jueves, 1 de diciembre de 2016

La 'mano dura' de Peñalosa contra los buses chimenea en Bogotá


- Unos 60.000 vehículos ya han sido revisados por las autoridades ambientales.
Bogotá, 30 de noviembre del 2016. Cada día se programa al menos un operativo que busca encontrar a los carros más contaminantes de Bogotá.
En vías como la carrera 13 se ubican expertos de la Secretaría de Movilidad, Ambiente y Policía de Tránsito que detienen a los buses que expiden humo negro.
A veces no es tan sencillo. Muchos buses tratan de evadir la revisión o se avisan entre ellos para evitar las vías donde están haciéndose los controles.
Por eso, el plan de la Secretaría de Ambiente es que los controles se hagan a través de móviles que vayan persiguiendo a los buses en las principales vías de la ciudad.
Este plan podría ser una realidad en menos de un año, y así sancionar a cada vez más vehículos que no cumplen con los requisitos técnicos y siguen transitando por las calles de la ciudad.
Sin embargo, sí se están haciendo controles y cientos de vehículos ya fueron sancionados.
“Hemos revisado 60.000 vehículos este año. Hay una complejidad y es que si son grandes no tenemos la capacidad de llevarlos a otros sitios adecuados. Sin embargo, se inmovilizan en los sitios adecuados de los sistemas de transporte de donde se estén presentando. Hacemos operativos en vehículos SITP, TransMilenio, particulares, de carga”, aseguró Óscar Ducuara, subdirector de Calidad del Aire, Auditiva y Visual de la Secretaría de Ambiente y encargado de estos controles.
Durante lo que va corrido del 2016, la Secretaría de Ambiente ha revisado a 50.938 vehículos que transitan por Bogotá, de los que ha aprobado sus requerimientos ambientales a 46.255. En este año se han realizado 674 operativos, lo que equivale a un promedio de más de dos operativos cada día en diferentes puntos de la ciudad.
De todos los vehículos revisados han sido rechazados 4.683 por no cumplir la norma. 1.522 han recibido solo un comparendo y 1308 han sido obligados además a inmovilizarse, por el peligro que representan contra la salud de los bogotanos.
La calidad del aire en Bogotá está por debajo de los mínimos requeridos por la Organización Mundial de la Salud. Según este organismo, una ciudad capital debería tener una media anual de 50 miligramos metro cúbico de material particulado como máximo, pues disminuye los riesgos para la salud humana. Bogotá está en una media anual de 44; es una ciudad mucho menos contaminada que Ciudad de México (52 PM) o que Santiago de Chile y Lima (71 y 78 respectivamente).
La calidad del aire de la capital se mide a través de 13 estaciones fijas y una estación móvil, que están ubicadas en Fontibón, Barrios Unidos, Kennedy, Carvajal, Suba, Chapinero y San Cristóbal.
Los buses contaminantes son gran parte del problema y energías más limpias para el transporte público serán esenciales en un futuro aire bogotano más limpio.
“Tenemos tres grandes aportantes: la infraestructura, las fuentes fijas y las fuentes móviles. Cerca del 60% lo aportan las fuentes móviles a la gran cantidad de contaminantes. Si logramos utilizar unas tecnologías o combustibles autorreguladas, que yo, como dueño de vehículo o como empresa garantice que mi carro está en buenas condiciones o que circulo por la ciudad sin generar contaminación, le voy a generar un gran aporte” a la ciudad, explicó Ducuara.
Las pruebas de emisión de gases son realizadas por el personal de campo de Ambiente, encargados de realizar operativos de control de emisiones y actividades relacionadas con el programa de evaluación, control y seguimiento al parque automotor que transita en la ciudad.
Estos operativos se hacen teniendo en cuenta el método o equipo para realizar la prueba según el tipo de combustible y procedimiento expuesto en las Normas Técnicas Colombianas.
Pero no solo se revisan los buses de transporte público que hacen parte del llamado ‘SITP provisional’. La Secretaría de Ambiente también revisa los vehículos de TransMilenio, tanto buses azules como buses rojos.
En total se han revisado 4.480 buses rojos y 5.057 buses azules este año. De los primeros, 4065 pasaron la prueba, mientras de 3579 de los azules corrieron la misma suerte. De los rojos, 415 no superaron los controles ambientales y 1.478 tuvieron que hacer cambios en sus vehículos.
Las soluciones
“Hoy día lo que tenemos es unos vehículos que por no tener un hábito de mantenimiento preventivo, de tener una regulación completa, de tener metodologías que eviten que los contaminantes  salgan, están circulando por la ciudad. A esos vehículos los vamos a controlar, vamos a hacer operativos no solo fijos sino móviles, vamos a hacer recorridos por los corredores por la ciudad, para garantizar que el aire de Bogotá esté limpio”, aseguró
Ducuara, al anunciar un nuevo modelo de controles, que se enfocará a buscar los buses en sus recorridos y así detectar a los que incumplen la norma.

Además de los operativos en contra de los buses altamente contaminantes, el Distrito busca promover estilos y  medios de transporte altamente sostenibles. Una de las estrategias es enseñar con el ejemplo, y por eso una vez al mes los empleados distritales dejan el carro y van a sus lugares de trabajo en bicicleta, transporte público o caminando.

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