miércoles, 16 de marzo de 2016

El servicio médico que busca a la población LGBTI de Bogotá

Bogotá, marzo 17 de 2016. Un pequeño consultorio ubicado en el segundo piso del CAMI Samper Mendoza es diferente a todos los demás. Sus letreros están pintados con arco iris y sus paredes están adornadas por una cenefa de muñequitos de parejas del mismo sexo. Se trata del servicio amigable de salud LGBTI, una estrategia del Distrito que busca prestar una atención diferencial a esta población, que muchas veces no se acerca a un médico por pena o prejuicio.

Para Carolina Bulla Fernández, coordinadora distrital del proyecto, cada perfil de la población de lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales tiene necesidades diferentes. En este rincón, son atendidas por un equipo conformado por profesionales en diferentes áreas, como medicina, enfermería, psicología y trabajo social.
“Por ejemplo, con las mujeres lesbianas tenemos el tema de la salud sexual, muchas veces eso no se aborda o se da por entendido desde el sistema. Con los hombres gays hay un tema sobre la definición de la orientación sexual, que autocuestiona  el proyecto de vida”, dijo la coordinadora.
En cambio, la población transgenerista afronta una amenaza latente: las transformaciones corporales artesanales, que son practicadas de forma clandestina por su bajo costo y sus resultados inmediatos, pero que a la postre causan graves problemas de salud, e incluso la muerte.
“Aún hoy se siguen presentando casos de uso inadecuado de sustancias como las hormonas, o sustancias industriales como la silicona, aceite de cocina y cemento, básicamente para lograr una transformación corporal de acuerdo a la identidad”, cuenta Carolina.
Para contrarrestar esta situación, el proyecto firmó un convenio con el hospital San Blas, para llevar a cabo un programa especializado de acompañamiento a las personas trans en la construcción corporal de su identidad de género, al que ya han sido remitidas 62 personas.
La idea es tener una asesoría médica adecuada para el cambio corporal, que inicia desde psiquiatría y que pasa por diferentes especialistas en urología y cirugía plástica.
Otro de tema recurrente es la dificultad para acceder a los servicios de salud, sobre todo para las habitantes de calle o población en ejercicio de la prostitución. “El tema del aseguramiento es la primera barrera que encontramos, por lo que la tratamos de gestionar para asegurar la atención”, asegura Carolina.
El servicio también va a las localidades
En el programa  hay un grupo de gestión comunitaria, conformado por tres hombres trans y cuatro mujeres trans, que hacen acompañamiento y apoyo a organizaciones LGBTI en cada localidad.
Allí están en contacto directo con los ciudadanos y conocen de primera mano casos que luego son remitidos al servicio.
“Desde el equipo de gestión comunitaria hacemos recorridos en la ciudad a lugares de homosocialización, transocialización, por las zonas de rumba y por las unidades de trabajo informal donde labora la población LGBTI.  Llevamos más de 190 recorridos a estos lugares”, asegura la Coordinadora.
Los gestores también realizan acciones colectivas para que la gente conozca y pueda llegar un poco más informada al servicio amigable.
A febrero de 2016, el servicio  ha realizado 2.280 asesorías individuales, más de 370 tamizajes para detección de VIH, tuberculosis y otros cuadros crónicos como diabetes, 280 seguimientos a casos especiales y 70 acciones colectivas de educación para ejercer el derecho a la salud.
“Ha sido un camino largo, pero con el paso del tiempo y con la acción reiterada del equipo se ha logrado que la gente vaya tomando un poco más de confianza y que sienta el espacio como propio, que es lo que para nosotros ha generado mucho impacto, que aquí la gente puede participar”, afirmó Carolina.
Uno de los objetivos del servicio es que la población reconozca su derecho a la salud, y la importancia de la prevención.
“La población LGBTI es una población que aprende, pero también nos permite aprender con ellos, creo que es otra de las cosas bonitas que nos ha pasado en el servicio. Más allá de la orientación sexual o la identidad de género, que la gente comience a pensarse el mundo de otra manera es un avance para todos y todas”, afirma la coordinadora.
El servicio está abierto de lunes a viernes desde las 8:00 a.m. hasta las 4:00 p.m., en el  segundo piso del CAMI Samper Mendoza, Carrera 22 #22a26.

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