lunes, 23 de diciembre de 2013

Desde la Secretaría Distrital de Desarrollo Económico se hace un llamado para que se adopte el concepto de Trabajo Decente en las negociaciones de salario mínimo


Hasta la fecha el Gobierno Nacional no ha descartado convocar nuevamente a la Comisión de Concertación para reajustar el salario mínimo del próximo año, a pesar del escepticismo tanto de los sindicatos como de los representantes gremiales para llegar a un acuerdo (el sector privado ha ofrecido un aumento de hasta 4%, mientras los trabajadores reclaman un incremento de 6%).
Cabe recordar que el salario mínimo es el límite inferior que imponen los gobiernos a la retribución monetaria que se le debe pagar a un trabajador que labora en un puesto de trabajo asalariado regulado. Según Carlos Simancas, secretario distrital de Desarrollo Económico, “para que el salario mínimo sea decente y constituya una herramienta efectiva en la lucha contra la pobreza, debe garantizar un ingreso justo a todos los trabajadores, que garantice sus necesidades básicas y una seguridad social integral que minimice las vulnerabilidades socioeconómicas”. Simancas agregó “que el incremento del salario mínimo debe girar no solamente en torno al aumento de su valor en el tiempo, sino también en términos de calidad y cobertura, independientemente de su carácter de empleados, cuenta propia, trabajadores no remunerados o informales”.
En la última Nota Editorial del Observatorio de Desarrollo Económico –OdDE–, disponible en la página http://desarrolloeconomico.gov.co/observatorio-de-desarrollo-economico, se presenta, a propósito de este tema, un análisis de la evolución del salario mínimo en el país en los últimos años. En la última década el salario mínimo aumentó a un ritmo de 5.9% su promedio anual, cifra considerablemente inferior al registrado durante la década inmediatamente anterior –entre 1994 y 2003–, cuyo incremento correspondió a 15.2% anual. Esta diferencia se explica, según la Nota Editorial del OdD,E por la inflación, uno de los principales referentes a la hora de ajustar el salario mínimo, que fue notablemente superior a la causada en los últimos años. Entre 2003 y 2012 la inflación giró en torno a 4.6% en promedio anual, en tanto que entre 1993 y 2002 esta fue cercana a 15.3%. Para 2013 el salario mínimo legal en Colombia (fijado en $589,500), representó un incremento de 4% frente a 2012 ($566,700 mensuales).
Como lo expone la Nota Editoral, el panorama de aplicación del salario mínimo resulta desalentador en el caso colombiano. De acuerdo con información de la Gran Encuesta Integrada de Hogares, en 2012 cuatro de cada diez trabajadores en el país fueron asalariados y, de estos, una quinta parte recibió un salario inferior al salario mínimo. Independientemente de su nivel de ingreso, 55 de cada 100 trabajadores se encontraron afiliados a los sistemas de salud y pensión simultáneamente. Complementariamente, de acuerdo con el concepto de informalidad laboral del DANE, 51 de cada 100 trabajadores laborales se ubicaron en esta condición. Si tener en cuenta el tipo de vinculación, 42.6% de los trabajadores del país devengan menos de un salario mínimo, 6.2% ganan exactamente uno, y 51.2% obtienen más de uno.
El Trabajo Decente es una propuesta de la Organización Internacional del Trabajo –OIT–, respaldada por la Secretaría Distrital de Desarrollo Económico, que busca garantizar relaciones laborales acordes con los estándares de libertad, igualdad, seguridad y dignidad humana para todos los trabajadores, basada en cuatro objetivos estratégicos: crear trabajo, garantizar los derechos de los trabajadores, extender la protección social, y promover el diálogo social tripartita, justamente como el de la Comisión de Concertación.

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