Los páramos son ecosistemas estratégicos para Bogotá y la
región por su oferta de agua y biodiversidad. El Jardín Botánico de Bogotá José
Celestino Mutis es el único del mundo en diseñar una representación ex situ de páramo. Constituye una de las colecciones vivas de la representación del “Ciclo del agua”,
junto con la cascada, cuerpo de agua en movimiento, y el lago, cuerpo de agua
en reposo. Estas colecciones contarán con un sistema urbano de drenaje
sostenible y sistemas de riego.
Con esta representación
se busca que la ciudadanía comprenda la importancia de los páramos y del agua,
entienda su dinámica, la función de este recurso natural como ordenador del
territorio y su relación con la flora de la Región Capital. A nivel
institucional, se busca la reorientación, priorización y enriquecimiento de las
colecciones hacia una mayor representatividad de la flora nativa colombiana. La
representación del “Ciclo del agua” es uno de los temas de importancia en los
recorridos que hacen diversas entidades educativas en el Jardín, como parte de
sus programas de educación ambiental.
La representación del páramo ex situ en
el Jardín Botánico promueve un mayor conocimiento de este ecosistema, el cual se
encuentra presente en pocos países del mundo. De acuerdo con Rangel1,
“la región biogeográfica del páramo desde Costa Rica hasta el norte del Perú es
una de las zonas de alta montaña que posee mayor diversidad vegetal en su
categoría el mundo, siendo la región paramuna de Colombia la que presenta los
mayores valores de diversificación”
La
construcción del páramo ex situ
inició con el botánico Luis Eduardo Mora-Osejo,
director del Jardín durante los años 1973-1975 y 1990-1993, quien
realizó ajustes a la zonificación originalmente propuesta para el Jardín
Botánico y adicionó un espacio para la configuración de un ambiente de páramo.
Con
base en la propuesta de zonificación se adelantaron acciones para la
conformación del relieve actual, donde cerca de 70.000 m3 de tierra
fueron depositados. Después de la adecuación del área y el suelo, y el diseño
de la colección, se dio inicio en varias etapas a la búsqueda y siembra de las
especies de importancia para la representación.
Una
vez culminada la obra, la colección contará con los siguientes zonas y especies
acompañantes: Una formación de bosque altoandino que rodea el páramo con
bosques de cucharos (Myrsine spp.),
Rodamontes (Escallonia myrtilloides),
Encenillos (Weinmannia spp.), colorados (Polylepis quadrijuga), Chuscal (Chusquea
spp.), el ambiente de subpáramo con el
cinturón de ericáceas y páramo con
especies de senecios (Senecio spp.)
y frailejones (Espeletia spp) y un
humedal de alta montaña. Adicionalmente, el área contará con dos miradores que
permitirán apreciar la colección y el paisaje paramuno modelado y realizar
prácticas de avistamiento de aves.
Entre
los logros obtenidos hasta el momento con la representación de este ecosistema
está el de albergar especies de los páramos de Bogotá y otras regiones del
país. Asimismo, se resalta la alta adaptabilidad de las especies, puesto que se
esperaba que cerca del 50% de plantas sobreviviera, y a la fecha se presenta
supervivencia de aproximadamente el 90% de los individuos plantados y en
proceso de adaptación; lo que constituye un gran avance en términos de
conservación, propagación y representación de las especies.
Entre
las plantas de gran importancia que se encuentran representadas en la colección
de páramo se resaltan las especies de frailejón (Espeletia grandiflora, E, argentea, E. curialensis, E. lopezii y
Espeletiopsis corymbosa), de cardón (Puya
santosii, P. trianae), colorado (Polylepis
quadrijuga), entre otras, las cuales se encuentran bajo amenaza por la
acelerada pérdida de su hábitat. A la fecha, la colección de páramo cuenta con
aproximadamente 100 especies de plantas nativas.
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