miércoles, 22 de mayo de 2019

SDP entrega balance sobre legalización de antenas de telefonía celular en Bogotá


Bogotá D.C, 22 de mayo de 2019.  En la actualidad se procesan en la Secretaría Distrital de Planeación 783 solicitudes de factibilidad y permiso para la instalación de antenas de telefonía celular, que deberán cumplir con todos los requisitos exigidos por el Decreto 397 de 2017.

El Secretario Distrital de Planeación, Andrés Ortiz Gómez, precisó que a la fecha se encuentran aprobadas 1076 estaciones radioeléctricas que ya están en su mayoría instaladas, siendo Suba, seguida de Teusaquillo, Usaquén y Chapinero las localidades que registran un mayor número de antenas aprobadas.

El funcionario recordó que en 2015 la SDP realizó un inventario que arrojó como resultado 4.179 antenas ilegales, y 2.438 fueron reportadas voluntariamente por los respectivos operadores ante la Secretaría de Planeación, que a raíz de la expedición del Decreto 397 de 2017, dio un plazo de 3 años, contados a partir de febrero de 2018, para cumplir con los requisitos exigidos y poder legalizarse.

El Decreto 397 ajustó los parámetros para ubicar las antenas radioeléctricas (telefonía celular -voz y datos-) en el espacio privado, y estableció las nuevas exigencias para utilizar el espacio público. 

Para ubicar las antenas en el espacio público se debe surtir un proceso ante la Secretaría de Planeación. Antes de emitir la factibilidad se revisará que el área donde se quiera ubicar la antena cumpla con los componentes técnicos, urbanísticos y arquitectónicos, y que la infraestructura a instalar sea la adecuada. Posteriormente, se dará el permiso si cumple con la norma nacional y distrital.

Ortiz Gómez puntualizó, que con la normatividad vigente se asegura el despliegue ordenado de la infraestructura de antenas, de la misma forma que opera en ciudades como Tokio donde hay una antena por cada 99 habitantes o New York con una antena por cada 313 habitantes, mientras que Bogotá tiene menos de una antena por cada 1.600 habitantes, y se espera que exista una antena por cada 731 habitantes.

De esta manera se atiende el llamado urgente del Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicaciones, referente a tomar las medidas correspondientes para despliegue necesario de infraestructura de comunicaciones, y cumplir con la demanda de conectividad de los residentes de la capital.

Gracias a los últimos ajustes en la normatividad, el Distrito puede ahora cobrar a los operadores un arriendo por la ocupación del espacio público para la instalación de antenas. La ciudad está cobrando mensualmente cerca de 2 millones 700 mil pesos por cada antena.

“Además, Bogotá antes no tenía control de la legalidad y de los permisos. Hoy en día está exigiendo una serie de normas de mitigación, localización, y obligaciones en socialización. Estamos poniendo la casa en orden en este tema”, enfatizó el Secretario.


Las nuevas antenas NO impactan visualmente la estética de la ciudad

Atendiendo la reglamentación del Decreto 397 de 2017, los habitantes difícilmente perciben la presencia de las nuevas antenas, las cuales no pueden exceder los 3 metros de altura, y pueden estar integradas con el mobiliario público como estructuras de energía, semáforos y paraderos de transporte, entre otros. Las antenas que se instalen en espacio público, no pueden superar los 25 metros de altura, incluida la estructura que las soporta. Así mismo, el cableado debe ser subterráneo. 

“La actual reglamentación busca que estas estructuras sean discretas, planeadas, diseñadas y ubicadas en la forma y lugares permitidos, asegurando el respeto por los parques, la calidad de vida de las personas, y manteniendo los lineamientos de planificación urbanística”, precisó el Secretario.


¿Afectan la salud humana?

Respondiendo a las inquietudes de la comunidad respecto a los efectos que puedan generar las antenas de telefonía celular, la Secretaría Distrital de Planeación manifestó que, según los estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), no existe evidencia suficiente para asegurar que las estaciones radioelétricas instaladas de manera legal en la capital del país, inciden negativamente en la salud humana.

“Según la OMS, las ondas que emiten esos equipos son No Ionizantes, por lo tanto no afectan la estructura molecular de los seres humanos”, comentó el Secretario.

Así mismo, la Agencia Nacional del Espectro (ANE), con fundamento en la OMS, asegura que no hay ninguna prueba científica convincente de que las débiles señales de Radio Frecuencia (RF) procedentes de las estaciones de base y de las redes inalámbricas tengan efectos adversos en la salud humana.

De acuerdo con la ANE, la potencia de las estaciones de comunicaciones móviles es baja, y el hecho de que se encuentren más cerca de la población no implica que ésta vaya a estar expuesta a mayores niveles de intensidad de campos electromagnéticos.

Por su parte, el Gobierno Nacional a través del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, asegura que las antenas de Telefonía Móvil Celular están dentro de los parámetros de potencia adoptados internacionalmente por los organismos competentes para que no tengan efectos negativos sobre la salud.

Entre tanto, la Corte Constitucional en una de sus sentencias señala frente al tema, que las personas que se oponen hablan de una posible afectación futura de su salud, sin acreditar o especificar el daño irremediable que podría causar la exposición a las ondas de radiofrecuencia emitidas por la torre base de telefonía móvil celular.

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