la de los policías
que pasaban, en sus rondas)
Eso
nos obliga a preguntarnos, más allá de la queja:
¿Qué
paso con la Ley seca?
¿Qué
paso con el supuesto "toque de queda"?
Estas
personas estaban celebrando que uno de ellos acababa de salir de la cárcel pero
¿debían hacerlo en plena esquina, exponiendo, sin ninguna seguridad, la pólvora
para la venta "libre" y los licores "a la venta" (para
llevar y consumo inmediato en plena vía pública) con música a alto volumen y
con sillas alrededor para que los "comensales" consumieran licor
libremente a pesar de las prohibiciones (por Código de Policía, Medidas de
contención de la Pandemia y las medidas excepcionales por el segundo pico
epidemiológico en las festividades de fin de año 2020, en Bogotá)?
Así sucedió,
hasta las 2am, "a la vista" de los policiales que saludaban a "los
conocid@s" cuando pasaban en sus rondas (a pesar de las quejas de l@s
vecin@s que llamaron al 123, al 195 y al Cai San Jorge) y las riñas y
aglomeración evidenciada por las fotografías y videos que la comunidad logro
hacer, a pesar de la intimidación (tanto por policiales e
"infractores" violadores(as) de la ley) a que fueron sometidos por
exigir el cumplimiento de la norma, con el argumento policial de "estamos en nochebuena" “no molesten, ni armen
"zafarrancho" aquí”, “déjenlos
que ya casi acaban"...
Y
así sucedió en varios lugares, NO sólo de este barrio, sino en casi toda la
localidad.
Resultado,
hasta las 6: 20 am, del 25, se pudo escuchar la quema continua de pólvora en
las calles (incluso los noticieros referenciaron a un joven quemado con pólvora
en nuestra localidad)
¿dónde queda la autoridad policial para hacer cumplir la ley?
¿Esa
"diferenciación" entre "conocidos" (aunque infractores) y
comunidad "quejetas" (aunque tenga la razón) no pone en evidencia
corrupción y genera condiciones de inseguridad para la comunidad del sector,
"silenciada" por las amenazas de los "infractores" y sus
"compadres" de uniforme policial?
GRAVE
fue lo que paso el 24 de diciembre en este sector del barrio Marco Fidel Suárez
y en casi toda la localidad, con las consecuencias lamentables de seguir
aumentando la "falta de
credibilidad" de la comunidad en la Policía, la sensación de que los
corruptos y los delincuentes son "los
que mandan", que "estamos
desamparados" ante la delincuencia y que el "señor billete"
lo compra todo (máxime en estos barrios con alta presencia de "bandas
criminales" bien organizadas y con poca actuación policial (no sólo
presencial) haciendo cumplir la ley y protegiendo a l@s ciudadan@s de bien (no
sólo al delincuente para que no lo linchen, cuando lo atrapan o para
"amenazar" a la comunidad cuando denuncia o se queja de estos
comportamientos --a todas luces "ilegales"--)
Entonces
¿cómo recuperar la confianza de la comunidad en la institución policial con
este comportamiento de sus policiales?
¿Cómo
recuperar el binomio "Comunidad - Policía" cuando los policías
amenazan y se hacen los sordos o de la "vista ciega" ante la
flagrancia de los delitos y contravenciones evidenciadas por la comunidad que
acude a la Policía?
Eso,
sin hablar de las "coimas" a los policías para que dejen trabajar al
vendedor ambulante, o al comercio formal (con supuestos aportes para
"pintar" o "arreglar" la estación) o el "asalto en masa" a los asaderos,
restaurantes y comidas rápidas por parte de l@s policías (sin tener la "delicadeza" de pagar esos enormes
consumos --incluso poniéndose bravos por insinuarles el posible pago por el
enorme consumo-- ¿acaso es obligación "darles de comer"?) y ¿qué
decir de las patrullas convertidas en vehículos particulares para "llevar a la moza", ir al gimnasio,
hacer el trasteo o "pasear" por el sector?
Y
¿qué pensar de la agresividad del policial, contra la ciudadanía que se queja y
exige el "buen servicio",
el cumplimiento de la ley, que den ejemplo o, porque "no le cae bien al policía"? (recordemos que el caso de Javier Ordoñez,
que generó la tragedia del 9 y 10 de septiembre, no es el único en Colombia y
tiende a repetirse cada vez más)
¿La
terrible costumbre de "patear" al habitante de calle, al consumidor
de "alucinógenos" y al que "no
paga la coima", no evidencia la degradación del servicio de policía?
Y
¿qué tal la costumbre de algunos policías (amigos de los denunciados) de "poner en evidencia" al denunciante,
acercándose con toda la parafernalia, a su residencia para "felicitarlo" por su denuncia,
"señalando" con ello, el lugar, a los delincuentes o sus cómplices,
para luego ser "cogido a piedra" o a balazos (como han denunciado
algunos habitantes)?
¿Cómo
lograr respeto y admiración de la ciudadanía, cuando quienes están encargados
de hacer respetar la ley, el Estado de derecho, la convivencia y la seguridad
ciudadana, asumen comportamientos tan contradictorios?
Si,
son muchos comportamientos que deben reformarse por parte de la institución
encargada de "cuidar la vida y
bienes de la ciudadanía y el cumplimiento de la ley, la convivencia y el orden
público".
Nosotr@s
como comunidad y organizaciones sociales (incluidas JAC) estamos dispuestos a
colaborar como lo hicimos con los Frentes de Seguridad, para contribuir con la
Policía en el buen servicio, pero
debe partir de una "voluntad
política" del alto mando para esa transformación; sino, seguiremos
viendo a algunos (para no decir muchos) policías "gordos" tratando de
correr tras un ladrón o a agentes que ven a la ciudadanía como los
"quejetas" y obviamente a los policías corruptos que ven el sector
donde les toco prestar "su servicio",
como su "coto de caza" para
conseguir "recursos extras"
como complemento al salario que le paga la ciudadanía a través del gobierno.
¿Dónde
están los verdaderos policías, que son leales a su juramento y a los principios
éticos y morales de su institución?
Sé
que existen, pero con la reiteración de estos malos comportamientos, cada vez
más, nos sentimos como comunidad, "sol@s"
ante la criminalidad, abandonad@s
ante la impunidad de la corrupción y los delincuentes y en una "ley de la selva" donde cada quien
hace lo que quiera mientras tenga el dinero para "corromper" al
funcionario o al Estado.
Mucho
debemos cambiar para recuperar la credibilidad ciudadana en la Policía y en los
funcionarios del Estado. Pero debemos empezar ya (incluida la adopción de la tecnología
5G y la actuación "en tiempo real" como modelo de servicio, contrario
al actual de "sólo ante denuncia
legal") antes que los delincuentes y corruptos nos cojan tanta ventaja
que haga "imposible" detenerlos, disminuirlos y, sobre todo, evitar
el enorme daño que le hacen a la sociedad...
¡Todavía
es posible!
Historiador
Universidad Nacional de Colombia
Líder comunal y comunitario de RUU
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por su comentario.
Si usted está interesado en recibir noticias de nosotros, suscríbase a nuestro informativo.