miércoles, 24 de diciembre de 2014

Comprometidos con mayor justicia y mejor sociedad, saludo de navidad

Querida familia de la población de personas con discapacidad, cuidadoras y cuidadores

Hoy que comparten con sus seres amados reciban en la distancia un cálido abrazo afectuoso y solidario, la navidad es una tradición con mayor arraigo en los pueblos de cultura católica.
Comparto estos mensajes expresados por caracterizados sacerdotes que hoy mantiene absoluta vigencia y sirven de reflexión es estas fiestas

“Lo principal en el Catolicismo es el amor al prójimo. “El que ama a su prójimo cumple con su ley.” (S. Pablo, Rom. XIII, 8). Este amor, para que sea verdadero, tiene que buscar eficacia. Si la beneficencia, la limosna, las pocas escuelas gratuitas, los pocos planes de vivienda, lo que se ha llamado “la caridad”, no alcanza a dar de comer a la mayoría de los hambrientos, ni a vestir a la mayoría de los desnudos, ni a enseñar a la mayoría de los que no saben, tenemos que buscar medios eficaces para el bienestar de las mayorías.
Es necesario entonces quitarles el poder a las minorías privilegiadas para dárselo a las mayorías pobres. Esto, si se hace rápidamente es lo esencial de una revolución. La Revolución puede ser pacífica si las minorías no hacen resistencia violenta. La Revolución, por lo tanto, es la forma de lograr un gobierno que dé de comer al hambriento, que vista al desnudo, que enseñe al que no sabe, que cumpla con las obras de caridad, de amor al prójimo, no solamente en forma ocasional y transitoria, no solamente para unos pocos, sino para la mayoría de nuestros prójimos. Por eso la Revolución no solamente es permitida sino obligatoria para los cristianos que vean en ella la única manera eficaz y amplia de realizar el amor para todos. Es cierto que “no haya autoridad sino de parte de Dios” (S. Pablo, Rom. XXI, 1). Pero Santo Tomás dice que la atribución concreta de la autoridad la hace el pueblo”.
Camilo Torres Restrepo, sacerdote católico, murió en combate como miembro de la guerrilla, Colombia.

“Cuando los hombres de hoy luchan por extirpar las clases que dividen a los hombres en explotadores y explotados, y se oponen al neocolonialismo y al imperialismo, están reconociendo en la práctica, tal vez sin advertirlo, la fuerza del mensaje que Cristo trajo hace dos mil años”.
Carlos Mujica, Sacerdote católico, asesinado por grupos paramilitares en 1974

“Esta noche no busquemos a Cristo entre las opulencias del mundo, entre las idolatrías de la riqueza, entre los afanes del poder, entre las intrigas de los grandes. Allí no está Dios. Es la hora de mirar hoy al Niño Jesús no en las imágenes bonitas de nuestros pesebres, hay que buscarlo entre los niños desnutridos que se han acostado esta noche sin tener que comer, entre los pobrecitos vendedores de periódicos, que dormirán arropados de diarios allá en los portales, entre el pobrecito lustrador que tal vez no se ha ganado lo necesario para llevar un regalito a su mamá, o en el joven campesino, obrero, el que no tiene trabajo, el que sufre la enfermedad en esta noche. No todo es alegría, hay mucho sufrimiento, hay muchos hogares destrozados, hay mucho dolor, hay mucha pobreza. Hermanos, todo esto no lo miremos con demagogia. El Dios de los pobres ha asumido todo esto y le está enseñando al dolor humano el valor redentor, el valor que tiene para redimir al mundo, la pobreza, el sufrimiento”.
Arnulfo Romero, sacerdote católico, asesinado por grupos paramilitares, El Salvador.
“Señor, tenemos la costumbre de acostumbrarnos a todo. Aun lo más hiriente se nos oxida. Quisiéramos una sensibilidad no cauterizada, para maravillarnos y sublevarnos. Señor, que no nos acostumbremos a ver injusticias, sin que se nos encienda la ira, y la actuación.”
Luis Espinal, sacerdote, asesinado por la dictadura de García Meza, Bolivia
“Usted sabe que en regiones como la mía podemos vivir esta escena casi a diario, porque vivimos el drama de la tierra. Las grandes compañías compran tierras en el interior del país, y las familias que llevan allí viviendo años y años deben marcharse. Cuando llegan a ciudades como Recife, buscan algún lugar donde poder vivir. Muchas veces, la madre está encinta. Y acaban construyendo miserables chabolas, por no decir sub-chabolas, casi siempre en zonas pantanosas, donde nadie puede vivir. Y allí es donde nace Cristo. No hay buey ni asno, pero sí hay a veces algún cerdo y alguna que otra gallina. Es el pesebre, el pesebre viviente de Belén.
Por supuesto que en Navidad acudo a alguna iglesia a celebrar la Misa. Pero también me gusta celebrar alguna misa en uno de esos pesebres vivientes. ¿Para qué voy a ir en peregrinación a Belén, al lugar del nacimiento histórico de Cristo, cuando estoy viendo a Cristo nacer aquí actualmente, a cada instante? Se llamará Juan, Francisco, Antonio, Sebastián, o Severino…, pero es Cristo. ¡Qué ciegos y qué sordos somos! ¡Qué difícil nos resulta comprender que el Evangelio continúa hoy!”.
Helder Cámara, Obispo de Recife, Brasil.

NELSON JULIAN VILLAMIZAR
Director Periódico Proclama
Bogotá - Colombia (South America)
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