Samuel Henao es oriundo de Sogamoso-Boyacá, llegó a Bogotá hace tres meses acompañado de su esposa Diana y su hijo Cristian Felipe de dos años y medio, quien padece un tumor cancerígeno que le está invadiendo su estómago.
Este artesano perdió la visión en uno de sus ojos cuando tenía tan sólo 10 años, pero eso nunca ha impedido que su espíritu de lucha se quebrante. Inició su pregrado en la facultad de Deportes, pero en el 4° semestre abandonó los estudios para buscar trabajo, su esposa Diana estaba embarazada. Samuel sobrevive con el arte de tallar madera.
Su escultura más preciada la realizó en año y medio, su musa, su esposa, una mujer joven, amorosa y fielmente dedicada a su hogar, en ese año y medio Samuel buscó la perfección en la escultura para reflejar la complicidad que representa Diana para él.
Este artesano-carpintero a través de su arte busca darle una mejor calidad de vida a su familia, un techo digno, una estabilidad laboral y un especialista para la enfermedad de su hijo. Hasta ahora lo único que tienen es el amor, la perseverancia y sus esculturas de madera.
Cristian Felipe es la muestra de ese amor noble y sincero de este hermoso hogar, Diana no trabaja para poder cuidar a su hijo. Una travesía diaria enfrenta esta joven mamá para llegar desde la habitación donde viven hasta el Instituto de Cancerología.
Ha sido expositor de su trabajo en la última edición de Ecodiseño y Reciclaje y en el Quinto Festival Navideño, realizados por la Secretaría de Desarrollo Económico en la Plaza de los Artesanos, en esta última feria mientras Samuel exhibía su arte, su hijo Cristian, y no por primera vez estuvo internado por más de 15 días.
Al no lograr vincularse a un trabajo fijo, por la implicación de dejar algunos días a su hijo sin protección de salud, y el inmenso riesgo que conlleva. Este artesano presentó su idea de negocios ante la Secretaría de Desarrollo Económico, con el fin de crear su propio proyecto de carpintería y así lograr un mayor bienestar para él y su familia
La vida talla el camino de Samuel y su familia, Samuel talla su vida a través de sus esculturas. Cada día Samuel tiene más fuerza, la sonrisa de su hijo lo motiva a diario y el amor de Diana lo hace persistir. Pronto Samuel podrá tener su propio negocio buscando mejorar sus ingresos y así mismo el especialista que su hijo tanto necesita.
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