miércoles, 20 de julio de 2016

Los perros que han impedido el ingreso de 211 personas con droga a la Cárcel Distrital este año


Bogotá, 14 de julio de 2016. Gracias al buen trabajo de la Unidad Canina conformada por tres adiestrados perros y seis guías se ha impedido el ingreso de drogas a la Cárcel Distrital de 211 personas (177 mujeres y 34 hombres), en lo corrido de este año, que pretendían introducir alucinógenos o ingresar bajo los efectos del mismo al centro carcelario durante las jornadas de visita.
Este resultado se logró gracias a la Unidad Canina que desde el pasado mes de octubre presta sus servicios para controlar que tanto visitantes como personal en general ingresen sustancias psicoactivas al penal y de esta manera fortalecer los controles de seguridad.
La unidad canina está compuesta por seis guías y tres perros, 'Baco' de 16 meses, 'Thor' de 20 y 'Ada' de 18. La unidad canina fue entrenada en la “Escuela de Guías y adiestramiento canino agente Álvaro Rojas Ahumada”, de la Policía Nacional, ubicada en el municipio de Facatativá, Cundinamarca.
En un día domingo de visitas ingresan a la cárcel cerca de 800 personas, todas deben pasar por unos filtros de seguridad, como detectores de metales y requisas, sin embargo la prueba más contundente para evitar el ingreso de drogas, es la última, cuando los visitantes son olfateados por los caninos.
El proceso de ingreso de todos los visitantes durante un día domingo puede tardar hasta 1 hora y media, en el cual cada canino trabaja solo 20 minutos seguidos. Este es el día de mayor trabajo para los perros, puesto que entre semana el trabajo de revisión al mismo personal que trabaja en el penal se hace solo algunos días sorpresa.
Baco, Thor y Ada gozan de un cuidado especial, cada uno de ellos duerme en su propio canil, se les da un baño mensual y corte de uñas y nunca les falta sus 700 gramos diarios de concentrado para su alimentación. Además para garantizar su buen desempeño a la hora de olfatear, los caninos tienen un día a la semana de descanso, más conocida como un “día de perro”, en el cual salen de la cárcel a un lugar abierto para desestresarse, jugar y hacer ejercicio.
“En el corredor de ingreso sentamos de a 10 visitantes por turno, para que los perros puedan hacer su trabajo. Cuando un perro da señal activa sobre alguien le damos una segunda oportunidad por lo que ingresa con el siguiente grupo de visitantes y se ubica en otro puesto. Si la señal del perro vuelve a ser afirmativa sobre esta persona se le impide el ingreso”, explica una guarda de seguridad perteneciente a la unidad canina.
Además de este estricto control por parte del cuerpo de Custodia y Vigilancia, la Cárcel Distrital cuenta con un Centro de Atención Médica a Drogodependientes CAMAD- donde se tratan a las personas privadas de su libertad con problemático consumo de sustancias psicoactivas haciendo énfasis en la reducción de riesgos y mitigación de daños, desde una perspectiva de salud pública, seguridad y convivencia ciudadana.

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