DE LA PARTICIPACIÓN A LAS DECISIONES

Por Guillermo Arango M. Corporación “Gestión Ambiental Social” GAS

Pretender cambiar el estado real de las cosas con solo llamarlo de otra manera no es más que una falacia, independientemente del tema que se trate, por ejemplo: Paramilitares por Bacrim. Rebelión por terrorismo. Despidos por flexibilización laboral. Crímenes de lesa humanidad por falsos positivos, etc.; de ahí que lo del Medio Ambiente (Ambiente para otras personas) no haya mejorado por el solo hecho de haberle sustraído la mitad a la frase o sea el Medio. De lo que se trata es de interpretar la realidad citada, plantear soluciones objetivas, que redunden en beneficio de los habitantes del territorio –no importa cuál sea- (viables, dentro del concepto de desarrollo sostenible) y no solo para que aumenten las cuentas bancarias, etc., de los señores –nacionales y extranjeros- expoliadores de nuestros recursos naturales; adquirir compromisos con carácter de política de Estado y no meras posturas coyunturales con beneficios politiqueros (POLITIQUERO$) de los seudo-idiotas útiles de turno.

Tal estado de cosas se refleja a todo nivel administrativo. Nacional, regional, distrital y local (el desorden de los actores no altera lo improductivo); ya que las determinaciones no están reflejando la interpretación de la realidad algunas veces; en otros momentos la falta de compromiso en presencia de los actores –particularmente los de carácter legal?, pues no falta el leguleyo – generando “la artritis institucional” contraria a su tan cacaraqueada articulación institucional, así como en la ejecución de lo medianamente acordado; igualmente deja mucho que desear la norma engorrosa y en algunos casos contradictoria (la cual es defendida por algún actor según el interés de momento); no falta ( o mejor falta) como elemento negativo, la ausencia del recurso económico (creo que aún estamos en un sistema capitalista –al que también pretenden mejorar llamándole economía de mercado – el cual no funciona sin recurso económico) y para terminar ésta incomoda realidad para no pocos; quienes son convocados y llegan a las llamadas instancias o espacios -igual da- de participación solo eso hacen participar de lo establecido, pues no hay lugar a decidir.

Como de decidir se trata con o sin norma, pero con legitimidad, autonomía y decisión; con tal criterio, es importante aprestarse a asumir el compromiso –de quien así lo considere- de hacer parte del La Comisión Ambienta Local- CAL de Rafael Uribe Uribe, la cual será elegida en Septiembre de 2011; y también desde allí, como otro medio, no el único, se apueste por decidir sobre el manejo ambiental desde la localidad hacia el territorio en consonancia con el artículo 79 de la C.P. (para quienes degustan de norma) “TODAS LAS PERSONAS TIENEN DERECHO A GOZAR DE UN AMBIENTE SANO. LA LEY GARANTIZARÁ LA PARTICIPACIÓN DE LA COMUNIDAD EN LAS DECISIONES QUE PUEDAN AFECTARLO”, rompiendo los limites (normativos) y fronteras (geográficas) impuestas a beneficio de quienes en últimas; menos conocen, valoran e invierten en nuestras potencialidades y problemáticas ambientales.