“María nació en el campo, junto con la libertad/ tiene la piel del viento tiene los pies de hierba/ y los ojos del cielo/ tiene las manos duras como la tierra del corral (…)/ No se necesita, no se necesita, dice María/ tener las manos blandas para ser mujer”[1]
Ana Tilde Molina Meneses conocida como Chelita y Elsa Benítez González, ambas del corregimiento de Nazareth, se destacan como muchas otras, en el trabajo social y comunitario por la defensa del territorio, la promoción de los derechos de las mujeres y la convicción de mantener vigente la cultura campesina sumapaceña, desde los Comités Veredales de Mujeres y el Consejo Local de Mujeres, escenarios de encuentro, reflexión y participación política que se han venido conformando progresivamente en cada una de las 28 veredas de la localidad desde hace más de 10 años.
Dicha convicción contagia las palabras de Ana Tilde cuando explica las razones por la que le es más cercana la concepción de mujeres campesinas y no la de mujeres rurales: "es un concepto errado, nosotras somos orgullosamente campesinas, mujeres del campo”. Para ella, las mujeres rurales tienen una relación más cercana con la zona urbana de Bogotá: “Las mujeres campesinas no solo tenemos el privilegio de habitar el campo, nos destaca la defensa del territorio de la voracidad de las multinacionales, hemos podido huir al desplazamiento, disfrutamos del entorno, la paz, sabiduría y tranquilidad que aquí habita, sumado al disfrute de fuentes de agua y las maravillas que entrega un páramo como el que se encuentra en la localidad 20 de Sumapaz".
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