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Este homenaje hace un reconocimiento a sus
50 años de trayectoria artística “Conozco a Judy y a su familia desde
mi incursión en la televisión colombiana en la mítica Calamar”, afirmó
Salvo Basile, Presidente de la junta directiva del FICCI; “a través de
su marido Bernardito y su manejo del italiano, nos unió enseguida un
vínculo especial, desde allí comencé a admirar su capacidad
interpretativa, tuve el honor de compartir con ella en Señora Isabel (1993),
obra única de nuestra televisión colombiana, ella tenía que estar en
esta edición No. 30 cómo merecedora del Premio Víctor Nieto a toda una
vida” continuó.
Desde su comienzo como modelo de
comerciales, de pasar de las tablas al séptimo arte y consolidarse en la
televisión nacional, la evolución de esta artista traspasó fronteras
llegándose a consolidar como una de las actrices más destacadas en
México, tierra donde vivió varios años al lado de su esposo Bernardo
Romero (Q.E.P.D).
En Colombia otro de sus personajes que marcó un hito en la pantalla chica nacional fue el de la vieja Sara en Escalona
(1991), papel que la hizo merecedora en 1992 de un India Catalina “la
vieja Sara fue un reto porque ella existió, son papeles muy difíciles de
representarlos, porque son inevitables las comparaciones, si ella se
paraba así o no, si hablaba así o no; pero fue una gran satisfacción
hacer este personaje y sobre todo muy placentero haber recibido gracias
a ella el Premio India Catalina que para mí, es el reconocimiento más
importante que puede recibir un actor” concluyó.
La señora de la televisión colombiana, cómo
se lo conoce, habla también de cómo se ha mantenido vigente en la
ardua carrera de la actuación “Le tengo que dar gracias a Dios por
escoger una profesión en donde la edad no importa en comparación a
otras profesiones como la de un deportista por ejemplo, donde su
carrera termina muy pronto, y eso me encanta de esta profesión… yo soy
una persona que sigo respetando al libreto, al director, que llegó
puntual, que no tienen por qué repetirme la letra, creo que eso es lo
que me ha mantenido vigente”.
Henríquez anotó qué cuando recibió la
noticia de su homenaje por Salvo, llegó a tener un poco de temor “me
pregunté ¿será que ya no me quieren ver trabajar más o al revés? Yo
lo recibo pensando que voy a seguir adelante” puntualizó. También
aprovechó para hacer un llamado a los miembros de la industria y al
público, a que no olviden a los actores de su generación, destacando
que la calidad actoral de éstos, en su gran mayoría sigue intacta y no
es justo que sean echados al olvido.
Agradeció a su familia, en especial a sus
hijas, quienes confiesa han sido las mayores sacrificadas y por las
cuales se arrepiente de no dedicarle el tiempo que se merecían “son
cosas de trabajo, solo espero que hoy en día, mis dos hijas que se han
dedicado a esto, lo entiendan”, agradece también a sus amigos de toda
la vida dentro de los cuales destaca a Carlos Muñoz, Julio Jiménez, Alí
Humar, María Eugenia Dávila, Rebeca López, Salvo Basile a éste último
lo cataloga como “amigo de la casa”, a quién además agradece la
iniciativa de darle este reconocimiento.
Por último agradeció a su esposo y cómo si
estuviese cara a cara con él le agradece: “Gracias Bernardo, gracias
porque a muchos de los personajes que tú me escribiste, de las obras
que tú me dirigiste, de los regaños que tú me diste, estoy hoy,
recibiendo este premio” finalizó.
El homenaje reconoce la importancia de un
artista de la televisión colombiana, que por su trayectoria ha
contribuido con su vida y obra a la historia de la televisión nacional y
será entregado el sábado 15 de marzo en la ciudad de Cartagena en el
marco del Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias -
FICCI. |
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