sábado, 30 de enero de 2016

Izquierda con identidad / opinión

Columna de Carlos Lozano Guillén, director del semanario VOZ.


Los diálogos de paz de La Habana entraron en una fase de irreversibilidad, así queden aún dos puntos complejos y difíciles y temas pendientes de la agenda acordados de forma parcial.
En este contexto, aumentan las especulaciones y las expectativas de cómo será el posacuerdo, una vez firmado el documento de paz estable y duradera; cómo será el papel de la izquierda y, en especial, la forma y el contenido de la participación de las insurgencias en la vida política del país, sin armas y en las condiciones democráticas de los acuerdos políticos.

Algunos creen que los insurgentes son noveles en política y que tienen mucho que aprender antes de lanzarse a la acción democrática y social.
Sin embargo, la mayoría de ellos, al menos de sus líderes en todos los niveles, fueron dirigentes de organizaciones políticas, sociales y de masas antes de tomar las armas, además que las guerrillas, en su esencia, son organizaciones político-militares.
Dijo ‘Timoleón Jiménez’, jefe máximo de la guerrilla de las Farc, en reciente entrevista para el semanario Voz: “Las Farc no vamos a empezar a hacer política, llevamos más de cincuenta años haciéndola, no somos novatos en eso. Lo que vamos a hacer es política dentro de nuevos marcos democráticos y de garantías, que harán innecesaria el uso de las armas”.
No deja dudas el jefe de las Farc de la voluntad de paz y de participación en la vida política, previa dejación de las armas de conformidad con los acuerdos.
No cabe la menor duda que la fuerza guerrillera, convertida en movimiento político, buscará aglutinar a los sectores democráticos y progresistas para los cambios que se requieren en el país. Será factor determinante e indispensable para la unidad de la izquierda.
No se puede soslayar el hecho de que la unidad y el ascenso democrático que se vislumbran tendrán origen en la naturaleza de los cambios que devienen de los acuerdos de La Habana.
La semana pasada se reunió en Bogotá el encuentro de dirigentes de izquierda en sus distintas versiones, aunque faltaron unos pocos que tal vez se incorporarán más adelante.
Es un buen comienzo que debe ser saludado por todas las organizaciones de la izquierda, en la medida que implica la ruptura con los hegemonismos y los sectarismos.
La unidad para que sea tal, debe comenzar en la elaboración del programa común para el frente único y la acción popular, que le dé contenido e identidad al loable propósito.
Esto con claridad en las metas estratégicas propuestas, alejadas del statu quo, del colaboracionismo con los gobiernos tradicionales y para forjar una opción de poder democrático en ruptura con el neoliberalismo, el despotismo y la corrupción. 
Las listas terroristas
Este jueves, en entrevista con AP, el presidente Santos dijo que espera que EE. UU. suspenda las órdenes de captura y saque a las Farc de la lista de terroristas, una vez se firme la paz. Esto coincidió con el llamado de las Farc a la Unión Europea para ser retiradas de la lista de organizaciones terroristas. La solicitud la hizo ‘Iván Márquez’, quien vía Skype habló ante el Parlamento Europeo. Esa guerrilla ha sido considerada como un grupo terrorista por gran parte de la comunidad internacional durante varios años.
Carlos A. Lozano Guillén
Director del semanario VOZ

​Carlos Lozano G.


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