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domingo, 10 de agosto de 2014

El discurso de posesión de Santos

Pedro Santana Rodríguez
Presidente Corporación Viva la Ciudadanía



Este 7 de agosto se posesionó para su segundo período el presidente de la República Juan Manuel Santos Calderón, con la presencia de 128 delegaciones internacionales, dentro de los cuales se destacaron varios jefes de Estado de América Latina y con una nutrida comitiva de invitados especiales de distintas regiones del país.

Con la ausencia notable del Centro Democrático de Uribe que decidió no concurrir a la sesión de posesión recurriendo al obstruccionismo y que justificó como respuesta a los abusos de poder del presidente Santos en su campaña reeleccionista, lo cual confirma que en materia de oposición Uribe jugará muy duro y recurriendo a viejas prácticas negacionistas del otro, lo cual ya creíamos superadas en la política colombiana. La constancia que han dejado no examina lo que se ha señalado en reiteradas ocasiones y es que el establecimiento de la reelección inmediata, ocasionó un desequilibro estructural de los poderes y que lo que hay que hacer es volver a la. Constitución de 1991 para establecer la prohibición de la reelección y con ello el restablecimiento del sistema de pesos y contrapesos y la independencia de los poderes, seriamente afectada por el mecanismo de la reelección inmediata.

El discurso de posesión como era previsible se centró en los temas de la paz y la negociación del conflicto, los temas sociales en los que descollaron el tema de la educación, el tema agrario y en menor medida el tema de la salud, el empleo y el desarrollo económico.

En el tema de la educación señaló como hecho más destacado el incremento de los recursos que por primera vez superan el 7 por ciento del PIB para el año 2015 y el compromiso con el impulso a la jornada única y completa, acabando con la media jornada que fue establecida desde el año de 1968 y que sigue rigiendo en la mayor parte del país. Hay que recordar que hay agudos problemas relacionados con la calidad de la educación que sólo será superada si se logra un adecuado tratamiento laboral de los maestros. Temas como la educación preescolar son críticos en el país y demandan la puesta en marcha de una política pública que atienda a los millones de niños entre los 0 y los 5 años; como también el atraso en la matrícula universitaria que está muy por debajo de otros países de América Latina. En los dos extremos: educación preescolar y educación universitarios, estamos muy por debajo de países de la región lo cual ahonda las brechas de desigualdad hacia el futuro de nuestros niños y jóvenes.

En el tema de la paz el asunto es más claro, pero más complicado. Las negociaciones atraviesan un momento decisivo. Se avanza en el tema de las víctimas que es el cuarto punto y se anuncia la conformación de una subcomisión que comience a trabajar el quinto punto de la agenda que es el de la reinserción de los combatientes, la dejación de armas, las condiciones para que el grupo político que surja de las negociaciones con las Farc, haga tránsito a la vida política, el marco jurídico de justicia transicional que permita a la guerrilla entrar en la vida política y finalmente el tema del mecanismo de refrendación de los acuerdos. Es un temario difícil, pero acotado y si se aceleran las negociaciones es probable aspirar a tener un acuerdo para finales de este año o comienzos de 2015.

Pero, hay temas que son cruciales y sobre los cuáles el presidente Santos no dijo nada nuevo. El primer tema es el de la tregua y el cese al fuego. El Presidente insistió en mantener una fórmula que luce desgastada, que fue útil al comienzo de las negociaciones, que fue avanzar en ellas en medio del conflicto, pero ahora esta fórmula no es útil porque genera desconfianza en el proceso, la sociedad no entiende que sí se está avanzando a un buen ritmo en los acuerdos esto no se vea reflejado en un cese bilateral del fuego que permita seguir avanzando a un buen ritmo y dé confianza a las partes y al país que el acuerdo es posible. Tampoco se refirió en concreto al compromiso del país con los recursos y las transformaciones en el modelo económico para que esa paz sea estable y duradera. Quizás la excepción en este frente sea el de anunciar una importante inversión para el campo colombiano, pero se necesitarán recursos importantes del presupuesto nacional para hacer y financiar los proyectos que se necesitan para materializar los acuerdos con las FARC. La paz tiene un costo y los recursos con que cuenta el Estado no son suficientes para ello. Se requiere una reforma tributaria progresiva que permita los recursos necesarios para hacer las transformaciones que se requieren sobre todo en materia agraria.

En síntesis el Presidente nos quedó debiendo más allá de los anuncios de Colombia la más educada para el año 2025, cuáles serán las hondas transformaciones y cómo se harán para llegar a las metas en que podríamos ponernos de acuerdo. La verdad es que las finanzas públicas requieren su fortalecimiento para que llegue siquiera a un 20% del Producto Interno Bruto, con la participación actual que apenas ronda el 15% no será posible emprender las hondas transformaciones que requiere el país y que demanda el proceso de cesación del conflicto armado colombiano. Otros anuncios a nuestro juicio fueron de rutina como la inversión en infraestructura y transformaciones en salud. Estas últimas no recogen las aspiraciones de los ciudadanos colombianos que requieren verdaderas transformaciones como la eliminación de la intermediación financiera que realizan las EPS y el financiamiento adecuado de la red pública hospitalaria tan golpeada por las políticas de privatización.

Así pues, hay mucho de continuismo en las políticas anunciadas por Santos II y ello lo evidencia la lentitud con la que ha ido conformando el gobierno que como se sabe ha llevado a la ratificación de la mayoría de los ministros incluido el vociferante ministro Pinzón que a cada momento dificulta con sus declaraciones el proceso que se realiza en La Habana. Hay pocas caras nuevas y pocos cambios en las anunciadas políticas públicas.

Así cómo el Presidente advirtió a las FARC y volvió a condenar los ataques a la población civil, también debería iniciar la revisión de políticas como la minera y la agraria, la política de salud, la política tributaria. Son transformaciones que el país está reclamando con urgencia. Tomado de: Caja de Herramientas Edición N° 00411 – Semana del 8 al 14 de Agosto – 2014

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