Historia de vida
Fredy Arturo Hinestroza es un joven afrodescendiente de Quibdó que hace dos años el destino lo obligó a abandonar su casa, como consecuencia a amenazas de muerte de un grupo armado ilegal que lo condenó a dejar desamparada a su familia.
Este hombre es recordado en su ciudad natal como un líder juvenil de proyecto para mantener a la población civil fuera del tema de reclutamiento forzado, a través de actividades culturales y charlas lúdicas sobre sus raíces ancestrales.
“Una noche, dos motorizados me advirtieron que si no me iba, mi familia asumiría las consecuencias”, dice este hombre de 26 años quien perdió a su madre por una enfermedad terminal.
Fue así como una madrugada tomó su maleta y $50.000 y decidió irse. Viajo por varias horas hacia Bogotá, donde un amigo lo ayudaría por algunos días.
Luego de varias entrevistas, Freddy no encontraba trabajo. Su bachillerato básico y su falta de experiencia le cerraron muchas puertas que le dificultaron aún más su situación. Hace un año por las calles del centro de la ciudad vio un guía realizando su trabajo y decidió acudir al Instituto para la Economía Social –IPES- para acceder al proyecto Misión Bogotá Humana, diseñado para la jóvenes económicamente vulnerables, de 18 a 26 años, que se forman para el trabajo y el desarrollo humano.
Allí encontró no sólo la oportunidad de generar ingresos prestando sus servicios como guía del IPES, sino que además tuvo la oportunidad de capacitarse como técnico en sistemas y potencializar sus competencias ciudadanas, que le permitirá abrir más puertas en su futuro laboral.
“Yo les transmito a los jóvenes mi mensaje para que aprovechen esta oportunidad. Detrás de ellos hay miles de personas que están esperando poder ingresar a trabajar y si no aprovechan, es muy difícil volver a tener una oportunidad igual”, afirma.
Su persistencia y buen desempeño como guía, le permitió iniciar una nueva etapa en su vida laboral. En la actualidad, Freddy fue vinculado al IPES como coordinador de guías, donde transmitirá todos sus conocimientos y alejará a los jóvenes de la violencia.
Serán más de 4.500 jóvenes que residan en Zonas de Atención Integrada en Convivencia y Seguridad, los que formará y vinculará laboralmente el IPES durante el gobierno de la Bogotá Humana. (Incluye: 3.500 de las ZAISC y 1.000 víctimas de la violencia).
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