viernes, 28 de octubre de 2016

La adopción, una poderosa herramienta para transformar vidas


Bogotá D.C., 27 de octubre de 2016. Las historias de tres niños y niñas que tuvieron la fortuna de encontrar una familia después de vivir años en instituciones de protección del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, fueron los testimonios que expuso Cristina Plazas Michelsen, Directora General, y que prueban cómo la adopción es una alternativa para transformar vidas.

Visiblemente conmovida, la Directora del ICBF inauguró el Primer Congreso Latinoamericano de Adopción relatándole a los asistentes las historias de Juan Carlos, un niño de siete años con discapacidad severa que fue adoptado por una pareja de estadounidenses con el único objetivo de darle amor, la historia de Jennifer, una adolescente que pidió una familia como único regalo de Navidad en 2015, y la de Kelly, una joven de 18 años a quien no le importó separarse de Laura, su hermana adolescente, con tal de darle a ella un hogar.

“Kelly es una de las personas que más admiro, porque eso es el amor. Y si ella tuvo ese acto de generosidad, ese acto de amor, todos los que trabajamos por los niños en Colombia, todos los que tenemos que restablecer sus derechos, tenemos que tener la misma generosidad y el mismo amor que tuvo Kelly. Ese es el llamado que hago hoy y con el que estoy comprometida con Colombia y con todos los niños y niñas que son nuestros hijos”, dijo la Directora General del ICBF, ante los más de 400 asistentes al evento.

Plazas Michelsen enfatizó en que la misión del Instituto es lograr que las familias biológicas tengan todas las capacidades y las herramientas para permanecer con sus hijos, garantizar sus derechos y darles todo el amor que merecen. Agregó que cuando esto no se logra, es cuando se acude a la adopción como medida para protegerlos.

“Si definitivamente la familia biológica no puede darle al niño todo lo que se merece y garantizar sus derechos, entonces está a nuestro alcance esta medida de protección que es la adopción y que es un acto de amor, un acto de generosidad no solo de las familias adoptantes, sino también de los niños”, puntualizó.

Durante el Congreso, organizado por la Red Latinoamericana de Cooperación en el Ámbito de la Adopción - RELAC ADOP, Cristina Plazas exaltó la labor de los Defensores de Familia y sus equipos psicosociales en su responsabilidad de definir el futuro de aquellos niños, niñas más y adolescentes a quienes no se les han garantizado sus derechos.

“En materia de derechos de los niños nunca es suficiente, siempre vamos a tener que hacer más y más. Tenemos la voluntad política para mejorar todos nuestros programas y también para darles a nuestros funcionarios, y a los Defensores de Familia, todas las herramientas que requieren”, puntualizó.

Entre 2010 y 2016, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar logró encontrar familias adoptivas para 11.199 niños, niñas y adolescentes. De ellos, 4.828 tienen características o necesidades especiales, ya sea por tener más de 10 años en el momento de ser adoptados, porque pertenecen a grupos de hermanos o porque tienen alguna condición de discapacidad o enfermedad que requiere tratamiento permanente.

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